La mina de Riotinto no controla la presencia de metales pesados en sus trabajadores
Los sindicatos llevan tiempo exigiendo mejoras en las condiciones de trabajo en el sector minero de Huelva, sobre todo en cuanto a las medidas de seguridad y control de la salud de los trabajadores se refiere, incluidas las empresas y también subcontratas que desarrollan su labor en Matsa, Mina Magdalena, Sotiel y Proyecto Río Tinto.
La exposición de los operarios a metales pesados es uno de los principales caballos de batalla, máxime cuando de forma reiterada se están dando casos de analíticas que alertan de la presencia en sangre y orina de mercurio, arsénico o plomo. Una circunstancia que viene siendo advertida por Comisiones Obreras y UGT en Aguas Teñidas y que les ha llevado a exigir que la empresa, propiedad de los grupos Mubadala y Trafigura, extreme y mejore los controles en la enorme plantilla que emplea en sus instalaciones.
Pero a la inquietud surgida por los positivos por metales pesados en Matsa meses atrás se une ahora el hecho de que Atalaya Mining, la empresa que gestiona el Proyecto Río Tinto desde hace ya cuatro años, no realiza controles específicos de metales pesados a sus trabajadores. Un hecho que ha alertado a los integrantes de su Comité de Empresa.
El responsable y portavoz del Comité, Marcos Sierra (USO) ha explicado que en los cuatro años que lleva la mina operativa no se han realizado controles de presencia de metales pesados a la plantilla ni tampoco a los trabajadores de las subcontratas a pesar de que la exposición ambiental es diaria y se manipulan productos muy tóxicos.
A juicio del Comité, la empresa “debería controlar ya estos parámetros” y no escudarse en justificaciones como que la instalación lleva solo cuatro años operativa.
Consultada la empresa por esta ausencia de analíticas, Atalaya Mining asegura que “en Riotinto se sigue el protocolo que marca la Ley para controlar el ambiente en el que trabajan los empleados”, un trabajo que realiza una empresa de laboratorios independientes. Y asegura que “hasta ahora no ha habido incidencias”.
Las analíticas consultadas no incluyen efectivamente mediciones de metales pesados en sangre y orina aunque sí establecen mediciones ambientales, control de polvo en suspensión, incluidas zonas urbanas aledañas a la instalación minera.
El Comité de Empresa califica la situación de la seguridad en las instalaciones de “tercermundista” y subraya que mientras en otras empresas la ropa los trabajadores se lava en las instalaciones, en Riotinto aun se la llevan a casa a sus lavadoras particulares desaguando residuos a la red urbana.
El objetivo del Comité en el caso de Riotinto es hacer cumplir las medidas de protección y seguridad que contiene el Real Decreto 665 para la Evaluación y prevención de los riesgos relacionados con la exposición a agentes cancerígenos o mutágenos.
La continua exposición ambiental y la manipulación continua de sustancias químicas cancerígenas es algo habitual en minería por lo que esta norma debe aplicarse con urgencia en la mina de Riotinto para darle garantías, protección y seguridad a los trabajadores, aseguran desde el Comité.
Las exigencias de mejorar la seguridad en el sector minero de Huelva ha saltado ya al nivel institucional con iniciativas en este sentido. Al fin y al cabo 11.000 personas dependen en la provincia de Huelva del laboreo minero y sus empresas derivadas, incluido transporte de mercancías peligrosas por carreteras y cascos urbanos de muchos municipios.
