jueves. 25.04.2024
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Los terremotos de Granada ponen en alerta a Huelva y su temida 'gran ola'

Tras los terremotos sufridos en Granada (más de 1.000 en 10 días), los pensamientos vuelven a Huelva y la posibilidad de que pueda suceder algo parecido. Pero ¿qué probabilidad hay? ¿Qué sucedería? Hablamos con expertos que explican el caso de Huelva y si hay, o no, probabilidad de que vuelva 'La gran ola' del maremoto de 1755.
Los terremotos de Granada ponen en alerta a Huelva y su temida 'gran ola'

El miedo a un tsunami, producido por un terremoto en la falla Azores-Gibraltar, es un pensamiento recurrente cada vez que se produce un terremoto en territorios cercanos a Huelva. Los recientes sismos de Granada han puesto en alerta de nuevo a Huelva y ponen el foco en las consecuencias que movimientos así pudieran repetirse en esta zona. Pero los expertos son claros y apuntan que "el marco tectónico de las Cordilleras Béticas no es comparable con las características geológicas del Golfo de Cádiz desde el Cabo San Vicente al litoral onubense”. En Huelva debemos prestar atención al cinturón sísmico Azores-Gibraltar, es decir, una zona donde se localiza la actividad sísmica que afecta al Algarve y a la costa onubense".

Ante la pregunta de si estos recientes terremotos en Granada podrían reproducirse en nuestro territorio, geólogos y sismólogos coinciden en que "los procesos de fracturación de las rocas producen terremotos, pero en cada región las fallas activas son diferentes, no se pueden correlacionar las fracturas de escenarios tectónicos diferentes. Las fallas llegan a tener identidad propia para los geólogos, incluso algunas de ellas son conocidas por todos, como la falla de San Andrés en Estados Unidos que produjo el terremoto de San Francisco de 1906, o la falla de Alhama de Murcia que produjo el terremoto de Lorca, en 2011" según ha explicado el profesor de Geología de la Universidad de Huelva Francisco Manuel Alonso Chaves; que ha añadido que "aún siendo fallas diferentes, es cierto que nos hacen pensar en la situación que tenemos en Huelva y, por ello, debemos estar preparados ante cualquier tipo de catástrofe natural que pudiera producirse".

En este sentido, Alonso Chaves ha recordado que "las circunstancias que teníamos en 1755 (maremoto de Lisboa) no son las mismas que las que tenemos ahora. Por ejemplo, los estuarios están más cerrados con lo que esto nos beneficiaría, ya que la ola experimentaría un rozamiento mayor con el fondo del estuario y tendería a perder energía, y posiblemente el impacto de un tsunami sería diferente.

Además, existe una normativa para la construcción de edificios que contemplan los posibles riesgos sísmicos de la zona". Aún así, los expertos consideran que "hay que trabajar más en la concienciación de la sociedad sobre cómo actuar individual y colectivamente, y vigilar por sus posibles consecuencias".

Desde la Universidad de Huelva se trabaja cada día, desde el departamento de Ciencias de la Tierra, en poder conocer más a fondo este tipo de fenómenos y cómo afectan en nuestro día a día, además de cómo poder actuar ante estos. Alonso Chaves, desde el grupo de investigación de Geociencias Aplicadas de la institución académica onubense, encuentra en la difusión y transmisión de conocimientos una herramienta "fundamental" para que los onubenses conozcan los procedimientos recomendados a seguir en caso de un gran terremoto.

Afortunadamente, Huelva no ha vivido unas circunstancias como las de Granada que en 10 días han sufrido 1.032 terremotos, con magnitudes de 4.4 el que más, y frecuentes terremotos diarios, a modo de réplicas, con magnitudes de entre 3 y 3.6. Pero en el pasado 2020, la provincia de Huelva registró 27 terremotos a los que hay que sumarles los producidos en el Golfo de Cádiz y zona suroeste del Cabo de San Vicente que son "incontables".

