Fertiberia paraliza la producción de urea en la planta de Palos de la Frontera

La crisis energética continúa haciendo estragos en la provincia. En esta ocasión, Fertiberia ha decidido paralizar la producción de urea en el complejo industrial que la multinacional tiene ubicado en Palos de la Frontera.
La decisión estratégica, que entró en vigor el pasado martes, día 8, se extenderá durante dos semanas y afectará a la fabricación de unas 10.400 toneladas de este aditivo destinado a la alimentación del ganado. La medida afectará también a la producción de urea adblue, una solución líquida diseñada para reducir las emisiones de óxido de nitrógeno que emiten los motores diésel.
La subida del precio del gas, unida a la de la electricidad y el petróleo, es de nuevo la responsable de la paralización parcial de la fábrica de Palos. Esta espiral de costes, agravada por la invasión de Rusia a Ucrania, amenaza seriamente con generar un efecto dominó en los principales sectores económicos e industriales. En este sentido, la paralización en otras industrias como la siderúrgica, la automoción o el transporte de mercancías ya se están haciendo notar en varias zonas del Estado.
Antecedente en octubre
No es la primera vez que la fábrica de Fertiberia en Palos detiene su actividad. El pasado mes de octubre esta misma planta fue objeto de una parada programada a causa de los elevados costes de la electricidad que afectó directamente a la producción de amoniaco.
En concreto, durante el citado mes, Feritiberia dejó de producir aproximadamente unas 33.300 toneladas de un gas que supone una de las materias primas esenciales de diversos fertilizantes.
Durante esta parada, según informó la empresa, se acometieron diversas actividades de mantenimiento en las instalaciones en el marco de inversiones en materia de eficiencia energética y optimización medioambiental.
Soluciones desde Europa
Para evitar nuevas paradas que compliquen aún más la recuperación económica, Bruselas parece decidida a desligar finalmente el precio de la luz y el gas y atajar la viabilidad de un modelo más verde a medio y largo plazo.
En la cumbre Europea de Versalles del pasado viernes, los veintisiete países miembros abordaron la revisión del sistema energético europeo entre cuyo principal hándicap se encuentra la dependencia energética del gas ruso. Así lo confirmó la propia presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, a través de su perfil de Twitter: "Los consumidores y las empresas necesitan alivio ahora. A finales de marzo, la CE presentará opciones para desligar la subida de precio de la electricidad de la del gas".
Queda por ver en qué se materializan estas medidas y si son suficientes para atajar las deficiencias de un sistema energético dependiente.