Al contrario que Carolina Marín, a la otra gran esperanza onubense para los Juegos Olímpicos de Tokio, la cuarentena le ha pillado en Navacerrada, a unos 50 kilómetros de Madrid, el epicentro de la pandemia del coronavirus en España. En este contexto, Laura García Caro no quiso regresar a Huelva, por si acaso era portadora de la enfermedad. Una decisión que le ha alejado estos días de su familia.

"Conforme esto se alarga, echo más de menos a mis padres, pero creo que hice lo correcto", ha detallado en declaraciones a la Cadena SER. Confinada junto a otro compañero, la marchadora lepera entrena "en una cinta que tenemos en el garaje", en el marco de una temporada cuya planificación se ha visto "muy alterada". "No tenemos competiciones y no sabemos cuándo podremos volver a competir", añade.

Juegos Olímpicos

Partidaria de aplazar los Juegos, Laura García Caro reconoce que, "aunque duele, porque hemos orientado todo un año de trabajo hacia los JJOO, el COI ha tomado la mejor decisión". En este sentido, la onubense destaca que "aunque en China y Europa, la pandemia podría estar controlada en verano, en otros países como Estados Unidos acaba de empezar y sus atletas no podrían competir".