Y es que "estamos hablando de una energía que nos desborda por todos los lados". En el caso concreto del maremoto de Lisboa, se sospecha que el epicentro fue a  350 kilómetros de Huelva; por lo que con los conocimientos que tenemos ahora, se estima que la ola que se originaría tardaría aproximadamente media hora en llegar.

Este gráfico realizado, y cedido a diariodehuelva.es, por Alonso Chaves, refleja cómo han sido los terremotos más conocidos (por su magnitud y energía) en los últimos años, así como las consecuencias y situaciones 'creadas de la mano del hombre' que se podrían asemejar en magnitud y energía.

En el documental 'La gran ola' del onubense Fernando Arroyo, se recoge la voz de numerosos expertos y se coincide en que "el talón de aquiles no es solo la detección del terremoto lo antes posible, sino la evacuación de aquellas zonas que corren riesgo de inundarse, es decir,se debe de emitir una alerta que llegue a los ciudadanos y una serie de protocolos se activarían de forma instantánea".

Por ello, Alonso Chaves ha explicado a diariodehuelva.es que "una de las opciones que se están barajando es la instalación de una serie de sensores en las zonas cercanas a ese epicentro de 1755 para saber lo antes posible que se ha producido un terremoto que potencialmente sería catastrófico. Así, estos sensores captarían la energía elástica producida (ondas sísmicas), se triangularía y a la velocidad de la luz tendríamos un aviso que nos alertara de que se ha producido el sismo. "Nos daría algo de margen, nos darían unos segundos de ventaja, para poder hacer frente a una inevitable sacudida sísmica que sentiríamos instantes después".

Ciertamente, los expertos coinciden que "es esencial trabajar en un plan de emergencias que contemple estas situaciones y se pueda trabajar en la evacuación de las personas", ha considerado Arroyo. A lo que ha añadido que "los últimos estudios revelan que la posibilidad que pensábamos tan cercana en 2017 (fecha del estreno de 'La Gran Ola') de que se produjera una gran ola, ahora es más remota. Pero no tenemos que olvidar que está claro que puede volver a ocurrir".

La difícil situación de la costa onubense con localidades como Ayamonte, Isla Cristina o Punta Umbría que serían las primeras en sufrir el impacto de una posible ola de tsunami, se complica aún más si se tiene en cuenta que Huelva cuenta con circunstancias como la presencia del Polo Químico y las balsas de fosfoyesos que pondrían suponer un "impacto medioambiental sin precedentes si no se refuerza su protección".

Por ello, en la mesa para el Plan de Contingencia Municipal contra Tsunamis se contempla incluir a la Asociación de Industrias Químicas, Básicas y Energéticas de Huelva (Aiqbe) o al Ayuntamiento de Palos de la Frontera (localidad más cercana al mismo), además de agentes que aporten al mismo como efectivos sanitarios, de policía, bomberos, expertos geólogos, etc.

Plan de Contingencia Municipal contra Tsunamis

A finales de 2019, justo antes de que el coronavirus Covid-19 trastocara nuestro día a día y planes, desde el Ayuntamiento de Huelva se anunció la puesta en marcha del Plan de Contingencia Municipal contra Tsunamis. Un plan que será una herramienta imprescindible y muy útil porque establecerá las pautas de prevención y actuación para evacuar la ciudad en caso de que se produzca el maremoto.

Tras una primera toma de contacto en la que el Consistorio y la organización de Bomberos Unidos Sin Fronteras (BUSF), se emplazó a los protagonistas que debían tomar parte principal de esta herramienta a una primera mesa de trabajo que tuvo que suspenderse por la llegada de la pandemia del Covid. Tal y como han confirmado fuentes del Ayuntamiento de Huelva a diariodehuelva.es, en estas mesas de trabajo para elaborar el plan estarán presentes "todos los agentes que sean necesarios"; como son bomberos, sanitarios, policías, técnicos municipales, geólogos de la Universidad de Huelva, el Colegio de Arquitectos e incluso representantes de los medios de comunicación.

