Son muchos los factores que llevan a un club a cesar a su entrenador. Como son muchos los factores que se esconden detrás de los malos resultados que precipitan el despido de un técnico. Pero en el caso del Recreativo de Huelva, si Alberto Monteagudo está más que nunca en la cuerda floja se debe principalmente a la debilidad de su equipo en las ABP, las famosas Acciones a Balón Parado.

En este sentido, el enloquecido empate con el Mérida no ha sido más que el máximo exponente de la gran vulnerabilidad del Decano en la presente temporada. De hecho, los tres goles encajados a pelota quieta ante los romanos elevan a once la cifra de tantos recibidos en la pizarra: cuatro en faltas laterales y siete en córners. Por el contrario, el Recre sólo ha hecho dos dianas en la estrategia.

Sangría

Una sangría que le ha costado al Recreativo la pérdida de nueve puntos. O dicho de otro modo, sin el desastre en las ABP, el conjunto de Monteagudo sería sexto y marcharía a un partido de los puestos del 'play-off' de ascenso. En este hipotético escenario, la idea de plantear el cambio en el banquillo no habría pasado por ninguna de las cabezas de los dirigentes recreativistas.

Las dudas crecen

Justo todo lo contrario que ocurre ahora. Porque la extrema fragilidad del Decano en las jugadas de estrategia puede costarle el puesto al manchego. Cierto que ayer el Nuevo Colombino no pidió su dimisión a la finalización del choque contra los emeritenses, pero las dudas dentro del club sobre la continuidad del 'mister' crecen por momentos.