jueves. 25.04.2024
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El virus de la 'fiebre del Nilo' ha afectado ya a 24 municipios de Huelva

Una veintena de municipios de la provincia de Huelva, y no todos marismeños, han reportado casos de fiebre del Nilo. De momento, todos los casos se han dado en caballos y no ha habido transmisión a personas.
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El virus de la 'fiebre del Nilo' ha afectado ya a 24 municipios de Huelva

La detección de más de una veintena de casos de personas afectadas por meningoencefalitis relacionada con picaduras de mosquitos portadores del virus del Nilo Occidental (VNO) ha reactivado la cadena de vigilancia y control de esta peligrosa enfermedad en la provincia de Huelva. Desde 2013, 23 municipios de Huelva han reportado casos de este virus que hasta hoy solo había afectado a caballos.

De momento, hay siete personas ingresadas en cuidados intensivos, la mayoría procedentes del foco de Coria y Puebla del Río, en las marismas vecinas de Sevilla. En Huelva no se han dado, por el momento, casos en personas.

Huelva, por sus miles de hectáreas ocupadas por marismas, caldo de cultivo de los mosquitos transmisores de esta enfermedad, está declarada como zona de riesgo.

No se puede pasar por alto que los últimos focos declarados de encefalitis del Oeste del Nilo (West Nilo)  hasta que se ha producido el actual se remontan a octubre de 2019 y afectaron a municipios de la provincia de Huelva, entre ellos Almonte, dos casos, y en Lepe.

Hasta el momento, la Junta de Andalucía no ha reconocido el sacrificio de équidos afectados por este virus que ha saltado a los humanos pero en la provincia onubense se han efectuado hasta 5 decisiones de este tipo.

Los últimos casos: detectados en Gibraleón y San Bartolomé

El último caso de fiebre del Nilo ha sido detectado en Gibraleón, también en caballos, lo que ha causado la lógica alarma al coincidir con el brote que afecta a una veintena de personas en Sevilla. De hecho, el Ayuntamiento de Gibraleón solicitó a la Diputación que, de manera preventiva, llevara a cabo una fumigación. El día 18 de agosto también se ha registrado otro caso en San Bartolomé de la Torre.

Hasta ahora, en sucesivas confirmaciones a diariodehuelva.es, las autoridades sanitarias y de medio ambiente habían minimizado los riesgos de transmisión porque no había saltado la enfermedad de los equinos a los humanos. Un extremo que se ha producido en pueblos marismeños sevillanos.

Los mosquitos se contagian del virus del Nilo Occidental cuando pican a las aves migratorias, generalmente procedentes de África. Y a las marismas del Guadalquivir, Doñana y marismas de Huelva (Odiel, Tinto, Ayamonte e Isla Cristina) llegan todos los años varios cientos de miles de estas aves que cohabitan con las multimillonarias poblaciones de mosquitos. Y estos insectos pueden transmitir el virus cuando después de picar a las aves lo pasan a los seres humanos y a mamíferos como los caballos. El período de incubación suele ser de 3 a 14 días.

Desde 2013 hasta el último caso de hace unos días en Gibraleón el virus del Nilo se ha paseado por muchos pueblos de Huelva. Ya en 2013 se detectó en caballos de los municipios de La Palma del Condado, Nerva, El Campillo, Isla Cristina, Cartaya y Valverde.

En 2014 afectó a equinos de Puebla de Guzmán y Paymogo y en 2015 en Moguer.

Fue en 2016 cuando la fiebre del Nilo dio un salto considerable en la provincia de Huelva. Calañas, Rociana, Almonte (por triplicado), Cartaya, Alosno, en dos ocasiones, Paterna del Campo, San Bartolomé, El Almendro, Puebla, Bollullos, Aljarque e Isla Cristina reportaron casos de esta enfermedad que ahora añade preocupación a las autoridades sanitarias andaluzas, a los veterinarios y a los servicios de detección.

Aunque la enfermedad se silenció en 2017 volvió a brotar tímidamente en 2018 con casos en Almonte y Calañas y se reactivó en 2019 en Almonte, con otros dos casos de caballos afectados, y Lepe. Hasta el reciente de Gibraleón en caballos. Y, lo más preocupante, hasta el brote de los municipios sevillanos de Puebla y Coria del Río no se habían dado señales de alarma sanitaria.

Aunque en mitad del brote de 2016 que tanto afectó a la provincia de Huelva, la fiebre del Nilo dio el salto a los humanos. En septiembre de aquel año Salud confirmó el primer caso de una persona afectada por la fiebre del Nilo. Una turista francesa que había estado de vacaciones entre las provincias de Sevilla y Huelva fue diagnosticada.

