La inseguridad jurídica de la mina de Riotinto pone en jaque a la Junta
El Consejo de Gobierno andaluz acaba de nombrar como secretario general de Industria, Energía y Minas a Fernando Arauz de Robles, ingeniero Superior de Minas por la Universidad Politécnica de Madrid. Arauz de Robles cursó el Programa de Dirección en el IESE Business School y tiene una larga trayectoria en el sector industrial, tanto en el ámbito de la minería metálica como en el de las rocas ornamentales y áridos.
Al margen de un currículum solvente, donde destaca su cargo de director general de Relaciones Institucionales en Emed Minning (actual Atalaya Riotinto Minera) entre 2012 y 2014, Arauz tiene por delante varios hitos en la provincia de Huelva esenciales para el buen funcionamiento del sector minero.
El primer asunto y uno de los más importantes de su agenda es la consolidación del Proyecto Río Tinto, su antigua casa. Porque la mina de Riotinto está inmersa en un proceso de obtención de una nueva Autorización Ambiental Unificada y tramitación de permisos mineros desde que las sucesivas sentencias del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía confirmadas por el Tribunal Supremo la dejaran oficialmente ‘sin papeles’ de explotación.
Solo la no ejecución de las sentencias mantiene viva la actividad minera en Riotinto. La Junta de Andalucía se comprometió a actuar “con toda la celeridad posible” para tramitar la nueva AAU. Eso fue a mediados del pasado mes de noviembre pero el proceso está estancado.
La empresa minera confía plenamente en la obtención sin problemas de un trámite que se le ha atragantado en el tiempo y en los tribunales y que está provocando inseguridad jurídica en las inversiones y acarreando incómodos vaivenes en la valoración en bolsa de las mineras cotizadas. Solo hay que comprobar la oscilación de las acciones de Atalaya para comprobar la gravedad de la situación.
La obtención de la nueva Autorización Ambiental deberá solventar no solo un proceso formalista y legalista sino que debe abordar los estudios científicos aportados por Ecologistas y de rotura que obran en manos de algunos ayuntamientos del cauce del Odiel y que cuestionan la seguridad de las balsas de Gossan, Cobre y Aguzadera. Las tres balsas de residuos influyen en la cabecera del Odiel y su seguridad es vital para el proyecto minero y las poblaciones, viviendas y cultivos que se asientan en su cauce desde el Tintillo en Riotinto hasta la desembocadura en el canal del Puerto de Huelva.
Otro de los proyectos que deberá afrontar el nuevo director general de Minas es el de Tharsis. La compañía minera Tharsis Mining Metallurgy tramita en estos momentos su estudio para reabrir las minas de Tharsis, La Zarza y San Telmo.
Salud laboral en las minas de Huelva
Por otro lado, entre los asuntos que más preocupan a los sindicatos del sector minero: CC OO, USO y UGT, que controlan mayoritariamente los comités de empresa de las instalaciones mineras, está el de la salud y la seguridad de los trabajadores.
Demandan un mayor número de inspecciones y control de la actividad laboral en Mina de Aguas Teñidas y Proyecto Riotinto, sobre todo en el proceso de las analíticas que deben hacer a los trabajadores para controlar la presencia de metales pesados en el organismo. Este asunto, los excesos de horario de trabajo, los incumplimientos de las empresas y las subcontratas están provocando continuos conflictos en las minas. Incluso se han convocado huelgas indefinidas (como la del transporte en la mina de Riotinto) que han sido paradas por negociaciones y concesiones in extremis.
La no comunicación e información sobre accidentes, vertidos y la falta de servicios médicos en algunas instalaciones también han sido denunciados por los sindicatos.
El último accidente mortal acaecido en Mina de Aguas Teñidas, el tercero desde que está operativa, ha provocado una honda preocupación sindical y han reforzado su panel de exigencias a las mineras.
Arauz también deberá resolver un asunto que dejó en cartera su antecesora, Natalia González: el desbloqueo de la apertura de la Mina de Aznalcóllar y la ampliación de Mina Las Cruces, ambas en la provincia de Sevilla.
En su nueva responsabilidad, Arauz de Robles se encargará de la planificación y ordenación de los sectores industrial, energético y minero, así como de la dirección e impulso de la política energética de la Junta de Andalucía y del sector público andaluz. Asumirá también el fomento y la promoción de las actividades industriales, energéticas y mineras, mediante los incentivos propios y los que se le encomienden para el desarrollo regional. También deberá formular los objetivos y estrategias de la política industrial, energética y minera, entre otros cometidos.
Por su parte, la Asociación de Empresas Investigadoras, Extractoras, Transformadoras Minero-Metalúrgicas, Auxiliares y de Servicios (AMINER), ha mostrado su satisfacción por la elección de Fernando Araúz de Robles como nuevo secretario general de Industria, Energía y Minas, sustituyendo en el cargo a Natalia González Hereza después de que presentara su dimisión el pasado mes de noviembre.
Luis Vega, presidente de Aminer, ha destacado “el buen trabajo realizado hasta la fecha por la Administración”, y ha señalado algunos de los retos que habrá de acometer de cara a esta nueva década. La agilización de los permisos y la reducción de las trabas administrativas para favorecer la inversión, así como el acometimiento del nuevo Plan Estratégico Minero de Andalucía o el Decreto de Impulso de la Minería son solo algunos ejemplos de estos frentes abiertos, ha destacado el presidente de la Asociación.
Mientras, los alcaldes de los municipios que conforman la Cuenca Minera han mantenido un encuentro con el comité de empresa de Atalaya Riotinto Minera en el que han exigido a la Junta de Andalucía una pronta resolución para la Autorización Ambiental en trámite. Desde el comité se recuerda la intención de movilizar a la plantilla en caso de que la tramitación se siga demorando.
Los alcaldes han visitado las presas de estériles cuya seguridad está cuestionada por varios estudios, entre ellos el del especialista norteamericano Steven Emerman. Y que hoy por hoy suponen el principal escollo que debe superar la AAU.
