Las elecciones, como agua de mayo
El final del año 2014 viene cargado de obras y de actuaciones destacadas en no pocos municipios de la provincia. En un principio resulta extraño que, tras más de tres años de parálisis y de todo tipo de justificaciones o excusas basadas en la escasez de recursos, ahora, de pronto, todos los ayuntamientos tengan dinero para mejorar las calles y barriadas. Pero claro, a poco que eche uno un vistazo en el horizonte temporal se da cuenta de que nada de esto es de extrañar. En menos de cinco meses, en mayo, son las próximas elecciones municipales y los alcaldes se han puesto manos a la obra para contentar, a partir de ahora, a buena parte de sus vecinos.
El caso del Ayuntamiento de Huelva es un ejemplo claro de ello. Unos 15 años después de que el Recreativo de Huelva se trasladade de Isla Chica a Pescadería el Consistorio comienza, justo ahora, las obras de reordenación urbanística de los terrenos del viejo Estadio Colombino. Curiosamente no es ninguna actuación de gran envergadura. Las obras no van a consistir en el último gran proyecto aprobado para la zona. Sólo se va a adecentar el solar para convertirlo en lo que ya es: un aparcamiento de 300 plazas, pero eso sí, más limpio. Casualmente, no es esta la única actuación que el equipo de gobierno del PP lleva a cabo en la zona a las puertas de unas elecciones municipales. También el derribo del viejo Estadio se produjo poco antes de unos comicios, aunque no sirvió para nada más que para dejar a la vista el lamentable solar abandonado que los onubenses han sufrido durante los últimos años.
Lo mismo ocurre con el nuevo contrato de limpieza firmado recientemente por e Ayuntamiento con la empresa Ferrovial. El más grande de la historia, dice el alcalde, Pedro Rodríguez. Lo que no explica es que ese contrato contempla la prestación de servicios que antes se llevaban a cabo mediante varios contratos distintos, por lo que habría que comparar el coste del nuevo contrato con la suma de todos aquellos en los que se divide, hasta ahora, el servicio de limpieza y mantenimiento de todos los espacios públicos de la ciudad.
Y ahora vienen también la Navidad, Nochevieja y los Reyes Magos, con sus cabalgata y alumbrado navideño incluidos. Seguro que las carrozas que este año llevarán la ilusión a los más pequeños no son de las mismas dimensiones ni majestuosidad que las del año pasado. Quedan sólo ocho días para comprobarlo.
Con estos precedentes, los onubenses están encantados con que haya elecciones. No porque vayan a ir a votar, que también los habrá, sino sobre todo porque les ponen a punto la ciudad. Benditas elecciones, dirán algunos, que este año llegan como agua de mayo.
