viernes. 19.04.2024
El tiempo

Mon Zabala: “El Recreativo para mi es un sentimiento muy especial, es algo que he ‘mamao’ desde chico”

Mon Zabala: “El Recreativo para mi es un sentimiento muy especial, es algo que he ‘mamao’ desde chico”

El personaje que se asoma esta semana a esta vuestra sección es José Ramón Domínguez - Zabala Hernández, conocido por los amigos por Mon Zabala. un choquero de pro de 68 años y no menos recreativista.  No en vano es hijo del que lo fuese todo en el Recreativo de Huelva, desde jugador, pasando por labores administrativas, delegado e incluso secretario en la época de Martín Berrocal, me estoy refiriendo al mítico Sebastian Dominguez - Zabala.

Pero hablando de Mon, que  es nuestro protagonista, les diré que nació muy cerca del coso de la Merced, concretamente en el número 10 de la calle Ayamonte. Comenzó su formación en los párvulos del colegio Manuel Siurot, para continuar sus estudios de primaria en el colegio San Fernando, motivado por el cambio de domicilio de su familia, concretamente a la calle Federico Mayo de nuestra capital.

Más tarde hizo bachillerato hasta 3º. Pero como su vocación iba encaminada por la técnica y la ciencia, decidió hacer Oficialía Industrial en Estudios Politécnicos Madre de Dios, terminando su formación profesional en el Politécnico de La Rábida.

Tras finalizar sus estudios, entró a formar parte de la plantilla de Fertiberia como analista técnico de laboratorio, donde  tras 39 años de servicios se jubiló felizmente. Y ahora disfruta de su merecido descanso junto a su mujer Cristina Rasco y del resto de su familia, especialmente de sus hijos: José Ramón, Sebastián y Cristina. 

Pero para descubrir un poco más a nuestro protagonista nos pusimos en contacto con él para hacerle una entrevista. Y con la afabilidad y cortesía que le caracteriza accedió a la primera. Así que vamos a ello.

Se dice que de niño todos soñamos con ser algo de mayor ¿Por dónde pasaban tus sueños?

Si  te digo la verdad, mis sueños pasaban por ser un buen mecánico de coches y de motos.

Cuando tenía tan solo trece años le hice a mi hermano un patín, que el barrio se quedó perplejo. Siempre me ha gustado la técnica y la ciencia. El fútbol lo soñé jugando en los infantiles del Recreativo, pero no fue mi gran pasión ser futbolista, quizás porque los había mejores y había que destacar mucho, yo era mediocre. Aunque fuera el hijo de Zabala.

¿Cómo recuerdas tu infancia y rodeado de tanto recreativismo? pues tu padre hizo de todo en la entidad albiazul.

Recuerdo mi infancia llena de cosas bonitas. Me crié en una familia repleta de cariño hacia mí, y mis hermanos, con unos padres maravillosos que me dieron la educación que ellos pudieron y supieron darme.

El Recreativo en mi familia era un sentimiento muy especial, era querer a un club de Fútbol porque lo había ‘mamao’ desde chico.

Mi padre, Sebastián Zabala, lo dio todo por el Recreativo. Fue jugador desde 1936 hasta 1945. Después en el club hizo de todo: labores administrativas, se encargaba de los fichajes, los viajes del equipo y cuerpo técnico; en más de una ocasión me llevó a la federación Andaluza en Sevilla para inscribir a un jugador a última hora.

Fue delegado del club en muchas ocasiones y llegó a ser en la época de Martín Berrocal, secretario general del club. Todo esto lo compaginaba con su trabajo en el Ayuntamiento como funcionario.

Supongo que en tu retina habrá momentos muy bonitos con color albiazul, ya que conocerías a muchos futbolistas de aquella época. ¿Con cuál te quedas? Y no sé si tienes alguna anécdota que recuerdes especialmente.

Hay muchos momentos bonitos y también amargos. Este club ha tenido muchos altibajos en su historia. Me acuerdo que era preceptivo ir todos los domingos  al Fútbol cuando jugaba el Recreativo y el Atlético Onubense.

