martes. 23.04.2024
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Los cámpines esperan una buena temporada a pesar de los altos niveles de alerta sanitaria

Desde el pasado mes de mayo se encuentran disponibles para la pernoctación unas 14.400 plazas que han ido aumentando de forma progresiva y escalonada sin todavía llegar a las 18.000 que conforman la oferta total de los 12 cámpines con los que cuenta la provincia.
Los cámpines esperan una buena temporada a pesar de los altos niveles de alerta sanitaria

El camping siempre ha sido una opción muy atractiva para las vacaciones estivales, especialmente para las familias con hijos. Sin embargo, esta consideración tradicional parece haber evolucionado hasta convertirse en una de las alternativas vacacionales favoritas para buena parte de la población. Solo hay que echar un vistazo al incremento en el número de búsquedas que arrojan los registros de Google para el término “Camping en Huelva”.

Ciertamente, los establecimientos de acampada parecen poseer todos los ingredientes que el exige mundo postpandemia a quienes quieren disfrutar de unas merecidas vacaciones: cercanía, precios asequibles para las maltrechas economías familiares y espacios abiertos para cumplir con las medidas sanitarias. 

Los doce cámpines con los que actualmente cuenta la provincia comienzan a dar buena cuenta de ello. 

Desde el pasado mes de mayo se encuentran disponibles para la pernoctación unas 14.400 plazas que han ido aumentando de forma progresiva y escalonada sin todavía llegar a las 18.000 que conforman la oferta total de la provincia. Este dato supone que los establecimientos para acampar en la provincia se encuentran entorno al 80 % de su funcionamiento total días antes del comienzo de la temporada estival, según los datos de la Consejería de Turismo.

El dato de la tasa de ocupación, sin embargo, se encarga de enfriar el panorama optimista que ha venido reflejando el incremento de plazas. Actualmente este índice apenas supera el 40 % y los expertos más optimistas no confían en que aumente más allá del 60 % incluso en los meses de julio y agosto en los que la demanda suele dispararse.

La mayoría de pequeños campines, incluso, no supera el 15% de ocupación a la fecha de publicación de este artículo.

Comparado con 2020, un año que pasará a la historia por ser una hoja en banco, las cifras que se barajan actualmente parecen un éxito y muchos de los hosteleros confían en que la situación mejore o, al menos, que no vuelva a retroceder a causa de la emergencia sanitaria. "Esperamos un buen año, al menos que no sea tan complicado como el pasado y que la covid-19 respete los próximos meses", esperan desde el camping de Punta Umbría.

Alerta sanitaria y demanda 

Queda, pues, por ver qué tipo de comportamiento tendrán las reservas, si se mantendrán las previsiones realizadas hasta ahora o si por el contrario el nivel de alerta en el que se encuentra actualmente la costa de Huelva desviará la demanda hacia otras provincias más seguras. “Hay que tomar estas previsiones con cautela porque no sabemos cómo puede evolucionar la pandemia”, explicaba el secretario general del Círculo Empresarial de Turismo de Huelva (CETH), Rafael Barba.

Lo cierto es que la demanda depende en buena medida de un conjunto de intangibles, tales como la sensación de seguridad, que difícilmente son compatibles con unos niveles de la covid-19 como los alcanzados en la provincia las últimas semanas.

Y es que Huelva se encuentra actualmente atravesando uno de los momentos más inestables desde que se desactivara el Estado de Alarma y azotadas por la cepa británica. Teniendo en cuenta que el grueso de los establecimientos de campines en la provincia se concentran en estos núcleos, los expertos consultados por este diario coinciden en afirmar que no sería extraño ver que la demanda fuese aún más baja de lo esperado inicialmente.

En este sentido, algunos establecimientos como el Camping Village Doñarrayan Park de Hinojos han tenido que adaptar su política de cancelaciones para que los clientes se sientan más tranquilos a la hora de hacer sus reservas: "Hay que tener mucha prudencia en cuanto a las reservas pero como hacemos íntegras las devoluciones en caso de cancelación no creo que esto sea un problema para nuestros futuros clientes", explica a Diario de Huelva Enrique La Orden, gerente del establecimiento.

Ayudas al sector que no llegan

Además de la posible volatilidad de la demanda, a los establecimientos de acampadas turísticas les preocupa especialmente cuándo llegarán las ayudas prometidas por la Junta de Andalucía.

El pasado mes de abril, el Consejo de Gobierno de Andalucía aprobó un decreto de ayudas al sector por un valor de 60 millones de euros. De dicho montante, a los campamentos de turismo y complejos turísticos rurales les corresponden 3,8 millones que deben servir para paliar las pérdidas sufridas durante los meses en los que no pudieron abrir a causa de la situación sanitaria. Una cantidad que los hosteleros consideran "insignificante" y que llegó a desincentivarlos a la hora de realizar los trámites burocráticos que exigía la Junta. "Ni las hemos recibido ni las vamos a recibir", explica La Orden, "las cantidades eran tan insignificantes que ni siquiera completamos la petición".

En las ayudas a campamentos de turismo y complejos turísticos rurales, para las áreas de pernocta de autocaravanas, habrá una cuota fija de 3.000 euros; y para los camping y complejos turísticos rurales, la cuantía se determinará en función del número de trabajadores por cuenta ajena a 13 de marzo (hasta 9 trabajadores: 10.000 euros; y 10 o más trabajadores: 20.000 euros).

Dos meses después, sin embargo, y a las puertas del inicio de la temporada alta los hosteleros que sí finalizaron la petición continúan esperando las subvenciones y todavía no saben con certeza cuándo podrán contar con ese dinero.