viernes. 03.05.2024
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Facturas de luz, cuotas de internet... La labor social de las hermandades se transforma por la Covid-19

Si antes las hermandades alzaban la voz para pedir alimentos o productos de primera necesidad, ahora lo amplían el radio acción a los recibos de luz o facturas de internet o agua.
Facturas de luz, cuotas de internet... La labor social de las hermandades se transforma por la Covid-19

La labor social de las hermandades y asociaciones de Huelva no cesa a pesar de la Covid-19. Sin embargo, lo único que ha cambiado es el escenario. Si antes lo normal era pedir alimentos o productos de primera necesidad, ahora la verdadera necesidad de las distintas familias y vecinos de los barrios es muy distinta.

"Antes la labor social de nuestra hermandad se basaba en la recogida de alimentos o de ropa. Ahora la cosa ha cambiado. Seguimos pidiendo y repartiendo comida y ropa pero también estamos pagando la conexión a internet a jóvenes de nuestra feligresía en riesgo de exclusión para que puedan seguir formándose de manera online. No queremos que el Covid-19 le reste oportunidades respecto a otros niños y jóvenes", afirma Ramón Maneiro, hermano mayor de la hermandad del Sagrado Descendimiento de la capital.

Una fórmula que repiten pero con los chicos de la Asociación Avadi Down Huelva; asociación con la que llevan colaborando formativa y solidariamente desde hace varios años.

Situación similar es la que se vive en el barrio de El Carmen. Ahí, la hermandad del Prendimiento lleva cubriendo la necesidad de sus vecinos más desfavorecidos desde el origen de la propia hermandad. Sin embargo, han notado la diferencia respecto a antes de la pandemia.

"Tenemos muchos vecinos en ERTES, en paro o en condiciones muy precarias. Ante eso, la hermandad se está haciendo cargo de las diferentes facturas de luz y agua para que puedan seguir viviendo dignamente", relata la hermandad del Prendimiento a diariodehuelva.es.

Ningún niño sin juguete

Pero en fechas tan complejas como las que vivimos, donde el virus convive con el tradicional consumismo de la navidad, son también muchas las hermandades que siguen apostando por la recogida de juguetes dentro de su labor social; para evitar así que ningún niño se quede sin regalo de navidad.

Este caso es el que se trabaja en el barrio de El Polvorín. Allí, en la parroquia del Sagrado Corazón de Jesús, las hermandades luchan por esta iniciativa en la que los más pequeños son los protagonistas.

"Un año más, los jóvenes de las hermandades del Polvorín nos reunimos para hacer llegar la ilusión a los más pequeños. Sin embargo, debido a la normativa sanitaria vigente, nos vemos obligados a llevar la recogida de juguetes de una forma diferente. Por ello, este año la campaña de juguetes consistirá en el reparto de vales canjeables por juguetes", nos cuenta José Manuel Vélez, hermano de la Sagrada Cena y parte activa de esta iniciativa.

Para poder hacer resta iniciativa, se ha puesto en marcha la venta de papeletas para el sorteo de un espectacular relieve escultórico de la Natividad, obra del artista onubense Abraham Ceada. Con ello se pretende recaudar los fondos suficientes para hacer llegar la ilusión a todos los niños.

"Además de esta iniciativa, también se podrá colaborar mediante la aportación de donativos. Un donativo, como diría nuestro lema es un juguete, una ilusión" añade José Manuel.

Mascarillas, pantallas y material sanitario

Pero el cambio de registro en la labor social de las hermandades no es algo nuevo. Ya durante la pandemia, muchísimas hermandades y asociaciones religiosas se emplearon a fondo en la elaboración de mascarillas, batas y material sanitario durante el momento donde escaseaban.

"Nuestra hermandad ha entregado su alma para ayudar a los onubenses más desfavorecidos. Ya durante el confinamiento nos dedicamos a hacer mascarillas y batas para el personal sanitario; además del reparto de comida y bebida caliente durante las noches", afirman desde la hermandad del Rocío de Huelva.

Sin embargo, esa labor sigue vigente aunque ya no sea de elaboración propia. Ya que ahora muchas entidades dedican parte de su bolsa de caridad al reparto de material sanitario y de higiene a los más desfavorecidos. "Evidentemente nunca podemos dejar de recoger alimentos pero muchas veces se nos olvida que los productos sanitarios o de primera necesidad también son necesarios. Y ahora, un simple gel de manos puede salvar vidas", añaden.

Las asociaciones onubenses no se quedan atrás

Sin embargo, a pesar de las numerosas muestras y acciones que llevan a cabo las diferentes hermandades de la capital, existen además muchas asociaciones y personalidades que abanderan también la lucha contra la desigualdad.

“El usuario ha cambiado mucho a raíz de la pandemia. Antes el perfil era de gente inmigrante, toxicómanos o gente que se había quedado en la calle por circunstancias. Sin embargo el perfil de ahora es de gente como tú y como yo. Gente que se ha quedado en paro y no tiene familia que le arrope, gente que no ha cobrado ERTES y no tiene cómo subsistir… Es duro”, afirma con contundencia Manuel Jesús Soriano, de la asociación Voces del Conquero.

Sólo con los datos, observamos que la pérdida de empleo es de más de un 30% con 12.359 parados más respecto al año anterior. Un golpe de realidad que dibuja una cara de Huelva que sigue pidiendo ayuda a gritos.

Algo que observamos en el aumento de usuarios en comedores sociales y en la propia demanda de asistencia social. “La realidad es la que es. Lo primero que tenemos que hacer los lugares como el Comedor La Cinta es dar las gracias a Huelva por lo solidaria que es, pero no podemos olvidar que esto no ha terminado, seguimos necesitando ayuda económica, alimentos o lo que puedan aportar”, recuerda Carmen Vázquez, presidenta de la institución.