Freno a las novatadas
Maltrato, acoso y violencia. No son una simple broma y se atenta contra el respeto individual. El Senado ha intervenido, sí, pero tarde. La psicóloga Pilar Enjamio nos adentra en estos polémicos rituales.
Las conocidas novatadas o ritos para recibir y dar la bienvenida a los nuevos que van a ingresar en determinada organización, sea Universidad, equipo deportivo, colegio mayor o residencia estudiantil, distan mucho de ser una simple broma o alegría por la nueva llegada, y en realidad constituyen, y lo diré con mayúsculas: MALTRATO, ACOSO Y VIOLENCIA, y resulta totalmente impensable en una sociedad regida por una Constitución y donde el respeto individual a cada persona debe ser pieza clave. Novatadas son sinónimo de salvajismo, y deberían estar reflejadas en el Código Penal, como ya lo han hecho en Francia. Hubo un caso muy llamativo en Santiago de Compostela en un colegio mayor con varios estudiantes atendidos con lesiones oculares al lanzarles a su cuerpo un detergente corrosivo. Hechos como obligar a ingerir comida de perro o vinagre y en caso de mujeres como si fueran meros objetos sexuales se ha visto algo tan denigrante como cubrir un plátano con nata y colocándolo encima del aparato genital masculino simular una felación, y algo gravísimo como la siempre aplicable novatada del embudo como canal para obligar a la ingesta de alcohol con el enorme peligro vital que supone el exceso y la mezcla de pacharán, whisky, anís, ron, vodka, etcétera, pudiendo tener como consecuencia muerte por intoxicación etílica, siendo lo mínimo el denominado 'blackout' o pérdida de memoria parcial. La palabra exacta que define todo esto es humillación y doblegamiento de la voluntad, lo cual si lo traducimos es coaccionar física y psicológicamente y mostrar superioridad que no es otra que un complejo de inferioridad disfrazado y que va más allá de una simple broma, como es disfrazarse de mujer, y me viene de nuevo a la mente otra de las novatadas en un equipo fútbol como es dar balonazos en una portería al nuevo integrante hasta provocarle hematomas por todo el cuerpo. Y esto no se puede obviar ni pasar por alto tanto las instituciones políticas como las educativas y políticas. Lo mismo que en la anterior legislatura hemos valorado la ley regulaba los espacios fumadores y no fumadores y se redujo el peligro para personas con enfermedad pulmonar obstructiva crónica, hoy nos alegra que el Senado aprueba frenar las novatadas, pero ha tardado demasiado, en el camino han quedado muchas de las consecuencias de semejantes prácticas.
María Pilar Enjamio Furelos. Psicólogo
