Convocan una concentración de solidaridad con Ucrania en la Plaza de las Monjas
Un grupo de residentes ucranianos en Huelva y colectivos de apoyo están convocando para esta tarde una concentración en solidaridad con Ucrania bajo el lema ?NO a la Guerra'. Será en la Plaza de las Monjas a las siete de la tarde.
Hasta en 11 pueblos de la provincia de Huelva y, sobre todo, en la capital conviven ciudadanos de Ucrania y Rusia en estos momentos de tensión bélica que ha desembocado en una guerra abierta. Son comunidades que si bien no comparten encuentros y eventos sí interrelacionan sobre todo en zonas agrícolas, especialmente ahora en plena campaña fresera y de frutos rojos.
La población más numerosa de ambas nacionalidades viven en la capital, que acoge, según el último Padrón de habitantes, a 415 ucranianos y 129 rusos, de los 939 y 192 totales que residen sobre todo en la zona sur de la provincia.
Las comarcas donde no residen ni rusos ni ucranianos son la Sierra de Aracena y Picos de Aroche, la Cuenca Minera y el Andévalo. Sólo en Valverde y Gibraleón viven ciudadanos ucranianos fuera del sur provincial.
Los pueblos donde conviven más ciudadanos procedentes de Ucrania y Rusia son Moguer, con 83 ucranianos y 7 rusos; Cartaya, 78 ucranianos y 7 rusos; Lepe, 76 ucranianos y 11 rusos; Palos, 37 ucranianos y 6 rusos; Isla Cristina, 20 ucranianos y 2 rusos; Almonte, 19 ucranianos y 2 rusos; Ayamonte, 19 ucranianos y 13 rusos; Aljaraque, 11 ucranianos y 4 rusos; Punta Umbría, 9 ucranianos y 4 rusos, Bollullos, 4 ucranianos y 5 rusos y La Palma, 13 ucranianos y 1 ruso.
De esta forma, Bollullos se convierte en el único pueblo de la provincia onubense donde los residentes rusos superan a los ucranianos.
Ha sido el párroco de los Santos Cirilo y Metodio la capital, Dmytro Savchuk, quien ha puesto voz a esa preocupación creciente. La parroquia acoge a la comunidad greco-católica presente en la provincia, en su mayoría de origen ucraniano.
El templo, situado en la calle Tesoro de la Aliseda del barrio onubense de la Florida, abrió sus puertas en junio de 2015 y atiende a más de mil ucranianos y de otros países del Este con su rito propio. Además, Dmytro Savchuk atiende también a la comunidad de Sevilla.
