Miércoles Santo de profunda fe y amor mariano en Huelva
Jornada de devoción, emociones y lágrimas con dos de las mayores devociones de los onubenses: Victoria y Esperanza.
Cuatro excepcionales Hermandades han protagonizado la jornada del Miércoles Santo de la Semana Santa onubense. Desde la barriada del Carmen, la Hermandad del Prendimiento ponía rumbo al centro de Huelva. Si por algo se caracteriza esta hermandad, es por la compostura de su cortejo de nazarenos, que junto con las dimensiones del Misterio y su elegante caminar hicieron las delicias de los cofrades de Huelva, pero si por algo es conocida la jornada, es por ser el día mariano de la ciudad.
Dos grandes devociones salían a la calle en la tarde del Miércoles Santo. Dos colores: verde y azul, dos nombres: Victoria y Esperanza.
Las dos dolorosas, coronadas canónicamente, desataban el fervor y la devoción de todos los onubenses.
Durante el recorrido de la Hermandad de La Victoria, hay que destacar su paso por las Hermanas de la Cruz, la calle Aviador Ramón Franco, la Calle G del Barrio Reina Victoria y Puebla de Guzmán.
De la Esperanza, su visita a las Hermanas de la Cruz, el antiguo Brasil, el Tartessos y la calle Miguel Redondo. Entre los incidentes, cabe resaltar el desvanecimiento de uno de los costaleros al sufrir un golpe en la levantá del paso de palio de la Virgen. No tuvo que ser hospitalizado, pero sí que tuvo que ser rápidamente reemplazado para que la procesión continuara con normalidad.
El contrapunto del día lo ponía la Hermandad de la Santa Cruz, con el silencio y el recogimiento reinando a su paso.
Todo este conjunto hacía del Miércoles Santo una de las jornadas más fuertes de nuestra Semana Grande.
