La Defensora ante los Terremotos: 267 años del tsunami que destruyó Huelva en 1755
Este 1 de noviembre de 2022 se cumplen 267 años del terremoto de Lisboa que arrasó gran parte de los pueblos de la costa de Huelva y destruyó casas, templos y todo lo que encontró a su paso.
Aun quedan secuelas emocionales... y religiosas. Entre ellas gana protagonismo en esta fecha la Virgen del Reposo, que volverá a salir en procesión tras la renovación del voto que a perpetuidad le ofrecieron el 1756 los cabildos secular y eclesiástico de Valverde del Camino por su especial protección en esta fecha aciaga para la provincia.
El terremoto de Lisboa de 1755 tuvo lugar el 1 de noviembre de 1755. Fue uno de los terremotos más destructivos y mortales de la historia, causando la muerte de entre 60.000 y 100.000 personas. Y cambió hasta creencias.
Tuvo lugar entre las 09:30 y las 09:40 horas del 1 de noviembre de 1755 y se caracterizó por su gran duración, dividida en varias fases y por su violencia, causando la muerte de entre 60.000 y 100.000 personas. Los sismólogos estiman que la magnitud del terremoto de Lisboa habría sido de entre un 8,5 a 9,5 en la escala de magnitud de momento, con su epicentro en algún lugar desconocido en algún punto del océano Atlántico a menos de 300 km de Lisboa.
Las ondas sísmicas causadas por el terremoto fueron sentidas a través de Europa hasta Finlandia y África del Norte. Tsunamis de hasta 20 m de altura barrieron la costa del Norte de África, y golpearon las islas de Martinica y Barbados al otro lado del Atlántico.
En España produjo bajas incontables, al menos 5.300 muertos según el recuento de la época y abundantes daños. En Sevilla hubo nueve víctimas fatales, el 89% de las viviendas resultaron dañadas y afectó incluso a la Giralda. El tsunami posterior afectó muy gravemente a las costas de las provincias de Huelva y Cádiz. En Ayamonte murieron 1.000 personas; en Lepe se produjeron 400 muertes, además de la destrucción del 81% de su flota pesquera .
La conmoción social desencadenada por la tragedia fue tan dura que llegó a pensarse, dado que la mayoría de las víctimas se encontraban en el interior de iglesias, en una especie de castigo divino.
Luis Arroyo, en la Gran Ola, recuerda que los efectos del terremoto se notaron también en el interior de la provincia con muchos impactos en Valverde del Camino y hasta en la sierra.
El templo parroquial valverdeño, recuerda ahora el Ayuntamiento, "sufrió tal desgajamiento en sus gruesos muros, que hubo un momento que por su separación pudo verse el cielo y los molinos del cabezo. Así es la tradición: y que el hecho del desgajamiento fue una realidad, se hizo patente el año 37, al repararse la iglesia con motivo del incendio que sufrió el año anterior. En la torre se produjo una brecha lateral de larga extensión, que ha existido hasta hace poco en que fue macizada".
Se cuenta además que ese día la corona de la Virgen del Reposo cayó sobre el Niño que tiene en su regazo. De este hecho, que la tradición asegura con vehemencia, proviene una copla que se cantaba con la “esquila” en el mes del rosario (mes de octubre)
En el día de Todos los Santos.
Cristo Señor Nuestro nos fue a destruir.
Y por ruego de su Madre Amada.
Nos dejó en el mundo de nuevo a vivir.
La corona se quitó María.
Y a su Hijo amado se la presentó:
Toma Hijo no quiero ser Reina.
Si Tú no sosiegas el fuerte temblor.
Jesús contestó:
Vuestro Manto Señora los ampara
y de fieras llamas los libra Tú Amor.
No registra la memoria escrita en Valverde ningún grave suceso del seísmo, que afectara a las personas. Sí las actas y otros documentos y el propio relato escrito que de ello se conserva "habla de la gran protección Divina que el pueblo recibió".
Por este favor los cabildos Eclesiástico y Civil de aquella época acordaron con promesa jurada celebrar todos los 1º de Noviembre una función religiosa con solemne misa, sermón y renovación del juramento, el voto que año tras año desde aquellas fechas se celebra y que dice lo siguiente:
"Juramos solemnemente a Dios nuestro Señor y a estos Sagrados Evangelios, que estos Cabildos Eclesiásticos y Secular de esta villa, cumplirán y guardarán perpetuamente la función que tienen establecida en honor y mayor culto de María Santísima en su venerable título del Reposo, según y como consta de su dotación; y así mismo la reeligen y admiten ambos Cabildos por su especialísima Patrona y defensora de los Terremotos, y con las veras y afectos que establecemos este voto, así Dios nos valga y ayude. AMEN".