Cuando más disfrutábamos era con el Recreativo en 3ª división, pues le llamaban el equipo “persiana”, el sube y baja. Estaba en una temporada en 2ª división y a la siguiente temporada en 3ª. Cuando nos enfrentábamos a equipos de 3ª siempre ganábamos por goleada, una vez le metimos al San Fernando 14 a 0.

Siempre quedábamos los primeros y ascendíamos. En aquel entonces tenía yo diez o doce años.  Me acuerdo que el  Atlético Onubense (filial del Recreativo) no pudo ascender a 3ª división por estar el  Recreativo  en 3ª.

Mi padre siempre me llevaba al vestuario para que viera a los futbolistas y entrenadores. Una vez, las cosas de mi padre con tanto arte que tenía, entramos y dijo: “Aquí  traigo al nuevo refuerzo para el equipo: El Mon. No se me olvidará nunca; era cuando jugaban: Zumalabe, Poceiro, Herrerita, Guerra, Benítez, tenía  yo diez años.

Si tuvieses que hacer un once de los jugadores de antaño y de la actualidad, eso sí, onubenses ¿cuál sería?

Mi recuerdo será siempre el equipo de mis veinte años, cuando se ascendió a 2ª división en 1974. Espejo; Paniagua; Ribas; Ortiz; Otero; Montiel; Morita; Jeromo; Morón; Robles y Dorrego.

Me gustaría que tuviera un equipo que se llevara de calle a todos los demás equipos, para que estuviéramos en la categoría que nos corresponde, la 2ª división y después soñar con ascender a 1ª.

MONUMENTO A LA AFICIÓN

Viviendo en ese entorno ¿no pensaste nunca en ser futbolista?

Tengo una anécdota de los infantiles del  Recreativo. Era cuando el hijo de Aurelio “Lely” (Aurelio jugó con mi padre y gran amigo). Como digo, Lely entrenaba a los infantiles. Yo me apunté para jugar y no lo hacía mal. Pero si te digo la verdad, el fútbol como te decía anteriormente, no era mi gran pasión.

Un día le dijo Lely a mi padre: “Mira Sebastián, el niño juega bien, pero no es constante y muchas veces no viene a entrenar, y por ser tu hijo no le digo nada. Y mi padre le dijo a Lely:  dile que estudie”. En uno de los días que fui a entrenar me dijo Lely: Mon, me ha dicho tu padre que estudies. Ahí comprendí que el Fútbol no era lo mío.

Al cabo del tiempo me di cuenta que mi padre hizo lo mejor. El fútbol hay que gustarle mucho a uno para dedicarse de lleno a él, y mi padre de eso sabía tela.

Después jugué en diferentes equipos, Rayo Onubense, Hispania, incluso en el Politécnico. Cuando ya estaba en la plantilla de Fertiberia, jugué varios años en los campeonatos de empresas, siempre de lateral derecho.

No sé si sigues la actualidad del Decano, si es así, que sensaciones tienes cara a la temporada que acaba de empezar.

En la actualidad siempre lo veo por TV. Todavía es pronto para ver qué va a pasar. El primer partido  lo vi que ganó, las sensaciones no fueron malas. Esperemos que conforme vaya pasando las jornadas, poco a poco con nuevo entrenador y jugadores, se acoplen a la categoría.

Siguiendo en clave choquera, sé que te gusta mucho la guitarra y el cante ¿De dónde te viene la afición?

La música de mi tierra desde muy joven me ha gustado mucho. Esos fandangos de mi Huelva, esas seguidillas alosneras me han cautivado. Por supuesto, las sevillanas, las rumbas, bulerías, alegrías…etc.  Toda la música me gusta, desde Beethoven a Camarón.

La guitarra la aprendí a tocar muy joven. Me regalaron para reyes una guitarra con doce años, a partir de ahí, no paraba de investigar para poder tocarla. Un día, un amigo me dio un papel cuadriculado con las posturas de la guitarra, cuando descubrí el sonido que me ofreció la guitarra, ya no paré, hasta hoy que aún sigo aprendiendo.

