¿Desafíos o palabras que se desvanecen en el nuevo año?

María Pilar Enjamio. Psicóloga

A punto de cerrarse un año con sus luces y sombras, con errores y aciertos pero sin posibilidad de retroceder en el tiempo, sí tenemos cabida para promesas, retos, desafíos y sacar enseñanzas de las experiencias vividas. Fantasía, sueños, luces, velas nos transmiten la idea de una luz en nuestro camino, un todo es posible y un vocablo hace su aparición, intento, seguido de otra palabra clave, lucha ya que ambas tienen que ir conexionadas para el éxito adentrando mentalmente los fracasos tienen sus causas y son pasajeros igual que en la etapa infantil antes de empezar a caminar se darán innumerables caídas pero finalmente no solo nos mantendremos erguidos sino que correremos. Todos los fallos son escuela y la fuerza humana es titánica. Seguimos rituales y nos sentimos arropados y reimos al realizarlos en grupo. Doce uvas para la prosperidad, hervir ramas de canela y aromatizar todas las estancias para atraer la energía y armonía, tirar prendas y objetos antiguos para abrirse a lo nuevo que  llega. El hecho de ordenar tu habitación, tu casa, tiene gran trascendencia a nivel mental al extrapolarse y fijar interiormente una idea de cambio y orden en la vida y la aromaterapia llega al cerebro y a la vez que purifica y limpia el ambiente provoca una apertura y claridad de ideas. No solo las actitudes son con respecto a nosotros mismos sino en referencia a los demás con respeto, solidaridad, porque de la relación con los demás y con el entorno dependerá nuestro equilibrio y bienestar. Comunicación frente a violencia, comprensión y equipo frente a egocentrismo. Escribiremos nuevas páginas en nuestra vida a mi manera, a tu manera, pero en aras de una misma felicidad. Que el sonido del choque de dos copas de champán sea el fin del pasado y un brindis por el comienzo de los sueños cumplidos.