Carolina Marín se mete en la final de 'Huelva 2018' con su primera remontada (21-17 y 21-16)
¡A la final! Carolina Marín podrá cumplir su sueño de ganar una medalla de oro en su tierra, ante su gente, sus amigos y su familia. Nuestra volantista ya está en la final del Campeonato de Europa 'Huelva 2018', tras superar a la danesa Mia Blichfeldt en dos sets (21-17 y 21-16). Más de 4.500 espectadores sostuvieron a la onubense en los malos momentos -que los hubo- y explotaron de júbilo con el último grito de triunfo de la ídolo local.
Todo estaba preparado para la fiesta, pero la nórdica tenía otros planes. Muy firme en defensa y acertada en sus golpeos ofensivos, Blichfeldt puso puntos de por medio en el arranque del partido (4-9) y en el intervalo del primer set (7-11). Ir a remolque era una experiencia nueva para Carolina Marín en este Europeo, que gestionó con su habitual combinación de zurdazos y una mentalidad ganadora a prueba de bombas.
Le costó tiempo recuperar el terreno perdido porque la escandinava se defendía con uñas y dientes (15-15). El set estaba abocado a un desenlace de infarto. No fue hasta poco del final que la onubense se puso por delante (17-16). La volantista local obligaba a Mia a buscar las líneas, en el difícil equilibrio entre el acierto y el error. Hubo más de los segundos que de los primeros, y Marín rubricó la remontada con un paralelo (21-17).
Pasado el trance y con la primera manga en el bolsillo, Carolina tranquilizó nervios, aparcó tensiones y se dedicó a jugar como los ángeles. Su fulgurante salida (9-2) hacía presagiar un nuevo recital, y aunque Mia se resistió a lo inevitable (11-7 y 20-16), la Campeona Olímpica, Mundial y Europea selló el pase a la final de 'su Europeo' con un punto en la red (21-16).
Disipado el humo de la batalla, la reina del deporte onubense se marchó tan tranquila a firmar autógrafos en un auténtico baño de masas. Mañana, sobre las 13.00 horas, toda Huelva empuñará su raqueta en la final que le enfrentará a la rusa Evgeniya Kosetskaya, verduga en semifinales de la otra danesa superviviente, Line Kjaersfeldt.