Fin a 22 días consecutivos de lluvias que acumulan unos 221 litros m2

La provincia de Huelva y también la capital se ha visto inmersa en una continua etapa de lluvias por el paso de diferentes borrascas algunas de las cuales han cogido de lleno a la provincia de Huelva, especialmente la primera y más voraz de ellas, Emma, que dejó numerosos desperfectos y daños a lo largo de toda la Costa que desde Huelva todavía están contabilizando. De eso hace ya 22 días consecutivos en los que, algunos más y otros menos ha terminado lloviendo en la capital onubense.
Según ha informado MeteoHuelva este martes se han cumplido 22 días seguidos de lluvias Desde que empezara, allá por el 26 de febrero, se han recogido 221 mm. Hay que recordar que la media anual en Huelva capital es de 500 mm y localidades como Aracena en estos 22 días han recogido más de 600 mm.
Sin embargo, estos 22 días consecutivos de lluvias, dejaran durante el miércoles y el jueves dos días de tregua. El viernes de dolores las lluvias pueden volver, pero a priori no se quedarán tanto tiempo con nosotros como en esta ocasión.
EMET ha informado del motivo por el que las precipitaciones han sido tan intensas: el final del invierno ha estado marcado por un calentamiento repentino de la estratosfera que rompió el vórtice polar provocando un cambio drástico del tiempo en Europa y en la Península. La temperatura media del invierno 2017-2018 ha tenido un carácter normal, con 0,3ºC por debajo de la media, y ha sido en húmedo, con una precipitación media un 2% por encima del valor medio del trimestre. Las precipitaciones acumuladas durante la primera quincena de marzo han sido superiores al doble del valor normal del total del mes de marzo.
Las previsiones de la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) para la próxima primavera, con las incertidumbres de esta estación de transición entre invierno y verano, se inclinan hacia un escenario con temperaturas algo por encima de lo normal en la mitad sur de la Península y en Baleares y con precipitaciones que quedarían por debajo de lo habitual en el suroeste peninsular y en Canarias.