El paso de peatones de la discordia

La muerte de un hombre por atropello en la Alameda Sundheim ha reavivado el debate sobre los riesgos que existen en esta avenida debido a la enorme cantidad de peatones que cruzan sin utilizar los correspondientes pasos de peatones. El trasiego constante de ciudadanos a los juzgados (a un lado y otro de la calzada) y la separación entre los pasos de peatones, uno en la cuesta de Hipercor y otro a la altura del Museo, propicia que muchos se arriesguen a cruzar de un lado a otro en un tramo donde los vehículos circulan a no poca velocidad. El atropello mortal de este miércoles ha provocado reacciones de todo tipo. Unos piensan que las desgracias vienen por simple 'pereza', por no andar unos metros más para cruzar por el paso del hotel luz. Otros, sin embargo, apuntan a la necesidad de habilitar más pasos de peatones, fundamentalmente uno en el tramo a la altura de las sedes judiciales. Esta segunda opción ha protagonizado el debate político en varias ocasiones, e incluso ha sido una reivindicación de los profesionales de la Justicia, que tienen que estar entre una y otra sede constantemente. A ello se suma una valla protectora en la sede judicial frente a la Audiencia que obliga a los peatones que deciden jugársela a cruzar en diagonal la carretera, aumentando la peligrosidad. El debate sigue abierto, y mientras se zanja (si es que llega a zanjarse), muchos seguirán cruzando por donde no se debe en esta avenida. Desde aquí, nuestro pésame por el fallecido.