Y dicen que no se puede aparcar en Pescadería…
Un lector nos enseña cómo se las ingenió un conductor que, desesperado en busca de una plaza, optó por la vía rápida en una tarde de lluvia. Esa 'semiplaza' era muy golosa...

Día de lluvia y toca aparcar en Pescadería, una barriada por norma general saturada de coches estacionados por doquier... El conductor de este Saxo, harto de dar vueltas, optó por la vía rápida y vio una matemática profunda en esa miniplaza de la calle Presidente Adolfo Suárez, que apenas daba para una moto, y el resultado de la maniobra salta a la vista.
Pero la imagen no muestra el proceso, ya que el vehículo tuvo que subirse al acerado para sortear el árbol y hacerse con el ansiado aparcamiento. Y sin dejar un hueco de cortesía al vehículo estacionado delante.
Y ocurrió lo que era inevitable, se llevó su correspondiente multa. La Policía Local no pudo ignorar semejante despropósito. Ésta no coló, a pesar de la lluvia.