Mazagón, acosada por una oleada de robos
Mazagón se ha visto este verano sacudida por una oleada de robos. La indignación no deja de incrementarse entre la población conforme salen a la luz nuevos casos que han afectado a la población autóctona y los veraneantes, lo que ha generado una enorme indignación por la impunidad con la que parecen operar estos delincuentes que aprovechan la “escasa presencia policial” que denuncian los vecinos.
Pamela Loaisa ha sido una de esas víctimas. Los cacos aprovecharon la puerta de acceso del local donde desarrolla su puesto de trabajo para sustraerle con todo sigilo su bolso. Ni ella ni sus dos compañeros de trabajo se percataron que una persona ajena al negocio se agenció el producto de marroquinería, en cuyo interior guardaba la quincena del mes que había cobrado ese día en metálico. Además, en su interior se encontraba las llaves de su vehículo.
La víctima señala que se percató del robo cuando no divisó su Renault Clio de color negro. Al acudir a recoger las llaves del bolso constató que no se encontraba. Al acudir a interponer la denuncia correspondiente le fue entregado su bolso con la documentación, que había sido abandonada por los delincuentes en en el Parque público en las postrimerías del faro costero.
La joven destaca que en la Guardia Civil no le han dado muchas esperanzas de recuperar un vehículo que, con toda probabilidad “habrán desguazado”.
En ese mismo día también se presentó otra denuncia de un robo con fuerza perpetrado en un chalet en el que los propietarios se encontraban en su interior. En este mismo verano también se ha producido otros robos de vehículos, en esta ocasión con fuerza. El material robado apareció calcinado días después, se presume que tras perpetrar un delito, aunque estos datos no han podido ser confirmado por fuentes policiales.
Este año no se han salvado si Protección Civil, que ha visto como en la torre de salvamento de la Playa del Alcor y la de Chicago los delincuentes forzaban el cerrojo de las instalaciones para agenciarse de prismáticos, material sanitario, herramientas de rescate e incluso banderas.
En el núcleo poblacional que comparten los municipios de Moguer y Palos de la Frontera existe diversidad de opiniones, desde quienes achacan el incremento de los robos a una deficiente dotación de agentes de Policía Local y Guardias Civiles; hasta quienes señalan estos hurtos como consecuencia de una laxa legislación que permite la reincidencia.
Los vecinos denuncian que existe "miedo" pues este verano se ha “multiplicado” el número de hurtos y robos haciendo su agosto “los delincuentes y las empresas de seguridad” que “aprovechan las desgracias” ajenas para vender una seguridad que no todos pueden pagar y que les dejan a merced de maleantes de toda calaña.
