jueves. 16.05.2024
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El mercado negro de la covid-19: hasta mil euros por un certificado 

La exigibilidad de pasaportes y certificados covid ha hecho florecer en los últimos meses todo un mercado negro en torno a las falsificaciones digitales de dichos documentos, cuyo público son, principalmente, personas no vacunadas y todas aquellas que necesitan con urgencia un certificado para poder viajar sin restricciones.
El mercado negro de la covid-19: hasta mil euros por un certificado 

La exigibilidad de pasaportes y certificados covid ha hecho florecer en los últimos meses todo un mercado negro en torno a las falsificaciones digitales de dichos documentos, cuyo público son, principalmente, personas no vacunadas y todas aquellas que necesitan con urgencia un certificado para poder viajar sin restricciones.

A raíz de esta comercialización, la Policía mantiene abiertas actualmente varias investigaciones en torno a varias redes de distribución de pasaportes covid ilegales y pruebas PCR falsas cuyo destino son las provincias de Huelva, Sevilla y Cádiz.

En la mayoría de los casos, estos ciberdelincuentes actúan de forma organizada, difundiendo sus servicios a través de plataformas de mensajería, “especialmente en aquellas que ofrecen un refuerzo de seguridad encriptado y descentralizado, como puede ser Telegram para evitar su rastreo y detención posterior”, explica Carlos Méndez, técnico en ciberseguridad.

Previo a este paso, “existe un grupo dedicado exclusivamente a la captación de víctimas”, matiza Clara Hernández, experta en Tecnopolítica y estudios en Red. “Los ciberdelincuentes utilizan espacios en la red en los que puede haber clientes potenciales, como foros antivacunas o negacionistas. Algunos han sido creados especialmente para ello mientras que otros son parte de una estrategia más elaborada de la que estos grupos se aprovechan”

Carmen Álvarez [nombre ficticio] recurrió a uno de estos grupos en los que se ofrecían ‘pruebas PCR negativas en menos de 8 horas y a precios asequibles’ hace casi seis meses. En aquel momento, muchos países de la UE requerían todavía dobles pruebas negativas y un periodo de cuarentena a la llegada al país en caso de no tenerlas. “No tuve más remedio”, explica. “Me ofrecieron un trabajo de incorporación inmediata. En ese momento estaba en paro y con dos hijos. No me arrepiento, lo volvería a hacer si la comida de mis hijos dependiera de ello”.

Compraventa de datos personales

El caso de Carmen no es extraordinario. Esta vecina de la capital, compró por apenas 70 euros dos pruebas negativas, con dos fechas diferentes e idénticas a las que podría facilitar cualquier laboratorio: “No había forma de diferenciarla de cualquiera de las otras que me hice más tarde de forma legal”, asegura Carmen. “Únicamente tuve que facilitarles mis datos (nombre, apellidos y un correo electrónico) y enviarles el dinero al número que me indicaron después. En menos de 24 horas tenía las pruebas en mi poder. Nunca supe quienes eran ni volví a contactar con ellos”

Esta forma de proceder ha sido la habitual desde que se instauró la necesidad de certificar tanto la ausencia del virus como el estar al día de las vacunas disponibles. “Al contrario de lo que la gente piensa, la mayoría de las compraventas se realizan en Internet, no se recurre a ninguna dark net y tampoco se paga con criptomonedas. La mayoría es gente que ni siquiera ha oído hablar de la red Tor, son gente corriente, víctimas de un juego macabro en el que pueden acabar perdiendo mucho más que los cien o doscientos euros que cuesta un certificado”, asegura el hactivista B.L.M.