Es toda una gozada echar un ratito de charla con nuestro invitado de hoy, José Antonio Fuentes Delgado al que conocí cuando fuimos compañeros de trabajo en Huelva Información hace más de 2 décadas.
Nacido en Huelva hace 47 años. Casado con Esther Hernández Rodríguez hace 20 años. Hijo de Jesús y María Mercedes, ambos de Huelva, tiene tres hermanos: Jesús, Ana y Juan Manuel.
Trabajó más de trece años en Huelva Información en la Administración. Ahora es director de Caja Rural del Sur en las oficinas de Nerva y Minas de Riotinto.
Cofrade , que pertenece a la Hermandad de la Buena Muerte y a la Cofradía de la Santa Cruz, rociero y miembro de la Hermandad de Huelva. Miembro de la Real Sociedad Colombina Onubense, por tradición familiar pues su abuelo Manuel Fuentes Domínguez, y su padre Jesús Fuentes de Blas y su hermano han sido y son miembros.
Persona cordial, sociable, con gran sentido de la amistad, solidario, empático, optimista, positivo, rociero, semanasantero, amante de la playa de Punta Umbría, le encanta la lectura de la historia de Huelva y de España, la cocina y una buena sobremesa y fundamentalmente es pero que muy buena gente.
Pues ya conocen una mijita más a nuestro invitado de hoy, a quien le propongo esta entrevista en tiempo de pandemia y como no podía ser de otra manera acepta y este es el resultado
¿Pepe qué opinión tienes de la situación que estamos viviendo?
Es una situación dramática y por el momento, difícil de superar. Es todo bastante complicado y no parece que la vacuna nos vaya a asegurar que volvamos a disfrutar la vida que teníamos. El mundo se ha frenado de golpe y tras los contagios y muertes, creo que asistiremos a un nuevo marco, también complicado, que se dejará notar en unos años como consecuencia del freno en la economía.
Esto se va a traducir en más desempleo y más desigualdades tanto en España como en el resto del globo. Sin ser un experto, es fácil darse cuenta que históricamente existe una constante que se repite periodo tras periodo y que marca el fin y el inicio de una nueva época para la humanidad. Nos encontramos en ese compás de espera. Sabemos cuando ha empezado pero nos falta saber cuando terminará. Ahora somos conscientes de ser protagonistas de la historia porque nos ha señalado particularmente a cada uno de nosotros.
Personalmente he sufrido la muerte de un familiar directo, donde he sentido la impotencia y la rabia de no poder ni siquiera abrazar a mis familiares. Así se han sentido y se sienten miles de españoles ahora mismo, aunque como entre todos vemos que la situación se alarga, estamos acostumbrándonos a convivir con el virus.
Pero tras las quejas, procuro mirar el lado bueno: lo que estamos aprendiendo respecto a nuevas relaciones sociales o laborales, a nuevos modos de disfrutar la vida, a prestar atención a los pequeños detalles que antes pasaban inadvertidos y que ahora son motivos de júbilo. Tengo una amiga, que el día que pudo salir por fin a la calle sintió la necesidad de correr y así lo hizo; sin rumbo; simplemente por el placer de sentirse libre. A eso creo que es adónde debemos aspirar: a disfrutar de una vida más sencilla.
¿Cuándo crees acabará la pandemia?
En mi opinión la pandemia acabará tarde o temprano, generando islas territoriales a nivel mundial que seguirán luchando localmente en lo que ya serán epidemias, pero creo que el virus como tal se va a quedar con nosotros para siempre, al igual que tenemos al virus de la gripe. Nos acostumbraremos a tener dos vacunas, o una si son compatibles (de esto no entiendo nada) y a soportar los fallecimientos por estos virus como lo veníamos haciendo todos los años. Se asumirá en el futuro como normal cuando la incidencia esté dentro de los estándares epidemiológicos.
¿Cómo crees que cambiará la vida después de la pandemia?
Espero que a mejor. Insisto en que debemos aprender a sacar lo positivo de esta negatividad. A algunos ya les ha cambiado la vida para bien o para mal. Entiendo que en el momento en el que la economía termine de ajustar el abismo que se ha abierto bajo nuestros pies, podremos volver a vivir como antes, aunque es impredecible.
Todo va a depender de si vamos a poder volver a viajar con libertad; a poder abrazarnos y besarnos sin peligro; a poder celebrar nuestra Semana Santa y romerías todos juntos; a poder ir al fútbol y gritar y saltar cuando el Recre meta un gol, o tantas otras cosas que te puedas imaginar, pero todos juntos codo con codo. Si esto no va a volver a como era antes, y creo que va a tardar, no volveremos a vivir igual ya que todo lo que hacíamos generaba y genera un movimiento económico de donde millones de familias obtienen sus ingresos.
Pero bueno, vislumbro un futuro esperanzador (soy optimista por naturaleza) y veremos todo este presente como un mal sueño.
