Los onubenses gastan 122 millones de euros en bingos y tragaperras
Los onubenses nos gastamos al año 122 millones de euros en bingos y tragaperras, una cifra nada desdeñable y que supone un gasto por habitante y año de 61,3 euros. La cifra per capita, es la segunda mayor de toda Andalucía después de Málaga y eso que a Málaga también se le computan los Casinos, (inexistentes en la provincia de Huelva), sin los cuales los onubenses estaríamos a la cabeza de esta tipología de juego.
Así se reflejan en las estadísticas de juego privado relativas al año 2016 que ha elaborado la Consejería de Hacienda y Administración Pública de la Junta de Andalucía.
De todo ese dinero que se 'invierte' en la provincia de Huelva, algo más de 103 millones de euros corresponde al dinero de las máquinas tragaperras, que se lleva gran parte de la recaudación en el juego, mientras que el bingo consigue aglutinar casi 18 millones de euros en los cinco locales con los que cuenta la provincia autorizados para este juego.
Lo curioso de esta cifra es que desde el año 2008 la tendencia era a la baja en el juego de ambas modalidades y las cifras iban decayendo año tras año. Sin embargo, la última anualidad reflejadas en las estadísticas, la del año 2016, puede supone un cambio de ciclo, ya que, tanto en bingos como en tragaperras, la cifra ha aumentado ligeramente después de ocho años consecutivos en las que el negocio del juego decaía año tras año.
En 2008, el juego en la provincia de Huelva llegó a rozar los 200 millones de euros y la tendencia desde entonces fue a la baja hasta los 119,6 millones de 2015. Sin embargo, ya sea por el final de la crisis o por un repunte en las actividades cercanas a la ludopatía, la tendencia se ha invertido.
Esta situación ya ha sido alertadas por asociaciones que se dedican a la rehabilitación de jugadores como Aonujer, quienes aseguran en lo que respecta al juego presencial, las máquinas tragaperras siguen siendo las reinas del juego. Aonujer solicita que se prohíban en los bares y se dejen sólo en los salones de juego, "donde no puedan entrar los menores ni los que se lo han autoprohibido".
Desde Aonujer, sin embargo, señalan que es el juego online el que está causando mayores estragos en la actualidad, especialmente entre los más jóvenes.
