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Huelva, viaje al corazón de la Enfermería

Huelva refleja la cara más humana en el espejo de la enfermería: en catástrofes naturales remotas, en el cuidado diario a nuestros mayores, y/o cuando aparece una enfermedad incurable y la vida es una montaña imposible de escalar. La tarea, dicen los profesionales sanitarios, es ´arrimar el hombro´. “ La empatía es nuestra seña de identidad, nos preocupan las personas”, remarcan.

Yolanda Amalia López
Yolanda Amalia López
Huelva, viaje al corazón de la Enfermería

Texto y Fotos: Manolo Delgado (Especial)

Berivan Yilmaz. Así se llama  una mujer turca superviviente del gigantesco terremoto ocurrido el 6 de febrero de 2023 en la zona del suroeste de Turquía. La mujer, médica de 24 años, perdió a su madre y a su hermana en el seísmo, pero ella logró sobrevivir tras permanecer casi tres días atrapada entre las ruinas de hierro, acero y escombros con temperaturas que alcanzaron hasta los 20 grados bajo cero.

Su rescate fue un trabajo duro e intenso de 14 horas realizado en equipo. Una de las integrantes de ese dispositivo, la enfermera onubense Cindia Morales, relata que el trabajo se desarrolló en unas condiciones difíciles, lo más complicado, enfatiza,  que ha vivido en su dilatada trayectoria humanitaria que incluye catástrofes en países como Haití, Nicaragua, República Dominicana, Ecuador y Guatemala.

Imagen de un campamento turco
Hospital de campaña con capacidad quirúrgica y hospitalización de la AECID, Agencia Española de cooperación internacional para el desarrollo

“La mujer estaba deshidratada, hipotensa, presentaba un traumatismo por aplastamiento en el brazo derecho y tenia amputados  algunos dedos de los pies”, explica esta enfermera que presta sus servicios en el centro de Atención Primaria de Almonte, perteneciente al SAS.

La superviviente, una vez liberada de las ruinas, fue trasladada al hospital para proseguir su recuperación.” No nos lo creíamos, estaba viva gracias al trabajo conjunto del equipo de rescate”,destaca con una sonrisa la enfermera Cindia Morales, que permaneció 10 dias en Turquia, integrada en un grupo de 13 rescatistas, 4 de ellos bomberos del Ayuntamiento de Huelva.

La misión humanitaria en  Turquia tuvo otra protagonista onubense, la enfermera quirúrgica Yolanda Amalia López, que presta sus servicios en el Hospital Universitario Juan Ramón Jiménez. Viajó a ese país incluida en el Equipo Técnico Español de Ayuda a Emergencias, profesionales en su mayoría sanitarios dispuestos a intervenir en menos de 72 horas en cualquier emergencia en la que  nuestro pais decida participar. Permaneció 15 dias a las afueras de Iskenderun,  en la provincia de Hatay.

“ Nerviosa e ilusionada”, así recibió esta enfermera la llamada para su partida al escenario de la tragedia. Los primeros momentos, cuenta, fueron de incertidumbre, de dudas, pero también de alegría porque la cooperación humanitaria, según ella, había sido un sueño desde que hace 24 años comenzara a ejercer la enfermería.

4:17 (hora local).La  Tierra tiembla, la magnitud del seísmo-7,8 en la escala de Richter- precisa la dimensión del terremoto, que apenas duró 30 segundos, y estuvo seguido por réplicas menores.

Rescate de supervivientes
Rescate de supervivientes

Acción Contra el Hambre cifró entonces en más de 50 mil las personas muertas en Turquía, más de 100 mil los heridos y casi 300 mil los edificios destruidos. En el lado sirio, las muertes se elevaron a más de 6000 y 12 mil los heridos. Otra ONG, Cruz Roja, calificó el terremoto turco como el más grave desde 1939.

Colectivo de enfermería
Colectivo de enfermería

Las dos enfermeras onubenses que vivieron sobre el terreno la tragedia recuerdan las imágenes de la zona devastada. “ Lo peor es que a la gente le cogió desprevenida porque ocurrió de madrugada y la población dormía”, lamenta Cindia Morales, que habla de la dificultad para encontrar supervivientes: “Las jornadas eran agotadoras, con temperaturas muy bajas y las primeras horas eran decisivas para encontrar personas vivas”, admite. Por su parte, Yolanda Amalia López relata que lo más impactante era ver a personas en tiendas de campaña porque lo habían perdido todo”. “ Llegamos a practicar cesáreas e intervenciones de traumatología, pero también ayudamos en la cocina”, rememora esta enfermera quirúrgica.

