Camino rociero, sendero y terapia vital

Rocío es amor, liberarse de fobias, un cambio de actitud existencial.
EL ROCÍO, cambio de actitud existencial, rayos de fe que vuelve a nacer, ilusión como la novia espera dar el sí quiero en el altar, despertar de la inquietud con un sí se puede, todo es posible aunando terapias múltiples completamente inseparables y de máxima efectividad. Ya salen las carretas engalanadas con esmero y llenas de color, suenan los tamboriles, toque de inicio de camino con esa hermandad que llevamos su esencia tan dentro y llevaron nuestros mayores. No existe el cansancio ni una queja, se palpa en el ambiente, se contagia ese pisar de la raya con esa tierra milagrosa impregnada en los botos que caminan con el eco tranquilizador de esos tamboriles que incitan a bailar y cantar. Y llega la terapia grupal más beneficiosa, una pará en el camino... no te preocupes, compadre, a mí me pasó lo mismo. Se aleja la soledad, compartiendo vivencias y comida y siendo familia, ese auténtico espíritu cristiano de compartir y que va más allá de ritos que por sí solos carecen de su esencia.
A la luz de la candela hay emoción ante un rostro tan bello impregnado en esos instantes de vida, de guía, de sendero, la Pastora de las Marismas que nunca nos abandonará y creará milagrosamente fe y esperanza y será un rito iniciático de curación física, psíquica, o ambas, trocando ese esquema mental de angustia en ilusión, depresión en renacer, desaparecen las fobias y los miedos, porque con una imagen de la Blanca Paloma no hay peligro que temer y ésta es la mejor terapia y la que más cura. Al cruzar el río Quema, bautismo de nuevos rocieros ya se nos acerca la ermita, blanca como su Reina y allí se llora, se emociona, se le cuenta, se le pide como a la mejor amiga y madre y parece que la Virgen del Rocío nos sonríe y nos alivia las cargas. Quedan los días en la aldea y aquí nace la flamencoterapia, la terapia del cante de fandangos, de sevillanas, de coros rocieros, junto con la equinoterapia con ese equilibrio muscular y óseo de montar a caballo.
Y como no las nuevas amistades que dan calor y alegría junto con los diseños de trajes de múltiples formas y coloridos al igual que las flores y cuya visión estimula la positividad a nivel cerebral a través del color y los matices. SE CUMPLE LO QUE SE SUEÑA. EL QUE PISA LAS ARENAS SIEMPRE VOLVERÁ. Marisma, Pastora, Paloma de paz como tu nombre, Rocío, sendero en la raya y sendero en la vida.
María Pilar Enjamio Furelos. Psicólogo