Huelva, eclosión de color al paso de la Virgen de la Cinta
Huelva volvió a recuperar esas estampas costumbristas que siempre nos trae la celebración de la Virgen de la Cinta.
Una ciudad engalanada y perfumada de flores que se entremezclaron con los aromas a ría y que volvieron a escenificar el fervor y la pasión con la que los onubenses reciben a su reina.
Porque tras más de dos años de espera, la imagen volvió a preñar la ciudad de sabor mariano desde el mismo Coquero, donde tiene su trono.
A su paso por la Huelva más señera, balcones y terrazas volvieron a ser el palco desde el que los onubenses presenciaron a su Reina. Una luz que guiaba los pasos de los ciudadanos a través de un trayecto telúrico desde el que se escalonaban los vivas las plegarias e incluso los cantes por sevillanas y fandangos con la Cinta como protagonista y banda sonora del día.
En la mañana, la catedral acogió la función principal de iglesia oficiada por Santiago Gómez, Obispo de Huelva, y en la que la Hermandad de la Cinta celebró “el nacimiento” de María y cuya devoción en esta tierra encarna su patrona marinera.