lunes. 29.04.2024
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El Estado carga a los trabajos de exhumación de fosas el mismo IVA que a los yates de lujo

Algunas asociaciones memorialistas piden ya que el Estado rebaje el IVA del 21% que aplica a estas actuaciones de memoria histórica.
Trabajos de exhumación en el cementerio de La Soledad
Trabajos de exhumación en el cementerio de La Soledad
El Estado carga a los trabajos de exhumación de fosas el mismo IVA que a los yates de lujo

El programa de exhumaciones de fosas de la represión franquista se topa cada día con obstáculos de todo tipo, no solo de carácter ideológico.

Ahora se va conociendo que el Estado carga a los trabajos de exhumación de fosas el mismo Impuesto sobre el Valor Añadido que a los yates de lujo, el 21%.

Desde algunos colectivos memorialistas hace tiempo que se está lanzando a la sociedad un debate interesante sobre las subvenciones que se conceden desde ayuntamientos, diputaciones y el Gobierno a los trabajos de apertura de fosas y búsqueda de víctimas del franquismo.

El debate tiene mucho que ver con el IVA que se le aplica a esos trabajos de exhumación y que se considera un tanto abusivo porque encarece las actuaciones sobremanera y evita que ese dinero se pueda usar en la ampliación de trabajos. Y es que el IVA que se aplica a estos trabajos es el mismo con el que se marca, por ejemplo, la compra de yates de lujo, el 21%.

Hay apoyo a intervenciones marcadas en 400.000 euros, como por ejemplo Pico Reja, que luego coinciden bastante con lo que se recaudará desde Hacienda a base de IVA. Un extremo que no pasa desapercibido porque da la sensación de que se aporta y luego se cobra.

O en el caso de Córdoba, donde se dio a conocer un presupuesto de 1.322.314,05 euros, más 277.685,95 euros de IVA, lo que supone un total de 1.600.000 euros. En Huelva también se incluyen los trabajos realizados en Nerva o el proyecto del cementerio de La Soldedad, donde recientemente se han licitado los trabajos de exhumación de los asesinados por el franquismo.

Por eso ya se está pidiendo que el Estado rebaje el IVA del 21% que aplica a estas actuaciones de memoria histórica.

Las asociaciones entienden que “a la Memoria no se le puede tratar como si fuera una multinacional o una empresa potente. Se debería hacer todo lo posible para controlar que todo el dinero vaya a la exhumación sí o sí, fiscalizando, eso sí, lo que se hace o se deja de hacer tanto si son subvenciones como licitaciones”.

En su momento ocurría que antes de que se pagase una subvención, casi siempre insuficiente, llegaba la obligación de pagar los impuestos y en este punto se puede calcular el impacto en las asociaciones o en quienes lo asumían como autónomos. El no tener que pagar el IVA hubiera ayudado a muchas entidades y personas a no endeudarse. Evidentemente en las situaciones en que se ha actuado en tiempo libre, por militancia y sin recibir un céntimo no ha habido ese exceso de coste.

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