El cante me viene de mi madre que cantaba muy bien la copla y también de mi padre, que se tiraba unos fandangos para rabiar.

Por cierto, como onubense que eres de pura cepa, si tuvieses que hacer de cicerone de algún foráneo ¿Que le recomendarías que no se podría ir sin dejar de visitar y gastronómicamente hablando cual sería tu recomendación?

Los que vengan a Huelva capital no se pueden perder pasear sus calles, sus plazas, sus avenidas y barrios. Huelva es una ciudad para pasearla. Soy un apasionado de mi ciudad, quizás por eso, son tantas cosas que le diría a un forastero, que a lo mejor, a él no le guste tanto como a mí.

Esos atardeceres desde El Conquero y desde el Muelle de la Compañía Rio Tinto. Ese Barrio Obrero, esa Plaza de Las Monjas, Plaza de la Merced, Plaza de San Pedro, ese Paseo de la Ría, llegar por el sendero a la Punta del Sebo para contemplar el monumento a Cristóbal Colón, esa ría de Huelva que es una “copla que se baña”, ese Parque Moret, ese Parque Alonso Sánchez…son tantos lugares que necesitaría un libro.

Y si es la Provincia de Huelva, para qué contarte, necesitaría otro libro. Quiero a mi provincia de Huelva con locura. Me queda poco por conocer, me tengo que apresurar, porque ya me queda cada vez menos.

En cuanto a gastronomía. Yo con unas caballas de la costa, unas sardinas que no tengan R, unas coquinas, unos chocos fritos, unas gambas, un poquito de jamón, unas habas enzapatás y unas patatas con choco, me conformo.

Hablando de gastronomía, no sé, si eres de ponerte el delantal y meterte entre fogones. Si es así, ¿cuál es tu plato estrella?

Me encanta la cocina. Mi especialidad, la paella de Huelva, las habichuelas con perdiz y gurumelos, la caldereta de borrego, los revoltillos en salsa y una buena tortilla de dos huevos con jamón.

Haciendo un símil taurino, vamos a dar una larga cambiada y cambiemos de tercio. Que Huelva es la gran abandonada en cuanto infraestructura, está claro. Pero para ti, cuál diría que es la más prioritaria.

Yo qué quisiera para Huelva…¡Lo mejor!  Pero decimos siempre lo mismo, que somos apáticos en Huelva, que no nos movilizamos… ¡pues es verdad! A ver si damos un puñetazo todos juntos en la mesa del que corresponda, y ya veremos si cambian las cosas.

Ya a estas alturas de la vida he asistido a muchas huelgas, movilizaciones, encierros, y creo que los que vienen detrás son los que tienen que moverse. Yo hice lo que pude.

En otro orden de cosas me gustaría saber tu opinión en cuanto al tema del coronavirus, tras morir tantísimas personas ¿Crees que la gente hemos cambiado?

Pues la pandemia criminal ha sido un palo para el mundo entero. Los seres humanos al cabo de la historia, siempre hemos sobrevivido a catástrofes inimaginables, ahí está la historia, pero cuando pasa algún tiempo, ya nos olvidamos de los que sufrieron y cayeron tras esas desgracias.

En cuanto al tema de la invasión de Ucrania ¿cuál es tu criterio?

La invasión de Ucrania, no es más que una equivocación y otro fracaso del ser humano. Hay gente que por buscar sus intereses personales, vayan a lo último, a una guerra injusta y haya tantos muertos porque un “señor” quiera y le dé la gana. Otra guerra en este mundo como tantas que ha habido lamentablemente.

Estamos llegando al final y me gustaría agradecerte que me hayas prestado tu tiempo. Y, no sé, si te gustaría añadir algo más que durante la entrevista no te haya preguntado.

Darte las gracias a ti Félix, por haberte acordado de mí. Ha sido un placer poder contarte parte de mi vida y de mis aficiones e inquietudes, para así, a través de este medio, pueda llegar a todos. Gracias.  Un Abrazo.