Granada aturdidora, baile de cargos

La bomba que estalló la semana pasada en relación con el conocido caso de las mordidas (operación redenominada 'Enredadera'), que investiga la jueza de Sevilla Mercedes Alaya no fue de fragmentación, más bien fue una granada conmocionadora, que provocó tal shock que durante varias horas tuvo a todos en una confusión desorbitada. Hoy se conoce que fueron tres los funcionarios detenidos (y ya puestos en libertad), y se sabe también que uno es el jefe de Carreteras de la Delegación de Fomento de la Junta, mientras que los otros dos pertenecen al Ministerio de Fomento. Ese efecto de granada aturdidora afectó a la misma denominación de los cargos. Desde las primeras horas la Guardia Civil informaba de que los tres detenidos eran de la Administración autonómica. Los desmentidos llegarían ipso facto. Sólo uno de ellos era de la Junta, los otros dos también eran de Fomento, pero del Ministerio. La Subdelegación evitó pronunciarse. Por supuesto, la Delegación del Gobierno andaluz sí que salió al paso de las informaciones que se presuponían no oficiosas, afirmando y reafirmando que sólo era uno de 'ellos', el mismo que ha sido cesado pocas horas después de conocerse los hechos. Y en el otro lado, los del Ministerio, y el subdelegado guardó silencio sobre los mismos. El impacto entre el funcionariado de ambos organismos ha sido notable, y algunos de ellos, 'off the record', aseguran que conocían desde hace meses las prácticas nada legales de compañeros suyos... E incluso quisieron dar el paso de denunciar, aunque algo les frenó. La bomba ha estallado ya, y entre los empleados públicos se escucha eso de que "ya lo dije yo", y no sólo eso, sino que, por lo que saben, podrían conocerse más detenciones en el futuro. Se han registado sólo algunos cajones, dicen, pero hay más.