La terrorista Nerea Bengoa sale de la cárcel de Huelva tras cumplir 16 años de prisión
Foto: Etxerat Elkartea
La terrorista de ETA Nerea Bengoa Ziarsolo, ha salido en libertad este sábado de la prisión provincial de Huelva tras cumplir 20 años de prisión, aunque jamás fue acusada directamente de delitos de sangre sí que participó activamente en el comando Araba de la organización terrorista y posteriormente en el comando Barcelona y participó en la logísitica y preparación de atentados en tareas como el alquiler de pisos franco o la compra y transporte de explosivos.
Se trata de una de las liberadas (a sueldo) de la banda terrorista ETA, fue arrestada el 26 de diciembre de 1996 por la Ertzaintza al desarticular el 'comando Araba', que pretendía asesinar al entonces consejero de Interior vasco Juan María Atutxa.
Nerea Bengoa ingresó en prisión provisional por orden del juez de la Audiencia Nacional Carlos Dívar, tras admitir que colaboraba con el comando Araba. También admitió en su declaración ante el juez que alquiló el piso donde la Ertzaintza incautó casi 180 kilos de amonal, además de cartuchos explosivos, subfusiles y los mecanismos necesarios para activar a distancia los explosivos que hubieses colocado.
Sin embargo Nerea Bengoa, tras permanecer tres años en prisión, salió en libertad provisional circunstancia que aprovechó para huir a Francia antes de poder ser juzgada, desde donde se reintegró a la banda terrorista ETA como miembro del Comando Barcelona.
El fiscal pidió para Nerea Bengoa, declarada en rebeldia, el 11 de septiembre de 2000 un total de 25 años por los delitos de pertenencia a banda armada, depósito de armas, tenencia de explosivos y el de falsedad. El día 24 de agosto de 2001, fue detenida en una operación de la Guardia Civil en Barcelona y finalmente juzgada y sentenciada, por lo que ha permanecido en prisión desde entonces.
Al comado Barcelona se le atribuyen los asesinatos de José Luis Ruiz Casado y Francisco Cano Consuegra, así como del profesor de universidad y ex ministro socialista Ernest Lluch y del guardia urbano de Barcelona Juan Miguel Gervilla.
