jueves. 25.04.2024
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Los dos secretos que guarda el cartel que anuncia otro Rocío sin multitudes

La Blanca Paloma deja caer de su pico un par de gotas sanadoras de esta pandemia sobre el mundo. El otro gesto del autor del cartel es el crespón negro en uno de los valares, como símbolo de luto y respeto a todas las personas que nos han dejado a consecuencia del Coronavirus.
Los dos secretos que guarda el cartel que anuncia otro Rocío sin multitudes

Acaba de presentarse en la Parroquia de Nuestra Sra. de la Asunción el cartel anunciador de este #RocíoDeEsperanza. Una obra llena de luz y color, realizada en acrílico sobre tabla, por el artista de Mairena del Alcor, José Manuel Peña.

Petalada Infinita es el título que Peña ha querido poner a su obra. Ha explicado que sobre el tablero blanco ha ido esparciendo “todas esas petaladas que la Virgen no ha recibido durante estos dos años y esos pétalos de mil colores van componiendo y formando recuerdos”.

En la parte central, presidiendo la obra, vemos a la Reina de las Marismas y al Pastorcito Divino. Formada a partir de pétalos de rosas rosadas, color que simboliza la bondad, el cariño, la generosidad, la ternura, pero, sobre todo, explica Peña, “el respeto y la admiración”.

A modo de marco, en los extremos, nos encontramos con su camarín, con sus querubines y ángeles celestiales, para ellos, pétalos amarillos, ocres, naranjas, rojizos, azules y verdes, color “de Esperanza”, destaca Peña, en alusión al lema con el que la Hermandad Matriz se dispone a vivir este tiempo, como un “Rocío de Esperanza”, explica la Hermandad en su perfil social.

A los pies de la Blanca Paloma, se ve como la peana se torna en pétalos de lirios morados de color madrugada, que sirven de fondo a una de las más hermosas estampas, el Santuario de la Virgen. Al fondo, con las puertas de par en par abiertas, se aprecia a la Virgen en procesión, por las calles de la aldea, repartiendo fe y esperanza almonteña.

El camino no podía faltar en este cartel. “Está delante y a la vez detrás”, confiesa Peña, y es que las letras de “ROCÍO” no son pintadas, son trazadas con los surcos que van dejando a su paso los simpecados, en su largo caminar. Sobre los trazos de su nombre, aparecen un puñado de amapolas, margaritas y romero, flores que, año tras año, perfuman ese camino de color y aroma.

Para terminar sus palabras, Peña ha desvelado unos pequeños detalles que ha querido incluir en el cartel. En la corona de la Virgen, la Blanca Paloma deja caer de su pico un par de gotas sanadoras de esta pandemia sobre el mundo.

El otro gesto, ha sido el crespón negro en uno de los valares, como símbolo de luto y respeto a todas las personas que nos han dejado a consecuencia del Coronavirus.

La junta de gobierno de la Hermandad Matriz de Almonte ha decidido suspender por segundo año consecutivo la romería del Rocío. Era de esperar, la progresión de la pandemia hace imposible celebrar la mayor aglomeración de la península, con un millón de almas en la semana de Pentecostés.

Según informó el pasado mes de enero en una comparecencia pública extraordinaria el presidente de la hermandad, Santiago Padilla, se ha decidido, además, la suspensión del traslado de la Virgen desde la parroquia de Nuestra Señora de la Asunción de Almonte a su ermita.

La Virgen del Rocío lleva en Almonte desde que en agosto de 2019 fuera trasladada desde su ermita a la parroquia almonteña, tradición que se celebra cada siete años y cuyo traslado ha quedado suspendido de nuevo en este 2021.