De los 80 municipios que tiene la provincia de Huelva, el virus que provoca la fiebre del Nilo ha sido detectado ya en 23. Y no todos pertenecen al área geográfica más proclive a la presencia de mosquito. Al margen de Almonte, que es con diferencia el territorio más afectado, ha sido datado en pueblos tan alejados de tierras marismeñas como El Campillo, Nerva, Alosno, Valverde del Camino, Calañas, Puebla de Guzmán o Paymogo.

El Consejo Andaluz de Colegios Oficiales de Veterinarios fue informado en su día por parte del Servicio de Sanidad Animal de la Consejería de Agricultura, Ganadería, Pesca y Alimentación de la Junta de Andalucía para que adopten el protocolo establecido y den la alerta si detectan nuevos casos. Desde el Colegio aseguran que esto supone “una importante novedad y aumento de riesgo”.

Riesgos del virus del Nilo

El virus del Nilo Occidental puede causar una enfermedad mortal del sistema nervioso. Se encuentra habitualmente en África, Europa, el Oriente Medio, América del Norte y Asia occidental. Se mantiene en la naturaleza mediante un ciclo que incluye la transmisión entre aves y mosquitos y hace de las zonas de marismas (Doñana y Marismas del Odiel en Huelva) uno de sus reservorios habituales por las condiciones de temperatura y humedad que encuentra. La presencia de miles de équidos en las áreas de Cádiz, Sevilla y Huelva obliga a extremar la precaución y medidas de alerta.

Puede infectar a los seres humanos, los caballos y otros mamíferos, apunta la Organización Mundial de la Salud. Se han elaborado vacunas para los caballos. Para el ser humano no se han desarrollado vacunas. Solamente una de cada 150 personas infectadas con el virus puede desarrollar la forma más grave de la enfermedad, que incluye encefalitis o meningitis con dolor de cabeza, fiebre alta, debilidad, desorientación o convulsiones.

La infección del ser humano suele ser el resultado de las picaduras de mosquitos que se infectan cuando pican a aves infectadas, en cuya sangre circula el virus durante algunos días. El virus pasa a las glándulas salivales del mosquito, que cuando pica puede inyectar el virus a los seres humanos y los animales, en los que luego se multiplica y puede causar enfermedad.

La infección por el virus del Nilo Occidental es asintomática en aproximadamente un 80% de las personas infectadas; en las demás puede causar la fiebre del Nilo Occidental o una afección grave. Aproximadamente un 20% de las personas infectadas por este agente patógeno presentan la fiebre del Nilo Occidental, que se caracteriza por fiebre, dolores de cabeza, cansancio, dolores corporales, náuseas, vómitos y, a veces, erupción cutánea (del tronco) y agrandamiento de ganglios linfáticos.

El virus se transmite también por el contacto con otros animales infectados o con su sangre u otros tejidos. El MAPA explica que las aves son consideradas reservorio de la enfermedad, jugando un papel muy importante en la propagación del virus. Los mosquitos no se infectan al picar a los caballos, ni se transmite entre caballos y personas.

Ha sido ahora, tras dar este importante salto cuantitativo de animales a personas, cuando Salud ha activado protocolos más severos para prevenir la propagación de esta enfermedad que puede resultar grave. Así ha incluido fumigaciones extraordinarias en zonas afectadas y se aclara que la transmisión de persona a persona no se da, y sí se hace por picadura de mosquitos.

Según los datos recogidos por la Asociación Nacional de Empresas de Sanidad Ambiental (Anecpla) son los mosquitos del género 'culex', 'pipiens' y 'perexiguus' los que están presentes en zonas afectadas y transmiten de aves a caballos y desde aves a humano. Son los mosquitos más comunes de la provincia de Huelva.

Un documento de la Dirección General de Salud Pública explica que "las zonas de mayor riesgo de infección por VNO son por tanto aquellas en las que confluyen los distintos factores ecológicos: áreas cercanas a ecosistemas húmedos

(humedales, deltas de río, etc.) con las condiciones climáticas que permiten una elevada densidad de mosquitos, con presencia de poblaciones de aves que mantienen el ciclo ave-mosquito y la posibilidad de interacción con poblaciones equinas y humanas susceptibles". Y Huelva está justo en esa ruta ambiental proclive a la aparición de casos y más con el cambio climático y sus consecuencias.

Además, el documento gubernativo añade que "la ubicación estratégica en las rutas migratorias de aves procedentes de zonas endémicas puede incrementar el riesgo debido a la posibilidad de introducción o reintroducción del virus o un nuevo linaje a partir de las aves migratorias".

Un reciente estudio en el que se elabora un mapa de riesgo de VNO en España señala que las altas temperaturas y la presencia de humedales son buenos predictores de la circulación del virus en determinadas zonas geográficas españolas.