La difusión de información es "parte fundamental cuando se produzca una situación de este tipo", precisó el presidente de BUSF Huelva, Antonio Nogales. En esta afirmación se apoyan los expertos de la Onubense. Alonso Chaves ha expuesto que "nosotros intentamos transmitir todos los conocimientos al respecto para que pueda servir como prevención". Y es que "la prevención y saber cómo actuar ante una situación así puede suponer la vida", ha apoyado Nogales.

El punto de partida del plan antitsunamis fue el I Congreso Internacional de Catástrofes, celebrado el pasado mes octubre de 2019 en Huelva. Expertos de todo el mundo acudieron a la UHU para hablar, informar y trabajar sobre los terremotos y sus consecuencias, como podría ser un tsunami en la costa onubense, como ya pasara en 1755 con el maremoto de Lisboa que destruyó prácticamente a toda la ciudad.

La experiencia de BUSF es un punto a favor para "la labor de prevención y actuación, ya que la ONG es punta de lanza y gran conocedora de los daños y pérdidas humanas" que generan los maremotos por todo el mundo, ha afirmado Alonso Chaves.

En este sentido, el director y productor del documental 'La gran ola', Fernando Arroyo, ha sido muy claro al respecto. "El sentido de obras como esta es la concienciación de que el tsunami que se produjo en 1755 puede volver a producirse y hay que estar lo mejor preparados".

Con la alerta producida por los más de 1.000 terremotos registrados en los últimos 10 días en Granada, la Junta de Andalucía ha pasado a fase de preemergencia el Plan de Emergencia Ante el Riesgo Sísmico de Andalucía. Este nivel se caracteriza por el seguimiento instrumental y estudio del fenómeno además de por medidas de información a órganos, autoridades y población. Incluye la especial atención a los sismos que afectan a la comunidad autónoma desde las aguas del Golfo de Cádiz y frontera marítima de Huelva y Portugal hasta las tierras de Almería, pasando por Granada, hasta ahora la zona más afectada.

En diciembre se registraron numerosos eventos sísmicos en las aguas del Algarve y Golfo de Cádiz, y en lo que llevamos de 2021 más de una decena de terremotos se han registrado frente a las costas de Huelva. Algunos de ellos han coincidido en tiempo con el fuerte sismo que sacudió Granada el pasado 23 de enero, hasta ahora el de mayor magnitud 4,4.

Y es que como han apuntado los expertos, la falla Azores-Gibraltar, cada 10 años, suele producir un terremoto de magnitud 5. Los epicentros sísmicos se distribuyen de una forma difusa, la mayoría de ellos no están cerca de municipios de la provincia de Huelva y son de baja magnitud. Los terremotos más cercanos suelen estar bajo el mar, a veces a varias decenas de kilómetros de profundidad por lo que difícilmente son sentidos en la provincia

¿Qué hacer ante un terremoto?

Parece que la teoría se suele tener clara, pero ante una situación de nerviosismo, incertidumbre e inquietud por el susto de un terremoto, a veces los nervios juegan una mala pasada y no sabemos reaccionar ante esta situación. La pandemia mundial por la crisis sanitaria del coronavirus tampoco ayuda mucho. Como han afirmado algunos de los testigos de los recientes terremotos de Granada, "tenemos que quedarnos en casa confinados por seguridad, y resulta que aquí tampoco estamos a salvo 100%. Siempre hay que saber reaccionar".

Las indicaciones son sencillas. Qué hacer antes, durante y después de un terremoto. Como medidas de prevención es importante cuidar detalles como anclar los muebles y estanterías a la pared, para que en un posible sismo no se vengan encima; así como conocer la ruta más rápida hacia la calle en el lugar en el que te encuentras, para ello es fundamental señalizar bien las rutas de evacuación, y conocer las zonas seguras en las que refugiarte.

