Declaran este lunes los padres del niño fallecido por presunta negligencia médica

Consideran que "no fue tratado adecuadamente ni le hicieron las pruebas suficientes" en el hospital.
El Juzgado de Instrucción número 3 de Huelva ha admitido a trámite la denuncia de unos padres de Huelva que alegan que su hijo de seis años murió por una presunta negligencia médica. El pequeño falleció el 25 de marzo en el Hospital Virgen del Rocío de Sevilla, después de estar allí hospitalizado un mes y tras haber sido atendido en el Hospital Juan Ramón Jiménez, donde los padres consideran que “no fue tratado adecuadamente de una neumonía adquirida en la comunidad”.
Los padres consideran que el niño “no fue diagnosticado correctamente y no le practicaron las pruebas diagnósticas suficientes”. Denuncian así un presunto delito de homicidio imprudente contra las personas que resulten responsables de lo ocurrido.
Por su parte, el juzgado considera que podría haber algún tipo de infracción penal y ha citado a los padres a declarar este lunes 18 de enero. Ha solicitado además al Hospital Virgen del Rocío de Sevilla y al Juan Ramón Jiménez los informes sobre este caso.
Según la denuncia interpuesta por los padres, a la que ha tenido acceso diariodehuelva.es, los hechos se remontan al 9 de febrero de 2015, cuando llevaron al niño a su médico de cabecera en San Juan del Puerto con fiebre, tos, vómitos y dolor de cabeza y en todo el cuerpo. Entonces “le diagnosticaron gripe”. Pero, a los días siguientes el niño empeora y seis días más tarde lo llevan de urgencias de San Juan del Puerto, y de allí es derivado al Hospital Juan Ramón Jiménez “para su ingreso al haber empeorado y encontrarse deshidratado”.
Una vez en el Juan Ramón Jiménez, le hacen una analítica de sangre y una radiografía del tórax, “donde el pulmón ya aparece afectado, sin que esto fuera considerado grave por el facultativo para realizarle más pruebas”. De acuerdo con la denuncia, se le diagnostica una neumonía adquirida en la comunidad y es dado de alta “por una supuesta mejoría, sin ingresarlo como había indicado el médico de San Juan e indicándole que los antibióticos habían comenzado a hacerle efecto y que fuera dos o tres días más tarde a su médico”.
En este punto, los padres denuncian que “no se le insertó al niño una vía para administrar solución salina y rehidratarlo, los antibióticos no podían haberle hecho efecto porque la mejoría tarda en notarse entre 24 y 48 horas, tampoco le realizaron pruebas diagnósticas suficientes, y no consideraron necesario ingresarlo”. El niño se fue así a casa y lo llevaron de nuevo a su médico de cabecera días más tarde, tal y como indicaron en el hospital. En esta exploración, el pediatra pide una ambulancia y lo envía con urgencia al Juan Ramón Jiménez para su ingreso. Una vez allí, y ya con oxígeno, “tiene que esperar siete horas para que le lleven a planta”.
Ya en la habitación, los facultativos “empiezan a administrarle medicación de forma inmediata, sin informar del estado del menor” a sus padres. Pero “no es hasta el día siguiente cuando se le realiza la ecografía que confirma que tiene pus en el pulmón”. Es entonces cuando informan del traslado al menor al Hospital Virgen del Rocío de Sevilla para una intervención de urgencia, traslado para el que “tiene que esperar cuatro horas por falta de ambulancia”, tal y como consta en la denuncia.
Una vez en Sevilla, y tras la intervención, “se informa a los padres que el niño no evoluciona como deseaban, que sean conscientes de que ingresó muy grave y con los pulmones encharcados en pus”, por lo que es sometido a una segunda operación. Tras ésta, el niño tenía dificultades para respirar y “lo mantienen conectado con soporte vital durante 23 días hasta su fallecimiento”.