sábado. 27.07.2024
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Huelva rebaja la presión sobre las reuniones juveniles en la calle

La Policía Local tiene la consigna de no limitar el consumo de alcohol en las calles siempre que sea en pequeños grupos y no se produzcan problemas de orden público.
Huelva rebaja la presión sobre las reuniones juveniles en la calle

El Ayuntamiento de Huelva ha decidido momentáneamente no adoptar medidas coercitivas frente al botellón, a pesar de que debido a la pandemia los locales de ocio nocturno tienen que echar la persiana a las dos de la madrugada. Los jóvenes encuentran opciones para consumir alcohol y otras bebidas en la calle siempre que se realice en grupos reducidos de amigos, no se moleste a los vecinos y no produzcan problemas de orden público. 

La denominada Ley 7/2006 antibotellón de Andalucía se ha convertido en el subterfugio utilizado por algunos ayuntamientos para encontrar un asidero jurídico al que aferrarse para frenar la expansión del coronavirus entre los más jóvenes. Sin ir más lejos en Punta Umbría la Policía Local peina cada noche el perímetro de su costa y las zonas aledañas a los establecimientos de ocio nocturno al objeto de evitar que los usuarios de estos locales continúen la fiesta tras el cierre del ocio nocturno. Aun así, en el núcleo costero la incidencia del coronavirus continúa incontrolada, si bien la clave es el número de población flotante que arriba hasta sus playas durante la época estival.

Esta situación contrasta con el Ayuntamiento de la capital onubense. Sabedores de ello, una vez se produce el cierre de los locales de ocio nocturno los jóvenes y no tan jóvenes se desplazan a la Punta del Sebo. En los aledaños al monumento a Colón, los más trasnochadores pueden extender la juerga sin restricciones, en un enclave que se ha convertido en el epicentro del botellón en Huelva.

Algunos de los usuarios de estos espacios públicos defienden esta decisión y afirman que aquí “están al aire libre” y, aunque prescinden de mascarilla y no guardan la distancia de seguridad, están compartiendo copas con el mismo grupo de amigos con el que hace escasas horas han estado cenando o tomando copas en el bar. 

La Policía Local “patrulla” la zona un par de veces en la noche, se cerciora de que todo discurre con normalidad y continúan su guardia por el resto de zonas ‘calientes’ donde el botellón se desarrolla. 

Esta circunstancia está propiciando que muchos jóvenes desistan de pasar la noche en los municipios costeros, ya que allí están obligados a finiquitar la noche “cuando mejor se está”, dado que las temperaturas son aun apacibles e invitan a estar en la calle. Precisamente en Punta Umbría está vigente, desde el viernes, el toque de queda, que abarca desde las 2 a las 7 de la madrugada.