jueves. 02.05.2024
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Luis Anes: ´He tenido la enorme fortuna de ser docente durante diecisiete años´

Para mí es un placer tener en esta vuestra sección, que me brinda la dirección de www.diariodehuelva.es; a Luis Alberto Anes Palacio, más conocido por Luis Anes.

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Luis Anes: ´He tenido la enorme fortuna de ser docente durante diecisiete años´

Un onubense de pura cepa de 46 años que nació en el seno de una familia de clase media que, junto a sus padres Eusebio e Isabel, y su hermano Eu y su primo hermano en acogida, Jesús, creció en la populosa barriada de La Orden y actualmente vive en la zona de El Matadero junto a su encantadora esposa Inma

Con sus padres Eusebio e Isabel
Con sus padres Eusebio e Isabel

Él siempre se ha considerado un ¡culo inquieto! Al igual que ha sido su vida laboral, de hecho su primer empleo fue en Correos, cuyo primer sueldo dedicó íntegro a pagar un lavavajillas para sus padres, tal como les había prometido. También como auxiliar en Carrefour, director  adjunto de CINEBOX en el momento de su inauguración en Aqualon, actor figurante y de reparto en un par de películas, así como auxiliar de biblioteca en La Casa de la Cultura de Huelva, administrativo, y un largo etcétera. Todo mientras también estudiaba y preparaba oposiciones para lo que es más conocido y popular, ser maestro, algo que ha podido ejercer durante diecisiete años.

Durante una de sus clases
Durante una de sus clases

Estudió EGB en el Colegio San Leandro,  y de ahí al I.B. La  Orden cuando aún era de material prefabricado. Se diplomó en Magisterio (Lengua Extranjera) encauzando su camino hacia la docencia. Después, se licenció por Humanidades especializándose en Filosofía, Psicología y Antropología en un desesperado intento por intentar comprender la tan a menudo compleja forma de actuar del ser humano. Ambas por la Universidad de Huelva, que tanto defiende y de la que se siente orgulloso, igual que de decir que es maestro y humanista.

Ha recibido premios a su docencia desde todos los sectores de la comunidad educativa como ganador del Premio a Mejor Funcionario en Educación, Huelva (2016), Premio a la Excelencia Docente por FAMPA Huelva (2021), los XX Premios CODAPA (2023) a nivel andaluz, o finalista a los I Premios Educa ABANCA (2017) a nivel nacional.  A nivel internacional ha traspasado fronteras recibiendo incluso, entre otros galardones, el premio Global Teacher Award (2021). Y acaba de recibir la Mención Honorífica a su trayectoria maestro en los prestigiosos ‘Premios EDUCA ABANCA Mejor Docente de España.

Durante una charla ponencia
Durante una charla ponencia

Además de como maestro, Luis ha traspasado las paredes de su aula convirtiéndose en un nombre reconocido en la sociedad en muchos más ámbitos siendo incluso finalista a los Premios Onubense del Año 2017 en la categoría Educación, Concejal en Huelva capital (2023), electo aunque tuvo que renunciar por los mismos motivos de salud, o recibir el Premio Buena Gente de Huelva 2022.

Con su esposa Inma recogiendo el premio BUENA GENTE de Huelva 2022
Con su esposa Inma recogiendo el premio BUENA GENTE de Huelva 2022

Pero para conocer un poco más a nuestro protagonista, nos pusimos en contacto con él para hacerle una entrevista. Y con la amabilidad que le caracteriza accedió a la primera. Así que vamos al lío ya.

P. ¿Cómo recuerdas tu niñez y que soñabas con ser de mayor?

R. Recuerdo mi niñez como ésas de las que ya no hay, ésas que hoy en día sólo se ven en series de televisión, como la antigua 'Verano Azul' o alguna nueva de Netflix recordando los años '80.

