Cientos de personas acuden cada día a contemplar el enorme rostro esculpido en el acantilado de Rompeculos

El enorme rostro que ha aparecido esculpido en la pared del acantilado de la playa de Rompeculos (Mazagón) va camino de convertirse en un reclamo turístico sorprendente.

Una cosa parecida a lo que ocurrió hace más de una década con el famoso Ecce Homo de Borja, cuando una fallida restauración se convirtió en todo un fenómeno nacional e internacional.
Desde que diariodehuelva.es publicó las imágenes de la escultura que preside el popular acantilado cientos de personas desfilan cada día para contemplarlo y hacerle fotos y vídeos.
A las once de la mañana ya no hay aparcamientos libres en la zona.

Los curiosos acuden a ver la escultura y de paso echan un día en esta conocida playa moguereña.

El misterio sigue su curso y solo ha trascendido un dato: un hombre con una pala ha estado trabajando en el acantilado desde el pasado mes de abril para conseguir este rostro tan nítido que no ha sido borrado ni por las lluvias caídas el pasado mes de junio en la zona.

El caso es que la escultura está provocando un tremendo efecto llamada y se nota mucho en los accesos y servicios de la playa de Rompeculos y su entorno.

La playa de Rompeculos forma parte de la costa oriental de Huelva y tiene una longitud de unos 3.000 metros. Es un paraíso natural con la ventaja de que el bañista tiene todo el espacio disponible y no está masificada.