miércoles. 25.06.2025
El tiempo

Aumenta la preocupación por el menor

Aumenta la preocupación por el menor

La psicóloga Pilar Enjamio analiza los últimos intentos de secuestros a menores.

No hay un día en que no nos levantemos exaltados por un intento de secuestro a un menor o una violación y nos preguntemos si estamos creando una sociedad enferma, de monstruos.
 
En estos momentos me gustaría abrazar y apoyar a ese menor de 15 años con síndrome de Down que fue objeto de una agresión sexual en los baños de una piscina en El Portil, Punta Umbría, supuestamente por un hombre de 46 años, casado y con hijos, y que gracias a una acertada decisión judicial ingresó en prisión hasta que se celebre el juicio. No tengo palabras ni calificativos para algo tan repugnante y despreciable, y pienso en el trauma psicológico de este menor, y en que ya nadie podrá evitarlo, a pesar de las buenas medidas tomadas.

Aquí, afortunadamente, se ha puesto rostro y voz al agresor, pero en diversos puntos de nuestra geografía, como en Madrid, hay uno, aunque yo creo que son varios, pedófilos o pederastas sin ni siquiera un retrato robot fiable, sin validez de las descripciones dadas por los menores debido a que fueron narcotizados y abandonados amén de la confusión y el pánico que provoca la situación vivida, con la excepción de una de ellas que no fue sedada y pudo ver unas cicatrices en un brazo y dos lunares en el rostro, ya que de la descripción del pelo no debemos fiarnos, pues puede llevar peluca.

Estos desconocidos, con una base de trastorno mental y un rasgo psicótico de premeditación, estudian bien el terreno y después cazan su presa, y la mayoría suelen contentarse con actitudes “voyeuristas”, observar la desnudez o realizar caricias, pero hay en algunos de ellos un componente sádico de placer con el dolor y con un complejo de inferioridad que le impide llevar una relación normal de pareja, esta frustración les creará gran sufrimiento si son rechazados, por eso el sometimiento y el dominio del más débil le alivia ese trauma de su nulo valor y que tiene su origen en su niñez y en las experiencias vividas de carencia de afecto, violación posible de alguien del entorno o desetructuración familiar, entre otros.

Debe eliminarse la creencia del temor o vergüenza al sufrir un episodio de este tipo. La policía es tu amiga, te escuchará, y tus padres también y te protegerán. El hecho de narcotizar impide ser descubierto, así, en principio, no existe agresividad, pues que la víctima sienta pánico y el secuestrador no controle la situación, podría tener una consecuencia fatídica, como la muerte del menor.

Tampoco se debe crear una paranoia y miedo extremo de ver el rostro de un agresor en cada persona de la calle que parece que nos mira, pero sí que no se puede negar que la situación es preocupante y por ello los menores deben ir acompañados a cualquier hora del día y evitar grandes aglomeraciones. Además, es importante controlar sus relaciones virtuales y conexiones a la red, ya que cualquier información puede ser utilizada, sabiendo que no son pocos los que usan nombres falsos en la red.

Finalmente, señalar que no es nada afortunada la afirmación de Cristina Cifuentes hablando de instalación de cámaras en Ciudad Lineal, un barrio madrileño, ya que da pistas al pederasta que actuará en otro lugar y entorpecerá la labor policial.

María Pilar Enjamio. Psicóloga.chichologa

Comentarios