jueves. 28.03.2024
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Opinión

La Mesa de la Ría se desarma

Aurelio González Peris, presidente inscrito de la Asociación Mesa de la Ría de Huelva, analiza la delicada situación que atraviesa el colectivo en vísperas de una elecciones Municipales cruciales para su continuidad.
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La Mesa de la Ría se desarma

Aurelio González Peris. Presidente inscrito de la Asociación Mesa de la Ría de Huelva.

Cuando surge la Mesa de la Ría, a instancias del Colegio de Arquitectos, allá por el 2003, ésta manifiesta ante la sociedad onubense la necesidad de recuperar los terrenos de la Punta del Sebo para la ciudad.

El entonces decano José Pablo Vazquez, convocó esa mesa para plantear y explicar ese objetivo y conseguir adhesiones a esa reivindicación. A ella acudieron cinco colectivos que vinieron a ser el fermento de lo que luego se convirtió en una gran Plataforma de 33 agrupaciones de Huelva y de fuera.

Después de la cuestación de firmas, que se llevó a cabo contestando a Endesa por la intención manifiesta de instalar una Central de Ciclo Combinado en la Punta del Sebo, el discurso de la Plataforma Mesa de la Ría cambió y se revistió de matices ambientales, pues el público, en su inmensa mayoría, que se acercaba a las mesas instaladas por diferentes calles de la ciudad, unía a su firma la queja ancestral de la contaminación y las fábricas. El nuevo discurso reivindicativo provocó una adhesión creciente de grupos y asociaciones construyéndose una gran Plataforma influyente, social y política, en la ciudad y su entorno.

Las ambiciones políticas de algunos grupos ocasionó la desmembración de la Plataforma y la constitución de una Asociación homónima que favorecía la participación ciudadana desde una estructura con capacidad jurídica.

Después de varias temporadas de ejercicio eficaz, con un discurso ambiental muy respaldado por la sociedad y organizaciones ecologistas, defendido con fuerza ante instituciones de ámbito local, autonómico, estatal y europeo, la Asociación Mesa de la Ría da el salto a la política local y presenta su candidatura en los comicios de 2011.

La consecución sorpresiva de un concejal, causó un gran júbilo entre las bases de la organización y, por qué no decirlo, en un considerable número de onubenses. José Pablo Vazquez personó esa representatividad en el Pleno del Ayuntamiento de Huelva. A pesar de las conocidas desavenencias surgidas en el seno de la organización, la Mesa de la Ría, constituida como Partido político para tal fin, siguió ejerciendo su trabajo, muy mermado eso si, por esas desavenencias.

La siguiente legislatura, también con un concejal, Rafael Gavilán, que, aunque estuvo muy alejado durante un tiempo  de la Mesa de la Ría por asuntos pesonales, consiguió la aquiescencia entre los socios de la Asociación, que mantenía su estrutura como organización matriz,  brindándole su apoyo y proponiéndole como candidato a la Alcaldía. No defraudó durante esa legislatura, escuchó y defendió lo que se decidía en las asambleas de socios de la Asociación, el Partido no era mas que una herramienta creada para acceder a las cuotas de representación que suponía estar en el Ayuntamiento.

Esta armonía y trabajo continuo, coherente y honesto,  fue lo que dio una imagen creíble en la sociedad de Huelva y lo que permitió lograr dos concejales en los comicios de 2019.

La Mesa de la Ría crecía. Eso reforzó los ánimos. Desgraciadamente los conflictos volvieron a surgir y los concejales del Grupo Municipal, Rafael Gavilán, Francisco Romero y su asesor Juan Manuel Buendía, quisieron acaparar todo el poder y representación, no sólo del Grupo Municipal sino de la misma Asociación Mesa de la Ría. Promovieron asambleas y Juntas Directivas que el juzgado declaró como “Nulas de Pleno derecho” en sentencia firme.

Emprendieron acciones judiciales contra el presidente, tanto del Partido como de la Asociación, con acusaciones tan especialmente graves como falsas, como así ratificó el juez en sentencia firme.  Su intención y su acción han provocado la desmembración de la Mesa de la Ría.  A día de hoy la Asociación tiene una Junta Directiva caducada que no ha sido renovada y el partido politico inmerso en un procedimiento judicial por falsedad documental .

Alguien dijo que si la Mesa de la Ría no existiera habría que inventarla. Este movimiento,  que surgió como una necesidad de Huelva, dadas sus circunstacias ambientales como consecuencia de una actividad industrial heredada, debería de continuar. Las personas Rafael Gavilán, Francisco Romero y Juan Manuel Buendía,  que actualmente se arrogan la dirección y representatividad de la Orgnización de manera ilegítima, han demostrado además de  poca capacidad,  baja cualificación moral y personal, atacando y desacreditando a compañeros que han dedicado su vida por la causa.

La lista que ha propuesto Gavilán para participar en estos comicios lo demuestra. En ella figuran muchas personas que nunca han estado vinculadas al movimiento Mesa de la Ría, tan lejanas que algunas son y residen en Málaga. Las hay que sólo aparecen de relleno por ser familiares ó  amigos  del candidato. Gavilán ha prescindido de personas cuya colaboración o participación con la causa desde siempre, hubiera supuesto una garantía de éxito en esta nueva singladura. No sabemos si por la propia negativa de esas personas o como causa de la distancia de esos concejales con la calle y sus aspiraciones. Lo cierto es que esa candidatura que presenta esa mesa de la ría nada tiene que ver con la auténtica Mesa de la Ría.

Las mociones presentadas en los Plenos tan distantes y ajenas a las reivindicaciones medulares de la Mesa y la desorientacion en  el asunto clave de los fosfoyesos de Fertiberia, eludiendo cualquier mención a los verdaderos argumentos jurídicos que pueden parar el proyecto, al margen de las características del residuo, ponen de manifiesto su incapacidad e insolvencia.

Resulta incomprensible e imperdonable que Rafael Gavilán , que tiene información suficiente, dado que la Mesa de la Ría como Asociación está personada en el expediente 563/2004 en la Audiencia Nacional, no haya empleado todos los recursos de los que dispone como Grupo Municipal, para litigar en los tribunales donde se hubiera tumbado el proyecto de Fertiberia.

De haber procedido así, seguro que hubiera conseguido la adhesión de los demás Grupos en el Pleno y hoy estaríamos hablando del proyecto de retirada de fosfoyesos.

 Este cúmulo de errores y  no haber logrado  avanzar ni un ápice en algo tan fundamental para Huelva como es la retirada de los fosfoyesos, razón por la que la Mesa de la Ría entró en el Ayuntamiento, demuestra que los 480.000 euros que las arcas municipales les han entregado han servido de poco.

Aurelio González Peris. Presidente inscrito de la Asociación Mesa de la Ría de Huelva.

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