jueves. 28.03.2024
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La familia del anarquista fusilado extrae sus restos del cementerio a la espera de la prueba de ADN

Esta exhumación fue reclamada y promovida por María Luisa Masera, nieta de este minero natural del Cerro del Andévalo
La familia del anarquista fusilado extrae sus restos del cementerio a la espera de la prueba de ADN

Se trata de la primera intervención de este tipo que se realiza en el camposanto onubense para  la recuperación de la Memoria Histórica

El 10 de febrero de 1938, Pedro Masera Polo era ejecutado tras haber sido condenado a muerte por un tribunal franquista, le descerrajon un tiro en el pecho y otro de gracia en la nuca, como era costumbre habitual de la época. Hoy, casi 80 años después, su nieta, Marisa Masera, ha conseguido que los restos de su abuelo vean la luz. 

Todavía queda por delante un largo proceso para comprobar que los restos corresponden a Pedro Masera, y ello, pese a que sus huesos se han encontrado en el lugar exacto donde se creían que se encontrarían y con los signos de violencia propios de un fusilamiento. El laboratorio de genética de Granada determinará con casi todas seguridad que se trata de Pedro Masera una vez compare los componentes  genéticos de su cuerpo con los perfiles familiares que se llevarán a cabo.

Para los que todavía se preguntan ¿Por qué remover el pasado?, Marisa Masera tiene una respuesta, "Primero porque desde que eres pequeños notas la ausencia de una persona tan cercana y que nadie te habla de ella, después porque yo estoy muy orgullosa de que mi abuelo fuese un hombre idealista que había luchado toda la vida por la libertad de los demás y por las condiciones dignas de trabajo de todas las personas que trabajaban en la mina en unas condiciones muy injustas, y no se murió de gripe, lo asesinaron solamente por eso".

Para Marisa, su abuelo, era "un hombre de mentalidad avanzada y según consta en su sentencia, en el Consejo de Guerra, representaba un peligro para la nueva España, un luchador por la libertad de los demás".

Marisa Masera mira hacia la fosa en la que fue enterrado su abuelo

Se trata de la primera exhumación de una víctima de la represión franquista que se realiza en el Cementerio de Huelva, “por lo que hoy es un día muy importante de cara a la reparación moral y la justicia con el represaliado y su familia, en cumplimiento del compromiso de nuestro equipo de Gobierno municipal con la recuperación de la Memoria Histórica”, ha destacado el concejal de Infraestructura y Servicios Municipales, Luis Albillo.

En presencia de familiares de Masera y de miembros de la Asociación de Memoria Histórica de la Provincia de Huelva y del grupo de trabajo ‘Recuperando la Memoria de la Historia Social de Andalucía’, se está acometiendo esta intervención previa autorización de la Junta de Andalucía, en virtud de la Ley de Memoria Histórica y Democrática de Andalucía.

Los trabajos están siendo dirigidos por el arqueólogo Jesús Román, de acreditado prestigio en intervenciones de este tipo en toda Andalucía. Como ha recordado Román, “a petición de la familia de Masera, hace un año ya se hizo una intervención y se localizó de forma aproximada la zona en la que podían estar los restos”. La ubicación de la fosa ha podido averiguarse por la documentación de la sentencia a muerte a Masera por parte del Consejo de Guerra. “Ahora -explica el director de la intervención- hemos dado continuidad a ese trabajo para proceder a la exhumación de los restos tal y como marca el protocolo con las víctimas de la Guerra Civil. El trabajo de campo estará finalizado mañana con el estudio antropológico y se enviarán muestras al laboratorio de Granada”.

Esta exhumación fue reclamada y promovida por María Luisa Masera, nieta de este minero natural del Cerro del Andévalo.  Un emplazamiento que fue dirigido al Ayuntamiento de Huelva y la Dirección General de Memoria Democrática de la Junta de Andalucía, cuyo Comité Técnico de Coordinación dio viabilidad a la actuación, que ha sido ratificada a través de la Orden del Vicepresidente y Consejero de la Presidencia, Administración Local y Memoria Democrática, según aparece publicado hoy en el BOJA (Boletín Oficial de la Junta de Andalucía).

María Luisa Masera ha expresado la emoción de su familia en el día de hoy, manifestándose enormemente orgullosa de su abuelo, “un hombre idealista que luchó toda la vida por la libertad de los demás y por unas condiciones dignas de trabajo de los empleados de la mina. Pero le asesinaron por ser un hombre de mentalidad avanzada y porque, como constaba en su sentencia, representaba un peligro para la nueva España”.

Los trabajos están siendo sufragados económicamente por el Ayuntamiento de Huelva, que también se ha encargado de proporcionar útiles para el señalamiento y vallado,  así como disposición de espacios públicos para albergar la posible individualización y estudio antropológico de los restos, y con la estrecha colaboración de la Dirección General de Memoria Democrática, que se encargará de las gestiones y coste derivado de la identificación genética.

La actuación iniciada en el día de hoy supone el acometimiento de una nueva intervención de las 20 aprobadas en julio de este año por parte del Gobierno andaluz, y que responden al principio de recuperación física de los cuerpos de las víctimas, como de reparación moral de sus familias, y a través del principio de colaboración entre todas las partes implicadas.