Galaroza ayuda a una familia que sufrió un incendio en su casa

En numerosas ocasiones, siempre que ha sido necesario, el pueblo de Galaroza ha ayudado a los suyos. Ejemplos hay en abundancia para ilustrar esta afirmación, tanto a nivel individual como colectivo. Trabajo, aportaciones económicas, acompañamiento y solidaridad se han puesto a disposición de aquellos cachoneros que lo han necesitado.
Este altruismo se pone de nuevo de manifiesto a raíz de la desgracia sufrida por una familia humilde de Galaroza, que ha visto su casa gravemente afectada por un incendio. El suceso ocurrió el pasado 4 de febrero, cuando las llamas calcinaban la planta alta de la vivienda de Ana Domínguez Antúnez, situada en la calle Cielo.
El calentamiento de la chimenea incendió los bienes cercanos y el fuego se extendió por la buhardilla, que se quemó por completo, y la planta primera del edificio. Las pérdidas han sido cuantiosas, cifrándose en muebles, electrodomésticos, libros, fotografías y daños de importancia en esa planta primera donde vivía Ana con su hijo José. Aunque los recuerdos perdidos son irreparables, el importe económico ha sido muy importante.
La familia confiaba en que el seguro cubriese los daños y los costes de la rehabilitación de la vivienda, pero han recibido la noticia de que no será así. De forma inexplicable, tan sólo verá compensada una tercera parte de todo lo afectado, por lo que la situación se ha complicado tremendamente.
Ana no cuenta con recursos económicos suficientes y ahora dejará de percibir el alquiler de la planta baja, que le ayudaba a pagar hipoteca y otros gastos y a salir adelante.
Ante este panorama su familia, vecinos y amigos están emprendiendo acciones de apoyo para que se extiendan por el pueblo. A las rifas iniciales se ha sumado la apertura de una cuenta bancaria para que todos los cachonerospuedan hacer sus aportaciones.
La cuenta, cuyo Iban es ES54 2100 7243 9401 0008 1975, está recibiendo ingresos de muchos vecinos y personas ajenas al pueblo, y según la familia "todos son bienvenidos, desde 5 euros hasta la cantidad que cada uno pueda".
Algunos cachoneros anónimos están sobrepasando con creces las donaciones simbólicas, como la vecina que ha comprado todos los números de una rifa, demostrando que la verdadera solidaridad no tiene por qué anunciarse a bombo y platillo, sino llegando al corazón de los necesitados.
Con estas iniciativas, se espera paliar en parte el daño sufrido por Ana Domínguez y su familia, y ayudarles a recuperar la normalidad, además de expresar una vez más la implicación del pueblo de Galaroza en el apoyo a las causas que merecen la pena.