sábado. 20.04.2024
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¿Por qué la cena de Navidad será más cara este año?

La espiral inflacionista en los mercados alimenticios condiciona ya el precio de los alimentos más demandados en Navidad, especialmente el del aceite, que marca máximos históricos, la carne y el azúcar.
¿Por qué la cena de Navidad será más cara este año?

La cena oficial de Navidad y las diversas comidas y encuentros con amigos y compañeros de trabajo se presentan este año como una cuesta de enero adelantada para los bolsillos onubenses.

Así se desprende de los datos publicados esta semana por el Instituto Nacional de Estadística (INE) que apuntan a que la inflación continúa su escalada alcista situándose ya en un 5,6 %, un nuevo máximo histórico que no se registraba desde hacía casi treinta años.

El responsable de esta espiral inflacionista, según aclara el INE, es el precio de los alimentos seguido del de los carburantes que continúan acaparando la presión sobre la cesta de la compra de los hogares onubenses. La electricidad, cuyo precio venía en aumento en los últimos meses, parece ser el único elemento que ofrecerá un respiro estas Navidades aunque no está claro que se vaya a notar mucho en los abultados recibos de la luz.

En concreto, el precio de alimentos básicos como el aceite ha registrado un aumento del 75 % sobre el precio de octubre del pasado año y un máximo histórico de 184,85 puntos porcentuales. Así, un litro de aceite cuyo precio rondaba hace un año los 1,9 euros el kilo, ahora alcanza entre los 3,2 y los 3,5 euros, una subida que ya han podido apreciar los consumidores de los diferentes establecimientos.

El azúcar y los cereales son, por su parte, los otros dos elementos del puzzle inflacionista. Ambos alimentos han crecido un 40 % y un 23 % respectivamente con respecto a los precios de 2020. La subida del coste de estos productos no es baladí. Los ganaderos llevan meses alertando sobre el efecto rebote que tiene el aumento del precio de los cereales con los que alimentan a sus reses. El crecimiento del precio de la carne ya ha comenzado a notarse en casi un 23 % sobre los precios del pasado año.

La emergencia climática, clave en el aumento de precios

Esta coyuntura marcada por la inflación se está sintiendo en buena parte del mundo, a excepción de algunos países como China y Japón donde incluso se observan episodios de deflación, el cambio climático parece ser el denominador común en la escalada de precios. 

Las inundaciones de Bangladés, India, Nepal e Indonesia o la crisis hídrica de Brasil dejan la oferta mundial de alimentos de primera necesidad como el azúcar, el arroz o el trigo en una situación crítica. 

Lo mismo sucede con el aceite andaluz tras tres años de sequía ininterrumpida. Los agricultores alertan de que las cosechas son cada vez más reducidas mientras que la demanda tanto dentro como fuera del Estado es cada año mayor.

Así, el pulso que mantienen año tras año la Confederación Hidrográfica del Guadiana (CHG) con los regates del olivo se recrudece. Mientras los primeros exigen "un reparto equitativo del agua" para evitar subidas de precio abusivas como las actuales, la CHG asegura que no pueden ampliar el número de litros destinados al olivo "por una cuestión de escasez y para no comprometer el futuro inmediato de la cuenca, que actualmente se encuentra en un 30 % de capacidad".