¿Has pasado miedo en algún momento?
Personalmente no. He vivido momentos de incertidumbre y de soledad física cuando todos el mundo estaba metido en casa y yo he ido a trabajar como si nada. Andar por una calle desierta de Huelva capital o ir por la carretera y no cruzarte con ningún coche durante bastantes kilómetros, son momentos en los que el entorno intimida: por el silencio abrumador y por ser consciente uno mismo de la insignificancia propia. Somos seres gregarios. Fueron los días más duros.
¿Qué proyectos tienes para el futuro y que haces en la actualidad?
Como te digo, el futuro lo veo con esperanza y también con fe. Sabes que además de cofrade, soy católico practicante y como tal confío en la providencia divina. Sin entrar en debates, insisto en que el futuro aún nos deparará mejores situaciones.
En el ámbito laboral, ahora mismo dirijo dos oficinas de Caja Rural del Sur en nuestra provincia, en las localidades de Nerva y de Minas de Riotinto. Es por ello que mi principal proyecto a nivel laboral es seguir dando lo mejor de mí mismo, todos los días, en un trabajo que me apasiona y del que todos los días aprendo algo nuevo. Estoy bastante feliz y soy muy afortunado.
En lo personal, mi principal proyecto es continuar disfrutando de la vida junto a Esther, mi mujer y junto a mi madre y mis hermanos. Vale, venga, y también junto a mis suegros (jajaja).
Ciertamente, ahora más que nunca debemos estar más pendientes de nuestros padres y mayores y darles más cariño si cabe porque han tenido momentos de desamparo y de miedo. Aprovechemos más el tiempo con ellos disfrutando de ese pequeño detalle que es tenerlos cerca.
En conclusión, José Luis, vivir la vida, disfrutarla y ser consciente de ella.
¿Qué has echado de menos en estos doce meses que llevamos pandémico?
Lo que el resto: relacionarnos y tener libertad para ir o venir; el poder estar con la familia y los amigos; el poder viajar; el poder dejar de lado la incertidumbre y los recelos, por ejemplo.
Una cosa que eché mucho de menos fue no poder pasear por la playa. El día que pudimos salir fue lo primero que hicimos y pudimos respirar aire puro con una gran sensación de libertad dándonos aquéllos instantes unos momentos de despreocupación para amueblar el desorden mental. Esa es otra: más de uno va a salir tocado de esta.
Pero eso no me ha llamado tanto la atención como lo que no he echado de menos. No he echado de menos las prisas, el estrés, los "a ver si nos llamamos y quedamos para hablar", porque ahora nos hemos llamado de corazón. Tampoco he echado de menos cosas con las que no podíamos pasar y ya ves, aquí seguimos. A todo nos acostumbramos. Y a lo malo también.
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¿Qué crees necesita Huelva y provincia para despegar de una vez?Podríamos estar horas hablando sobre esto, pero es un tema irresoluble. No hay manera. Tenemos en nuestra provincia grandes cosas, grandes motores económicos, grandes empresarios y grandes trabajadores. Mimbres no faltan. Creo que faltan comunicaciones, básicamente. Y conciencia de nuestro potencial, aunque falta el último escollo: creérnoslo. Después de más de cuarenta años de democracia, resulta que ahora las administraciones siguen sin tener dinero de inversión para Huelva. Las obras y atenciones a la provincia, y soy ambicioso, han sido de risa. Hoy y ahora, los onubenses creo que nos hemos sacudido los complejos, somos más capaces y hemos abandonado ese catetismo provinciano de compararnos con otros.
Lo que pasa es que estamos igual que hace años. Hay carreteras en la provincia que tienen el mismo nivel horario que cuando las transitaban mis abuelos. El tiempo es oro, es decir: dinero. Si para vender mis productos en Badajoz circulo por la Nacional 435 y tardo tres horas y para lo mismo voy a Sevilla y además por autopista y tardo menos, la opción es clara. Ese tipo de cosas son las que hacen que no avancemos. Si por ejemplo vivo en Aracena y necesito un dentista y a veinte minutos dirección Sevilla hay una autopista y consumiendo el mismo tiempo dirección Huelva hay un carretera con un trazado antiguo y lleno de agujeros, pues la opción es clara.
No expreso un chauvinismo choquero, ni desprecio a Sevilla. Debemos de pensar en que todo el que no transita por la provincia, no genera economía local, porque no hay que pensar solo en el destinatario final del desplazamiento, que también, el dentista por ejemplo, si no que debemos pensar en la gasolina, el almuerzo, la cerveza, el café, la compra caprichosa, etc, que se pudiera ocasionar para llegar a ese destinatario final.
