José Bretón llega a la cárcel de Huelva para comparecer por los supuestos malos tratos
Está en el módulo de aislamiento, a la espera de prestar declaración en el Juzgado de lo Penal 4 de la Audiencia Provincial.
José Bretón, condenado a 40 años de cárcel por el asesinato de sus hijos Ruth y José, ingresó este miércoles en el centro penitenciario de Huelva, procedente de la prisión de Villena (Alicante), donde cumple su pena, para comparecer físicamente y no por videoconferencia ante el Juzgado de lo Penal número 4 de Huelva la próxima semana -los días 2 y 3 de julio-, por un presunto delito de malos tratos psíquicos habituales en el ámbito familiar hacia la que fue su mujer y madre de los pequeños, Ruth Ortiz.
Según han informado a Europa Press fuentes cercanas al caso, Bretón se encuentra en el módulo de aislamiento, donde permanecerá hasta que culmine el citado juicio.
La vista judicial tendrá lugar en la sala de la Sección Primera de la Audiencia Provincial de Huelva y cabe recordar que la acusación había solicitado que Bretón no asistiera físicamente al juzgado.
El Ministerio Fiscal ha pedido para el acusado tres años de prisión por estos hechos y la prohibición de acercamiento a Ruth Ortiz a una distancia inferior a un kilómetro, así como al domicilio familiar a igual distancia. A su vez, solicitó la prohibición de comunicarse con ella por cualquier medio, todo ello durante un periodo de cinco años.
En concepto de responsabilidad civil, el Ministerio Fiscal le pide que indemnice a su exmujer con 9.000 euros por los malos tratos sufridos y procedió al mantenimiento de la situación de libertad para José Bretón por este caso de malos tratos, aunque el mismo se encuentra en prisión cumpliendo 40 años de condena por el asesinato de sus hijos.
Por su parte, la acusación particular, representada por la letrada Reposo Carrero, considera a José Bretón autor de un delito de violencia psíquica habitual contra la mujer y solicita para el mismo tres años de prisión, la privación del derecho a la tenencia y porte de armas, de aproximarse a la víctima en cualquier lugar donde se encuentre y la prohibición de comunicarse con Ruth por cualquier medio de comunicación o medio informático o telemático, contacto escrito, verbal o visual y todo ello durante el periodo de cinco años.
Como responsabilidad civil, requiere una indemnización de 10.000 euros hacia su exmujer por "la sintomatología ansiosa-depresiva y de baja autoestima ocasionada a la misma por el acusado a consecuencia de los malos tratos".