Cindia Morales
Cindia Morales

La presidenta del Colegio de Enfermería y de Cruz Roja en Huelva, Patricia Mauri, realza la ayuda de los sanitarios cuando se produce una catástrofe en cualquier lugar del mundo: ”Es un trabajo indispensable, esencial, sin tregua, de ayuda  los demás”.

EL ÚLTIMO TRAMO DE LA VIDA

La pandemia de la COVID-19 ha dañado a la población, pero sobre todo a las personas mayores por ser un colectivo de alto nivel de riesgo ante el virus. Las residencias de ancianos han sufrido un alto índice de contagios y el personal de enfermería ha jugado un papel clave para frenar la mortalidad.”

María Jesús Rojas
María Jesús Rojas

En los últimos años ha habido que trabajar duro en las residencias, la pandemia nos ha puesto a prueba”, manifiesta Maria Jesús Rojas, profesora de  Enfermeria del Envejecimiento y Máster de Cronicidad y Dependencia de la Universidad de Huelva.

Jugando a las cartas en un centro de mayores
Jugando a las cartas en un centro de mayores

 Como consecuencia del virus, la soledad y el aislamiento han atrapado a nuestros mayores, algo que ha favorecido la aparición de síntomas de deterioro cognitivo.” Hemos tenido que convivir con la pandemia “,explica la profesora. “Aparte de los cuidados físicos- prosigue- para estas personas ha sido vital el afecto y el apoyo emocional”.” En las clases les dejamos claro a los estudiantes que la persona es el eje de los cuidados y nuestros mayores lo agradecen”, insiste.  “La familia es esencial, hay que buscar siempre la complicidad de los familiares porque nuestros mayores son receptivos al cariño”,dice esta profesora de Enfermeria.

MORIR DE UNA MANERA DIGNA

El colectivo de enfermería desempeña una tarea relevante en los momentos finales de la vida, cuando la cura del enfermo/a ya no tiene remedio. Los profesionales de la enfermería que se dedican a los cuidados paliativos constituyen una pieza clave ante una enfermedad terminal o una dolencia crónica. Su trabajo consiste, entre otras funciones, en la administración de medicamentos, controlar la enfermedad, y acompañar al paciente y sus familiares.

“ Tenemos que dar una respuesta profesional, pero también humana a las necesidades del enfermo/a”, explica Alicia Rosado, enfermera del Equipo de Soporte de Cuidados Paliativos del Hospital Vázquez Diaz.

Esta enfermera ha pasado sus últimos 12 años cuidando a enfermos/as terminales, en concreto, de cáncer y con esclerosis lateral amiotrófica o ELA, una enfermedad degenerativa de tipo neuromuscular.

“ Una vez que tenemos el visto bueno del especialista, hay pacientes, apoyados por sus familiares que deciden pasar sus últimos días en casa, y ahí empieza nuestra labor”. “Una labor- explica la enfermera- de la que es difícil abstraerse, mantener la distancia con el paciente”. “Intentamos que lo que vivimos en el trabajo no nos influya en nuestra vida familiar, pero hay casos con los que la afinidad es mayor y es muy difícil olvidar”.

--Y uno de esos casos que guardes en tu corazón…?, pregunta el periodista.

--El caso de una chica, Vayti, una joven veinteañera que me llegó a decir, en sus últimos momentos de vida, que le transmitiera a su madre y a su hermana que las quería mucho”.

Alicia Rosado
Alicia Rosado

La enfermera Alicia Rosado considera que “ los cuidados paliativos son muy necesarios, de ahí que habría que aumentar el número de profesionales que prestan este servicio para que los pacientes que lo deseen puedan morir en casa rodeados de sus familiares”.

 Huelva y provincia cuenta a dia de hoy con 2.236 enfermeras y 566 enfermeros. Profesionales sanitarios que subrayan la vocación de servicio público como pilar primordial de la enfermería. “ La ayuda a los demás nos hace felices, es gratificante, nuestro trabajo lo hacemos con el corazón”, subrayan  al unísono las enfermeras entrevistadas.

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