miércoles. 18.06.2025
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Los colores como terapia de energía, salud y equilibrio

Los colores como terapia de energía, salud y equilibrio

¿Positivo o negativo? Todo depende de las infinitas posibilidades cromáticas que nos afectan de forma diferente.

El lenguaje del color con su infinidad de matices es un potente regenerante físico y psíquico y saca a la luz ese potencial más íntimo que modifica los términos de enfermedad y patologías trocándolos en energía vital, curación y salud. Percibimos y emitimos ondas energéticas de forma continua, ley de polaridad positiva y negativa, y de su equilibrio representando la primera la acción y la segunda la pasividad dependerá lo saludable y sano. El sol, tonos naranja y amarillo, energía, origen de vida, libera partículas cargadas de luz y positividad y por eso afirmamos que el Sur es terapia efectiva.

El agua, el azul, no sólo color sino su actividad de hidroterapia en discapacidad y relax, es cauce de barrer lo negativo e instaurar la calma. Verde, manzana fresca, arboleda, respiración. El amarillo es energía psíquica, creatividad mental, focalización de atención en hiperactividad, temperatura semicálida. El rojo o fuego, caliente, estimula la lucha pero su exceso da agresividad. La mezcla de amarillo y rojo es fuerza, de rojo y amarillo potencia capacidad intelectual y memoria. Rojo y azul, fuerza y movimiento, deportes. Azul y rojo, equilibrio, ánimo. Amarillo y azul, recuperación física. Azul y amarillo, creatividad. El violeta, o mezcla de rojo y azul, rige lo emocional, los sentimientos, pero su abuso crea dispersión, mejora la circulación sanguínea y la coordinación movimiento y musculatura. El verde, mezcla de azul y amarillo, calma la ansiedad, destierra la apatía , fomenta el pensamiento. El naranja es el optimismo, la capacidad mental en su apogeo, la regeneración ósea aunque su abuso genera prepotencia, exageración de la autoestima.

El naranja, como suma de amarillo y rojo, el primero orden inteligente y el segundo fuerza, permiten un control de la mente sobre el cuerpo y ayudan en técnicas de relajación lo mismo que las vestimentas de ese color transmiten al que las lleva esa energía armonizante, vital. La mezcla de un color secundario y otros básicos amalgamas de colores también son útiles, el verde y violeta, el primero capacidad de actuar, y el violeta, impulso, fomentan la realización de decisiones.

El violeta y naranja crean esa violencia necesaria para romper situaciones sin miedo. El violeta y amarillo no permiten el paso de filtros de luz debido a su opacidad, creando confusiones y alteraciones de psique. El naranja y azul, como resultado color pardo, provocan estancamiento, déficit de interacción social. El verde y rojo representan el bloqueo, la angustia, un color negro de retroceso, retención energías negativas.

La mezcla de un color secundario y otro básico purifica tejidos y crea positividad mental como el verde amarillento.

El verde azulado drena, elimina residuos, mientras que el naranja amarillo aumenta capacidad física y mental y selecciona información para actuar. El naranja rojizo da seguridad, revitaliza, recuperación física. Y el violeta azulado es la intuición, el impulso de vida, mueve la energía.

La luz blanca o colores mezclados con blanco son tonos pastel, como por ejemplo el rosa procedente de la amalgama con el rojo o la fuerza para vivir, calmante agresividad, sedante, estimulante del sueño placentero, alivia presiones. Azul celeste o la relajación. El color crema resultante del amarillo elimina traumas, obsesiones. La vesícula, alivia los traumatismos, o el verde pastel o superación de barreras, tranquilidad, o el salmón derivado del naranja tenue y cálido donde la prepotencia da paso a la comprensión y elimina contracturas musculares o el malva como sedante y estimulante riego cerebral.

La zona alta del cuerpo se rige color azul y por debajo del estómago y cintura el amarillo, las piernas el rojo. El corazón es regulado con vibraciones del color amarillo , el color del ritmo aumentando éste con el azul o disminuyendo con el rojo. El pulmón y bronquios con ondas azules purificándose con el color amarillo y el impulso del rojo, la fuerza. Los músculos con violeta o impulso. El estómago y ansiedad con el verde. Y la vejiga con el color naranja o vitalidad mientras que el riñón y los huesos con el naranja rojizo, renovando tejidos.

El hígado y las arterias con violeta azulado promoviendo circulación sanguínea sin colesterol ni coágulos. El intestino grueso con las vibraciones verdes y el delgado con naranja amarillento absorción y separación. El equilibrio entre el hombre y la naturaleza es la salud, la energía que vuelve a través de esas ondas de ese prisma que se descompone en multitud de colores, el arcoiris vital.

Pilar 

María Pilar Enjamio Furelos. Psicólogo

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