El chiringuito de 'El Marismeño' abre con quejas por el ruido, pero sin denuncias

El chiringuito Uno Beach Club de la Punta de la Canaleta en Punta Umbría lleva una semana abierto con algunas quejas de los vecinos por el ruido, pero sin que consten denuncias, según señala la Asociación de Amigos Punta de la Canaleta, creada para oponerse a este establecimiento por tratarse de una construcción de hormigón en una zona de dominio público marítimo terrestre que, asimismo, también es paraje natural.
El chiringuito, propiedad de la empresa Tanajale, entre cuyos propietarios está Pepe Gómez 'El Marismeño', se inauguró el pasado viernes con poco público, según señalan los vecinos, que se quejaron del ruido sobre todo el sábado, en el que se celebró una boda.
El secretario de la asociación vecinal, Francisco Esquivias, reconoce que, por el momento está habiendo poca afluencia de público, al haber pasado ya le época veraniega. "Habrá que esperar a épocas con una mayor afluencia de gente como Navidades y Semana Santa para ver las molestias", sostiene Esquivias. Aún así, vigilarán que el establecimiento cumpla con la normativa vigente en lo que respecta a los horarios de apertura y cierre, el aforo y con los decibelios permitidos.
Asimismo, los vecinos seguirán adelante con el contencioso administrativo ante el TSJA para que declare nula una concesión que consideran ilegal. En este sentido, aclaran que no tienen nada contra la empresa que gestiona el chiringuito ni contra Pepe 'El Marismeño', sino "contra el Ayuntamiento de Punta Umbría, que ha permitido una actividad que es nociva para el entorno".
El chiringuito ha estado envuelto en la polémica desde que el 7 de marzo el Ayuntamiento de Punta Umbría le adjudicase la concesión mediante concurso público. Los vecinos se quejan de que está al lado de otro establecimiento y muestran su "total disconformidad con la atrocidad medioambiental que se está perpetrando en el lugar", un paraje natural, al que temen que acudan muchos más coches en una zona saturada ya de tráfico.
Las obras del Uno Beach Club fueron paralizadas por el Ayuntamiento puntaumbrieño en dos ocasiones, una de ellas a requerimiento del Seprona por no ajustarse a las normas urbanísticas para las que se había concedido la licencia. Unas paralizaciones que fueron levantadas mediante decretos de Alcaldía.
Mientras tanto, los vecinos se han organizado en asociación, han convocado una concentración, han recogido firmas y han llevado la concesión a los tribunales. La plataforma Mesa de la Ría también ha denunciado ante Bruselas a la Junta de Andalucía al entender que "no se han sometido por la Junta a una adecuada y específica evaluación de sus efectos sobre el medio ambiente y en concreto sobre el lugar protegido LIC Marismas del Odiel". Ante ello, 'El Marismeño' niega que su establecimiento esté en un paraje natural, asegura que es el único que cumple la ley y amenaza con denunciar a quienes lo ataquen. Pese a todo, Pepe Gómez ha logrado abrir su chiringuito, pero parece que el asunto no ha terminado y todo apunta a que seguirá trayendo cola.