miércoles. 17.04.2024
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'Asedio' al estadio de Lepe para obligar a los inmigrantes a marcharse

Una treintena de personas quedan en las instalaciones deportivas. Le han cortado las duchas y disponen solo de un servicio con agua corriente. Quien sale no puede volver a entrar.
'Asedio' al estadio de Lepe para obligar a los inmigrantes a marcharse

Una treintena de inmigrantes quedaban anoche ‘alojados’ en el estadio Ciudad de Lepe. Son los últimos de los varios cientos de ellos que tuvieron que salir huyendo del campamento que ardió a mediados de octubre pasado. Las llamas, cuyo origen aun no se ha aclarado, devoraron un refugio, un ‘hogar’ precario que llevaba 20 años en pie. Era lo único que tenían.

El campamento, repleto de chabolas, daba cobijo a un millar de personas en temporada alta. Unos con contrato y otros sin él. Sin papeles no hay nada. Hasta quince incendios ha llegado a sufrir en todos estos años.

Todo cambió el 15 de octubre de 2019. Por la noche. Había habido otro fuego poco antes. Pero cuando ocurrió el definitivo las llamas fueron imparables. Pocas horas después estaba todo el terreno desalojado y vallado.

Desde el 15 de octubre usan el estadio de fútbol. Pero la Asociación de Nuevos Ciudadanos por la Interculturalidad (Asnuci) asegura que a día de hoy la situación es desesperante para los que aun resisten en el estadio y para los que se han ido marchando de allí.

Cientos de personas buscan un alojamiento que no llega. La treintena de inmigrantes que quedan en el estadio están “asediados”. Porque las instalaciones pertenecen a una empresa privada por concesión municipal. Tienen el agua de las duchas cortada, disponen de un servicio y poco más. Y los alimentos que les llegan los aportan sus compañeros y varias ONGs que trabajan en Lepe. Pero si salen no entran. Y están vigilados las 24 horas del día por personal de seguridad privada.

Desde el incendio cientos de inmigrantes buscan pisos o casas para alquilar. En vano. Y como están asentados en Lepe y no son trabajadores y trabajadoras contratados en origen los empresarios del campo no están obligados a buscarle alojamiento. Es un círculo precario.

Asnuci critica esta forma de actuar por parte de las administraciones e instituciones con responsabilidad en este asunto. “Los consideran como 'kleenex de usar y tirar' y no hay derecho a tratar así a los seres humanos”, aseguran desde Asnuci.