En fin, Camacho, que me he marcado un rollo que no veas, pero en conclusión: AVE, aeropuerto, autopista e inversión en empresas y empleos, pero ¿los políticos provinciales y locales se ofrecen para acoger a empresas que se van de Cataluña, por ejemplo? ¿No tenemos capacidad en la provincia para recibir a la empresa SEAT? Como ves apunto alto, pero debemos dejar de llorar y lamentarnos de que somos el culo del mundo. Ese sentimiento es el del cateto que no han salido de aquí nunca: hay por ahí peores culos del mundo que tienen su buena flor.
¿Cómo se vive dos años ya sin Semana Santa?
Puf, fatal. Los cofrades vivimos la Hermandad todo el año. Hay convivencias, reuniones, cultos, etc. Las casas de hermandad han estado vacías y sin vida durante unos meses. Al principio no hemos podido estar con los hermanos, no hemos podido atender las necesidades materiales o espirituales durante algún tiempo y eso se ha notado.
Te hablo de lo que es la Hermandad todo el año. No debemos quedarnos solo en las procesiones de Semana Santa, que me gustan a mi y a todos los cofrades, pero la verdad que es algo secundario. A la vista está. No hay procesiones y las Hermandades en la medida de sus posibilidades han seguido atendiendo a sus hermanos, a desfavorecidos, colaborando con las Parroquias, con Cáritas, etc.
Se nos achaca a los cofrades cierta frivolidad sacando "riquezas" a la calle con lo que hay en el mundo de pobreza. Vale, pero dime ¿qué partido político u organización gubernamental mantiene abierto un comedor para desfavorecidos?. ¿son responsables las Hermandades de la pobreza o las desigualdades? Debemos saber que las Cofradías atienden a muchísimas personas, de todas las religiones, que vienen pidiendo ayuda.
Las Cofradías dan de comer a muchos autónomos: ese es el drama de dos años sin procesiones. Hay muchos profesionales que viven de la economía que generan la Cofradías. Es por esto que entiendo que el que no haya Semana Santa no es un problema de capillitas, es un problema de toda la sociedad.
¿Qué representa para ti el mundo de las hermandades?
Bueno, pues es un mundo en el que me he criado. Mis padres nos inculcaron a mis hermanos y a mi la devoción a los Titulares de la Hermandad de la Buena Muerte desde que nacimos, por lo que es algo que llevo en la sangre. He participado siempre y sigo haciendo estación de penitencia cada Jueves Santo.
Punto y aparte es mi otra Hermandad, la Santa Cruz. De ésta fui fundador y también hermano mayor y sigo aún en la junta de gobierno, por lo que te puedo decir que el mundo cofrade lo llevo y lo vivo muy intensamente (lo que es un fatiga jajaja), aunque he de decirte que no es lo más importante de mi vida.
¿Qué recuerdos guardas de tu niñez?
Ah. Grandes y buenos. Tuve la fortuna de nacer en una gran familia con unos padres que nos adoran y siempre han antepuesto sus necesidades a las nuestras. Nosotros somos cuatro hermanos y yo soy el más pequeño, es por esto que me crié un poco mimado (jejeje). Mi padre fue un gran hombre y muy bondadoso. Era abogado y personalmente atesoro anécdotas muy bonitas de cuando ejercía y ayudaba a gente pobre o desamparada y los trataba como si fueran sus hijos. Lo más bonito es cuando alguien que sabe que soy su hijo me cuenta lo que hizo por él y cómo lo ayudó.
En fin, otros tiempos y otra pasta. Como padre no te puedo decir nada más si ya ves cómo trataba a los de fuera. En cuanto a mi madre, todo ha sido amor y cariño, dedicación, comprensión y ayuda. Adoro a mi familia y tengo muy buenos recuerdos de niñez. No te destaco ninguno porque todo fue bueno y ninguno sobresale. He sido afortunado y doy gracias por ello.
¿Qué te ha parecido el papel de los medios de comunicación y redes sociales en esta pandemia?
Creo que han hecho la labor apropiada en cada momento. Ha habido de todo desde llamadas a la calma hasta generación de alarmas infundadas. De todas maneras visto el negro panorama, durante los meses más duros intenté no prestar demasiada atención a lo que se decía en tele, prensa y aún menos en redes. Me hice un poco el loco para no volverme majara.
¿Cómo valoras la actuación de los políticos ante esta crisis sanitaria y económica?
La siguiente....
Jajajaja. No quieres mojarte. Pues adelante, ¿qué otra cosa te gustaria añadir?
Pues agradecerte que te hayas acordado de mí para esta serie de entrevistas que estás realizando, y decirte que de mi etapa en Huelva Información tengo gratos recuerdos de María Isabel, Katy, Carmen, Yayi, Miguel Ángel, Juan Aurelio, Ramón, Juan Camacho, de ti por supuesto y de todo el departamento comercial y resto de periodistas.
Pepe, que me ha encantado echar este ratito de charla contigo, y que nos emplazamos para tomar una cervecita.
Un abrazote amigo
