El infierno de los okupas en Gibraleón
En la urbanización Jardines del Odiel, el número de okupas supera ya al de propietarios.
Llegaron hace tres meses, y, para quedarse, primeros okuparon unas viviendas, luego otras y a día de hoy casi llegan a las 20. En la urbanización Jardines del Odiel, en Gibraleón, la población okupa supera ya a la de propietarios, gente joven que hace unos cinco años se apretó el cinturón para adquirir una vivienda en propiedad en esta nueva zona residencial de la localidad olontense. Un lugar que, a priori, estaba pensado para el descanso y como ciudad dormitorio para gente de fuera de la población. Alejado del centro pero bien comunicado con la capital y con un gran número de servicios a su alrededor.
Sin embargo, la tranquilidad ha durado poco. Desde hace tres meses el barrio se ha convertido en un auténtico "infierno", comenta una de las afectadas: "la música está a tope hasta altas horas de la madrugada, conciliar el descanso es complicado". Pero la contaminación acústica es el menor de los problemas, el miedo se ha convertido en el denominador común del vecindario, prefieren no desvelar su identidad por miedo a represalias. Otra de las afectadas ha comentado a diariodehuelva.es: "vivimos aterrorizados porque muchos de los nuevos vecinos se dedican a la venta del menudeo de droga". Una situación que han denunciado ante la Policía Local y la Guardia Civil para que abran las investigaciones oportunas. "Nosotros no nos oponemos a que okupen las casas, no es asunto nuestro, pero sí que pedimos que respeten las normas mínimas de convivencia". Según los vecinos, los robos están a la orden del día, aprovechan el material de las casas vacías para ir acondicionando viviendas "con lo que cogen de un par de casas o tres montan una".
Los vecinos han pedido a Servihabitat -propietaria de las viviendas- una solución a la problemática que están padeciendo, pero también han pedido una reunión para que el ayuntamiento de la Localidad tome cartas en el asunto, ya que los okupas viven enganchados a la red eléctrica y al agua. Después de dos meses, el alcalde olontense, José Ramón Gómez Cueli (PP), mantendrá una reunión con los afectados este martes, y también con los okupas.
Versión okupas
Por otro lado, los okupas aseguran que ellos han llegado a esta situación desesperados, porque no tienen techo, y esperan que cuanto antes puedan disfrutar de un alquiler social y que la administración les ofrezca una vivienda para solucionar su problema. De momento, continuarán instalándose en la zona y remodelando unas casas que estaban abandonadas, y que, según ellos, están "acondicionando".