En su niñez en el Parque de las Palomas
En su niñez en el Parque de las Palomas

Recuerdo mi pandilla de amigos y amigas. Recuerdo mil aventuras alrededor del Santuario de la Cinta, en las laderas del Conquero, en el Parque Moret o en el antiguo terraplén que era nuestro campo de fútbol local, hoy en día un parque junto a la Asociación de Vecinos los Desniveles. Recuerdo nuestras batallas contra las demás pandillas. Recuerdo nuestros partidos de fútbol locales entre nosotros e internacionales cuando teníamos que salir a jugar a otra zona como la  Plaza de los Niños Bosnios, la barriada de Navidad o Santa Marta. Recuerdo que los días de lluvia para poder seguir jugando al fútbol o jugar al baloncesto nos saltábamos a las pistas del colegio Marismas del Odiel o a las del colegio Arias Montano. Recuerdo unas fiestas de la Cinta enormes. Recuerdo jugar a las chapas, al trompo, a la botella o al escondite. Recuerdo juntar la paga semanal de veinticinco pesetas junto a la de mi hermano para poder comprar un tebeo o los antiguos sobres Montaplex del kiosko de Antonio. Recuerdo mi bocadillo con tableta de chocolate o mis galletas María con Nocilla, después de hacer las tareas del colegio, y salir corriendo a jugar con los amigos a la calle hasta que una voz de mi madre o un silbido de mi padre me recordaban que ya era hora de subir a ducharme y cenar. Recuerdo salir los fines de semana con mis padres al Parque de Las Palomas, por aquel entonces lleno de muchos más animales. Recuerdo los domingos salir 'de guapos' en el coche con mis abuelos a algún sitio distinto al otro lado del mundo, pueblos de nuestra provincia. Recuerdo ir con mi padre, cuando los turnos en Fertiberia se lo permitían, a ver los partidos de fútbol del Olimpic  mientras comíamos piñones comprados en la entrada. Recuerdo ver el concurso 'Un, Dos, Tres' en la única tele de la casa o poder ver los partidos de fútbol en abierto. Recuerdo ver jugar al Recre de Luzardo y Alzulgaray. Tiempos mejores para ser niño o niña...

Por aquel entonces soñaba con ser futbolista del Recre o del Barça,  jugador de baloncesto en el Cajasol o los Lakers, actor, escritor, periodista y sí, por supuesto, maestro. Curiosamente, de niño soñaba también con ser mayor, ¡vaya iluso!

P.  ¿Alguna vez soñaste con dedicarte a la enseñanza? y ¿por qué decidiste estudiar magisterio?

R. Como te comentaba, amigo Félix, ser docente estaba entre mis sueños desde pequeño. He tenido la enorme fortuna de ser docente durante diecisiete años. Me siento muy afortunado de haber cumplido uno de mis sueños. En mi familia, de un modo u otro, hay dos generaciones familiares relacionadas con la docencia. ¡Incluso mi mujer Inma es maestra! Somos un matrimonio pedagógico, ella es mi mayor referente en la docencia.

Mis padres no son docentes pero sí me enseñaron a intentar ser buena persona, íntegro, respetuoso y honrado. También tuvo gran influencia en mi vida mi abuelo Juan, su vida daría para un gran ‘Rincón Choquero’. ¡Qué importante son las familias para la educación en buenos valores a los más pequeños! Me enseñaron del valor del esfuerzo y del poder de la Educación para guiar por el camino correcto.

En la Educación se empieza con vocación y se continúa por pasión hacia la enseñanza, por creer que es posible sumar por un mundo mejor desde el aula, que un buen maestro puede marcar la diferencia en el mundo de cada niño y niña. En ocasiones, la sociedad actual olvida la labor tan importante que realiza nuestro colectivo. No está de más recordarlo, y mostrar lo mucho y bueno que se hace, abrir las puertas del aula en colaboración con toda la comunidad educativa.

P. Hablando de tu profesión a la que tanto amas. ¿Cómo llevas lo de haber tenido que renunciar a ella por motivos de salud y en qué ocupas tu tiempo?

