Huelva despide el Rocío 2025 con el regreso de sus hermandades en una jornada cargada emociones contrapuestas
La entrada en la ciudad de Emigrantes y Huelva pone el broche a una romería apoteósica y multitudinaria

Después de una semana de vivencias intensas, de rezos bajo la luna y caminos de arena y promesas, Huelva volvió a abrazar a sus hermandades. Este miércoles, las de Emigrantes y Huelva sellaron su camino con su entrada en la ciudad, culminando uno de los Rocíos más espectaculares y multitudinarios que se recuerdan.
No fue una llegada grandilocuente, sino profundamente emocional. El final del camino no es una meta cualquiera: es un reencuentro íntimo con la ciudad que las vio partir hace apenas unos días, pero que ahora las recibe distintas, más llenas, más vivas. Porque el Rocío transforma, y la vuelta es un rito necesario para cerrar el círculo.

La Hermandad de Emigrantes fue la primera en aparecer por la Punta del Sebo en torno a las 18:30 horas. La brisa del Odiel traía consigo ecos de flautas y tamboriles, y poco a poco, a lo largo de su recorrido por calles como Manuel de Falla, Guatemala o la Plaza del Punto, los onubenses salieron a su encuentro con los ojos llenos de gratitud. En torno a las 21:00 horas, el Simpecado cruzaba la puerta de su casa hermandad entre aplausos contenidos y rostros cansados pero felices.
Una hora más tarde, a eso de las 19:30 horas, la Hermandad de Huelva cruzaba el umbral de la capital. A paso firme, avanzó por su itinerario —Francisco Montenegro, Sanlúcar de Barrameda, Avenida de la Ría— hasta alcanzar también la Plaza del Punto, poco antes de las 21:00 horas. El final de su camino llegó sobre las 22:30 horas, cuando el Simpecado cruzaba la Plaza Paco Toronjo.
El Ayuntamiento de Huelva, a través de la Concejalía de Seguridad Ciudadana, activó un dispositivo especial de tráfico y seguridad que permitió un desarrollo ordenado del regreso de ambas comitivas. Las calles fueron despejadas previamente, y el acompañamiento de Policía Local garantizó la fluidez de los recorridos.
Este miércoles ha sido un epílogo cargado de simbolismo. El Rocío de 2025 ha sido desbordante en devoción y participación, y su final no podía ser menos: sereno, sentido y profundamente nuestro. Porque cuando las carretas descansan, cuando los caminos se apagan, el alma de Huelva sigue caminando, soñando ya con el Rocío que vendrá.