jueves. 18.04.2024
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Isla de Saltés: Se vende la historia de Huelva

El nivel de máxima protección ambiental que posee Saltés y el interés cultural del espacio apuntan a un solo comprador: la Administración andaluza.
Isla de Saltés: Se vende la historia de Huelva

Desde que el boom del ladrillo entró en crisis no se había vuelto a hablar de la compra-venta de la Isla de Saltés. Fue en 2006 cuando el ‘califa del cemento’, el cordobés Rafael Gómez Sandokán, se hizo con la propiedad de esta península de poco más de 700 hectáreas situada frente a Huelva y Punta Umbría. Está escrito que ‘Sandokán’ pagó por esta finca a la familia Thibaut tres millones de euros. Andaba entonces enredado en los ganglios de la ‘operación Malaya’.

Ahora, aunque en plena campaña electoral, la consejera de Cultura y Patrimonio Histórico, Patricia del Pozo, ha vuelto a poner sobre la mesa una operación que depende de que Aliseda Inmobiliaria (Banco Santander) quiera o no venderla. De momento la Isla de Saltés no aparece en su catálogo online de oferta de propiedades ni tampoco la encuentran sus comerciales disponible en su catálogo si te interesas por la Isla. Pero tiene colgado el cartel de Se Vende.

La entidad bancaria fue al final quien se quedó con el ‘marrón’ de una isla histórica que guarda en su interior desde los secretos de la mítica civilización de Tartessos hasta los vestigios islámicos de Salthish, pasando por un emporio salazonero y los lúgubres restos de un campo de concentración de prisioneros durante la Guerra Civil.

El interés de Sandokán por Isla Saltés no era inmobiliario, a pesar de su afición. Se publicó que el cordobés quería utilizar la isla como prenda en una de las permutas por suelo inmobiliario a las que era aficionado. Ahí quedó el tema encallado. Hasta ahora.

Aunque en 2008 la Junta de Andalucía llegó a anunciar que había ejercido su derecho de retracto sobre la parcela propiedad de la empresa amiga de Sandokán, Tremon S.A. Eso sí, su intención afectada nada más que a las 24 hectáreas del ‘área islámica’. Hasta se fijó un precio: 245.000 euros por la zona que ocupa el yacimiento de El Almendral.

Pero más allá de mostrar su “voluntad” de adquirirla no hay nada más.

Pero quién pujará y comprará un lugar declarado Paraje Natural, ubicado en el corazón de una Reserva de la Biosfera, señalado como un Bien de Interés Cultural (BIC) de primer orden y bajo el ojo de la Autoridad Portuaria de Huelva... Y amenazado además por la subida del nivel del mar para el año 2050.

Aliseda la vende, sí. El problema añadido es que puede ser expropiada como lo fue el Recreativo de Huelva. Con la diferencia de que el Ayuntamiento de Huelva rechazó su compra en un pleno municipal. El precio fijado en esa oportunidad fue de 300.000 euros. Tampoco cuajó y la banca propietaria debe mantener el espacio intacto y en perfecto estado de revista por exigencias de las leyes patrimoniales andaluzas.

Antes que Patricia del Pozo, otro consejero de Cultura, Miguel Ángel Vázquez (PSOE), también reconoció la posibilidad de adquirirla. No se ha hecho. Y la Plataforma Saltés Conjunto Arqueológico sigue con su hoja de ruta para convertirla en un espacio cultural de primer orden para disfrute de los onubenses.

La consejera de Cultura y Patrimonio Histórico, Patricia del Pozo, ha explicado que "no podemos renunciar de ninguna de las maneras (a Saltés) y tiene que estar puesto en valor en Huelva para que siga generando riqueza en esta provincia".

De momento, la Junta ha concretado que en estos presupuestos autonómicos se ha aprobado una partida para un proyecto de investigación al objeto de "conocer de primera mano el alcance de Isla Saltés". "Lo que tenemos en mente en los próximos meses, cuando termine ese proyecto de investigación, es iniciar y continuar las conversaciones para ver de qué manera se puede adquirir esa propiedad que aún no es de la Junta", ha dicho.

El origen de Saltés

Según explican desde la plataforma en uno de los textos divulgativos de sus página de Facebook (de Jesús de Haro, E. Muñoz y José María García), el origen de Saltés se remonta a 8.000 años atrás cuando los estuarios del Tinto y del Odiel se convierten en un espacio abierto al mar y con recursos naturales aprovechables para vivir. Desde ese momento, la isla es habitada de forma ininterrumpida.

Por este lugar pasaron los Tartessos, los romanos erigieron un templo a Hércules y en el 1012 los árabes fundaron el Reino Taifa independiente de Shaltish.

En esta recreación arquitectónica realizada por Rafael Robles, podemos imaginar cómo era la vida en Saltés sobre el año 570 a.C.  Discurría todo en torno al santuario tartésico consagrado a Heracles según Estrabón junto al que vivía una pequeña población de pescadores y comerciantes. La historia de Huelva.