R. Cuando el suelo que está bajo tus pies desaparece, cuando la vida te sacude, revolotea y desorienta de cuanto creías que tenías y eras... Cuando dices "y ahora qué si siempre he querido ser maestro", pero es entonces cuando recibes el cobijo del afecto de la familia, amigos, conocidos, la comunidad educativa... el cariño de la gente que te rodea te da fuerzas cuando las tuyas flaquean. Muy afortunado de las personas que tengo en mi vida. Por el estado de mis ojos, siempre supe que era una carrera contrarreloj. Cada segundo lo he considerado un regalo, por eso me soléis ver con una sonrisa, viviendo todo con pasión e intensidad, estoy muy agradecido por cuanto he podido tener y aún tengo. El pesimismo no aporta nada, así que optimismo y actitud positiva. Toca seguir reinventándose. En gran medida, soy quien soy gracias a ver desde los ojos de maestro, que no es otra cosa que un eterno aprendiz en conexión permanente con el niño que fue. 

Con sus alumnos el día de su despedida
Con sus alumnos el día de su despedida

Dedicaba tanto tiempo a la docencia que ahora da para mucho; primero, mayor tiempo para la familia, y además, dando salida creativa a las emociones a través del arte, deporte y vida sana… y con las ansias intactas de seguir aprendiendo. Cuanto me permita la salud. ¡Me declaro fan total del uso de aplicaciones con inteligencia artificial! Y afrontando las dificultades como retos a superar, te pongo un ejemplo. Comencé a hacerle fotos a todo porque no lo veía bien y así podía ampliar la imagen; pues de ahí, me estoy aficionando a la fotografía creativa. ¡Incluso me he comprado una cámara réflex! En la vida, la actitud que tengas ante las dificultades marca la diferencia. No es lo que te pasa, es lo que haces con aquello que te pasa.

P.  Aunque tu carrera profesional ha sido corta, no es menos cierto que has recibido múltiples premios y reconocimientos como docente. ¿Cuál dirías que ha sido la pócima?

R. Bueno, Félix, tampoco diría que corta. Diecisiete años como maestro que con el doble de intensidad en mi praxis los siento como una experiencia duplicada y me sale un cómputo de treinta y cuatro. (risas) Además, no son los premios en sí, sino las manos que los entregan. El mayor premio que un maestro puede tener es el reconocimiento y cariño de su alumnado, las familias, los compañeros docentes y no docentes, la comunidad educativa… Y todo reconocimiento individual debe servir siempre para valorar la labor de todo el colectivo.

¿Pócima? Simplemente, un maestro más queriendo hacerlo lo mejor posible por sus niños y sus niñas intentando sumar desde su aula y, también, desde fuera.

Como buen humanista, quizás por eso siempre ha defendido un ‘Aprendizaje Basado en Personas’ (ABPer) como primordial y guía de todo el proceso educativo. Generar y reforzar valores de buenas personas y, por otro, generar buenas relaciones entre los miembros de toda la comunidad educativa. Es, a partir de ahí, cuando se genera el marco de trabajo ideal para el éxito pedagógico y de aprendizaje. Tres vías o caminos básicos para la una educación de calidad son la educación emocional, el trabajo de las habilidades sociales y la inclusión. A partir de ahí, desarrollo mi metodología de trabajo en el aula, las actividades, recursos analógicos y digitales… Tenemos dos recursos naturales en niños y niñas, la curiosidad y la creatividad. Considero nuestra figura docente como facilitadora para que nuestro alumnado encuentre y desarrolle sus talentos.

Perdón, no hay nada más pesado que un maestro poniéndose a hablar de docencia, no invites a dos a comer en tu mesa (risas).  Además, he salido del aula a través de conferencias, formaciones, publicaciones… en un intento por dar a conocer el maravilloso mundo de la Educación, y reclamar la importancia que se merece. Eso me ha dado visibilidad, pero nada que no se merezca cada uno de mis compañeros docentes que dan todo en su aula cada día.

P. A propósito, en tu etapa como alumno, habrás tenido bastantes profesores, pero entiendo que tendrás alguno muy especial que te ha marcado. ¿Podrías decirme su nombre y el motivo?

R. Por encima de todos, está quien fue mi tutor desde 1º a 5º de EGB en el colegio San Leandro, actualmente el colegio Sagrado Corazón de Jesús, don Francisco Escobar. Curiosamente, fuimos su primera promoción como maestro y, quién me lo iba a decir, nos hemos jubilado el mismo año.

