Ceballos se marcha dando una lección a sus detractores

Se llama sentido de club y es una cualidad que ha brillado por su ausencia en el Recreativo y el recreativismo en los últimos años. Hoy, dos hombres, Manolo Zambrano y Alejandro Ceballos han recuperado esta virtud para el Decano, marcando el camino que debería seguir la entidad.
Zambrano representó como nadie el papel de presidente, acompañando al entrenador despedido, al "hombre de Comas", al "compañero que apuñaló a Pavón por la espalda", "al técnico que firmó un contrato para aprovecharse del club", según los detractores más acérrimos de Ceballos.
Lo fácil y lo políticamente correcto para el máximo mandatario habría sido dejarle solo. Debió acordarse Manolo de como le tocó despedirse cuando fue cesado, entre sillas vacías, sin que ningún dirigente de entonces le respaldara. No quiso que la escena se repitiera. Y con ello dignificó su cargo y al Recre.
También estuvo cargado de dignidad el adiós de Ceballos. Tras la habitual ronda de agradecimientos, el preparador sevillano pidió "a todos los que sienten y dicen sentir los colores del Recreativo que remen en una sola dirección, independientemente de egos e intereses personales". Difícil resumir mejor la problemática que vive el club en la era post-Comas.
Es más, el técnico hispalense decidió predicar con el ejemplo y se negó a entrar en las polémicas extra deportivas que han acompañado su despido. Pese a que no le faltan razones para defenderse, dejó claro que "todos conocemos las circunstancias, pero no es el momento ni es el día para hablar". Actuando así, espera "aportar mi grano de arena" para calmar las revueltas aguas albiazules.