Durante un terremoto, las recomendaciones se centran en mantener la calma y protegerse. Si puede refugiarse en un lugar de posibles caídas de cascotes (tipo mesas) debe adoptar la postura fetal y agarrarse a la pata de la mesa que le protege. Asimismo, se recomienda alejarse de muebles y estanterías, ya que pueden caer objetos y debe protegerse de posibles impactos. Es muy importante que durante un terremoto, en primer lugar, no se coja un ascensor, y en segundo lugar, no se bajen escaleras ya que es probable que se pierda el equilibrio.

Si por el contrario, el terremoto le coge en una zona exterior se recomienda alejarse de edificios, muros y tendidos eléctricos, y protegerse la cabeza con las manos si estuviese cerca de un edificio.

Los momentos de después de un movimiento sísmico también son fundamentales. Si está dentro de un edificio se recomienda bajar por las escaleras (nada de ascensor) por la parte derecha de las mismas. Si se ha quedado atrapado, debe tratar hacer ruido con un objeto y evitar respirar polvo (cubriéndose la boca y nariz). Atender a las indicaciones de los profesionales y efectivos de emergencias sanitarias y policiales, ellos conocen los protocolos para afrontar esa situación.

Una recomendación habitual por los expertos, ante cualquier catástrofe natural, es disponer de una mochila de emergencias con la documentación indispensable, una muda de ropa, comida de emergencia, linterna con pilas de repuestos; así como un transistor con pilas de repuesto, botiquín d emergencia, agua, dinero en efectivo y calzado cómodo. Así ante la situación de tener que salir corriendo de casa, disponer de lo indispensable para poder hacer frente a la emergencia más inmediata.

¿Y el cambio climático?

Hay que recordar que a estas situaciones naturales habría que sumarle las consecuencias del temido cambio climático. Y es que la subida del mar causada por esta crisis climática que padecemos augura peores consecuencias de las que se habían calculado hasta ahora. Y es que esta crecida podría afectar al triple de poblaciones por inundaciones.

Así lo ha revelado la nueva herramienta de observación cuyos resultados ha publicado la revista Nature Communications. Unos datos preocupantes en los que se observan que Huelva sería una de las zonas más afectadas a nivel mundial debido a las inundaciones que se producirían por la subida del mar. 

El estudio expone que 300 millones de personas viven actualmente en tierras que probablemente se inundarán al menos una vez al año en promedio a mediados de siglo sin defensas marítimas adecuadas, incluso si los gobiernos logran hacer fuertes recortes en las emisiones.

Si estos datos los trasladamos a Europa, España y Andalucía; provincias como Huelva y Cádiz serían de las más afectadas debido al aumento del mar y la geografía de la zona. La proyección del mapa que muestra la herramienta demuestra cómo el agua podría avanzar por Doñana y las zonas costeras de Huelva se verían muy afectadas.

Respecto a Huelva capital, se observa cómo la zona de Marismas del Polvorín, Marismas del Odiel, e incluso la zona de Pescadería quedarían bajo las aguas de las inundaciones; son de las zonas más vulnerables de la capital. Las Marismas del Odiel, la Isla de Enmedio, la marisma del Burro, la zona del Muelle de las Carabelas y el monumento a Colón… Todas están marcadas en rojo en el mapa de las previsiones de inundaciones con la subida de las mareas.

Mazagón, El Rompido, Isla Cristina, Punta Umbría… Serían zonas con más probabilidades de inundaciones que el resto debido a su geografía y sus condiciones. Se puede observar en el mapa que son las zonas costeras y con corrientes de agua (marismas, ríos, etc.) las que correrán más peligro con este cambio climático.

Situaciones en las que la naturaleza vuelve a demostrar que la energía que produce es muy superior al propio ser humano; pero que la capacidad de pensar, actuar y prevenir de nuestra sociedad debe continuar trabajando para saber cómo actuar ante posibles riesgos como puede ser un gran terremoto.