Hay mucho que se ha hecho años atrás, mal llamado ‘tradicional’ con connotaciones negativas, y que es igualmente importante. Competencias como la lectoescritura, fomento de la lectura, el cálculo… Siempre dándole cada docente su toque personal, a menudo ligado a recursos más innovadores en mi caso, pero recuerdo que deben seguir siendo la base del aprendizaje. Que nuestro alumnado sea feliz en el aula pero al mismo tiempo le demandemos el máximo de trabajo y esfuerzo, son dos paradigmas que no están reñidos. Él lo lograba y yo he intentado lo mismo. Se trata de conseguir ese vínculo entre docente y alumno, a través del respeto, cercanía y cariño; es entonces, cuando cada niño y niña dará lo mejor de sí para ellos mismos, pero también para no defraudar al maestro que tiene fe en ellos. No recuerdo, tras tantos años, cómo daba clase, pero sí recuerdo que era feliz en su aula y era la mejor forma de estar dispuesto para dar mi mejor versión como alumno. 

Después había, especialmente de 6º a 8º de EGB, otros maestros muy buenos de quienes tomé actividades, estrategias… don Juan Ignacio, mi siguiente tutor; don José, don Gumer, don Juan, don Alonso… Curioso el uso del ‘don’ en nuestra época, aunque no se trata sólo de un vocablo, sino que representa respeto y cariño hacia tus maestros.

Un buen maestro puede marcar la diferencia en su alumnado, igual que uno malo. Es una gran responsabilidad que hay que poner en valor. La influencia de los docentes, no podemos olvidarlo, es eterna.

P. También tuviste que abandonar a tu carrera política, concretamente no llegaste a tomar posesión del acta de concejal. ¿Qué dirías que ha perdido Huelva sin tu presencia en el Grupo de Gobierno Municipal?

R. Sólo puedo tener palabras de agradecimiento para Pilar Miranda por apostar por mí y quererme en su equipo. Está, además, rodeada de un gran equipo que está trabajando y haciéndolo muy bien por nuestra ciudad.

Con Juanma Moreno y Pilar Miranda
Con Juanma Moreno y Pilar Miranda

A los siete u ocho meses de mi última operación ya fui consciente de que la vuelta a mi aula como maestro era misión imposible. Esta propuesta, que antes posiblemente no me hubiese planteado, era una respuesta a ese interrogante, ¿ahora qué?  Era una oportunidad de seguir sintiéndome útil y poder seguir sumando, un servicio social y además en contacto directo con mi tierra y mis vecinos. Poder aportar mi visión de maestro en otro ámbito, aunque sí que pedí que fuese ligado a la educación, infancia y juventud. Además, tenía claro que no me iba a quedar sentado en un despacho, apenas me he sentado en mi silla de maestro no lo iba a hacer ahora como concejal. Mis niños y niñas, dada mi forma de dar clase, si me veían sentarme no tardaban en preguntar "¿Maestro, te pasa algo?" (risas) Pues seguro que hubiese sido mi línea a seguir como concejal. Cercanía siempre a la gente, escucha activa y compromiso de corazón con mis vecinos. Entusiasmo, esfuerzo, empatía, resiliencia y pasión por sumar en cuanto pudiese. Al fin y al cabo, cada persona es como es, sea en el ámbito que sea.

 Desgraciadamente, mi visión no sólo no mejoró sino que fue a peor. A un mes de las elecciones ya se lo comenté a Pilar y a algunos miembros del equipo, tampoco iba a poder ser, aunque seguí trabajando hasta el ultimo día de la campaña, porque es un proyecto y son personas que creo que pueden hacer mucho por Huelva.

Llegaron las elecciones y fui concejal electo, pero muy a mi pesar no pude ni tan siquiera hacer toma de posesión del acta de concejal aunque fuese, al menos, de forma simbólica. Presentar mi renuncia después hubiese significado, dado los números del resultado electoral, estar en minoría durante dos plenos del Ayuntamiento. Responsabilidad con las mismas personas que apostaron por mí, responsabilidad con los vecinos que nos dieron su confianza en las urnas. Me dio mucha pena, como onubense de corazón, no poder hacer esa toma de posesión,  recoger la medalla de Huelva en el Ayuntamiento y, de alguna manera, una marca en la historia de nuestra ciudad.

