Llegan las lluvias... y las ratas
No han hecho más que llegar las primeras lluvias del otoño y han venido acompañadas de esos animales que, sin ser de aquellos que se consideran amigos del hombre, ya se han acostumbrado a estar entre los onubenses.
Ya había dejado de ser noticia la proliferación de ratas y roedores en los barrios de la periferia de la ciudad. No porque hubiesen dejado de aparecer, sino porque, al ser tan habituales ya nunca constituyen una noticia. Lo que no era común es que estos animales aparecieran por barrios céntricos como La Merced o Isla Chica, que es lo que se está produciendo estos días en la capital onubense.
Vecinos de esos barrios han tenido que ir sorteando ratas que transitaban por las aceras. En esos dos barrios que sepamos, aunque casi con toda seguridad se estará produciendo por el resto de barriadas.
Lo único bueno de todo esto es que, al menos en este ámbito, los barrios de la periferia han perdido una desventaja respecto a las zonas del centro, un mérito que, en este caso, hay que atribuir al Ayuntamiento. ¿Qué otra administración pública será responsable en mantener los espacios de la ciudad en condiciones de salubridad?