 Así que creo que soy el concejal más efímero de la historia de Huelva, qué le vamos a hacer, cosas de la vida. Como en todo, me quedo con lo positivo. Una experiencia más que sumar a mi vida, y gente estupenda que me ha dado la oportunidad de conocer. Me congratula, además, poder decir que tengo amigos y respeto mutuo con personas de todas las formaciones políticas. En los tiempos que vivimos, no parece fácil.

P. Siguiendo en clave política y por aquello que estamos en fechas muy señaladas ¿Crees que los políticos están a la altura a la hora de la inserción social y laboral a los colectivos desfavorecidos o en riesgo de exclusión social?

R. Todo buen político debe ser consciente, y sincero consigo mismo, de que sus cargos significan responsabilidad con los demás y un servicio social. Ahí, sí es cierto, habría que diferenciar entre lo que se quiere hacer y lo que se puede hacer. Lo queramos o no, aunque se tire de ingenio y creatividad en muchas ocasiones, al final también se depende de la economía de la que se disponga en las arcas públicas, los presupuestos y la gestión que se haga con ella.

Esa buena gestión en el ámbito social también implica la colaboración con organizaciones, plataformas sociales, asociaciones... para que la atención sea más efectiva y eficiente. Pero también implica la buena cooperación entre las distintas administraciones más allá del color político que tengan. Primero, siempre las personas, y esa vocación de servicio. Este mundo necesita buenas personas.

P. Por cierto, nuestra alcaldesa Pilar Miranda, desde el día que presentó su candidatura, dijo que de las primeras cosas que haría, sería solicitar una entrevista con Pedro Sánchez, para abordar las carencias en infraestructuras que tiene Huelva. ¿Cuál dirías para ti que son las más prioritarias?

R. Si de algo va sobrada Pilar, además de capacidad de gestión, es de carisma y carácter para hablar con quien haga falta para poner a Huelva en el lugar que se merece. Esperemos que Pedro Sánchez no reclame un mediador internacional para poder hablar con él…

Obviamente, por volumen, quizás pensar en un aeropuerto en Huelva sea una utopía teniendo uno en Faro y otro en Sevilla, de acuerdo.  Los cruceros de pasajeros poco a poco parece que vamos progresando pero su volumen es pequeño aún; potencial tenemos para ser punto de origen y paso hacia tres continentes.

Lo que sí es primordial, necesario y merecemos es mejorar nuestro transporte ferroviario. Dar un golpe sobre la mesa para que, de una vez por todas, nos escuchen, atiendan y den lo que merecemos. Merecemos el ave, pero comencemos al menos por un tren digno. Es pensar en subirte en uno desde Huelva y es una lotería. Y aquí parece que no pasa nada, pues muy bien que hace Pilar. Basta ya de que los onubenses seamos tratados como ciudadanos de segunda o, incluso, de tercera.

Evidentemente, otras infraestructuras necesarias en Huelva son la comunicación por carretera, aumentar el transporte público de calidad y su frecuencia los enlaces, un tercer puente en la salida de Huelva a la costa, la carretera Huelva-Cádiz…

Si queremos que Huelva alcance todo el potencial que tiene para su desarrollo, obviamente uno de los requisitos indispensables es mejorar sus infraestructuras y comunicaciones.

P. Pese a las múltiples carencias en infraestructuras que tenemos en Huelva, no es menos cierto, que también se han logrado algunas mejoras. Desde tu punto, ¿cuál dirías que ha sido la mayor transformación de los últimos años?

R. Obviamente, y creo que nadie puede negarlo, durante los últimos años Huelva ha estado creciendo desde su Puerto, desde su Ría... Ya casi habíamos olvidado que la capital tiene, además, mar y playa. Posiblemente, el mayor bagaje que llevaba Pilar Miranda para estas últimas elecciones municipales fue su buena gestión en el Puerto; los onubenses quieren lo mismo para la ciudad: crecimiento, desarrollo, modernización y, por supuesto, romper las barreras entre ciudad y puerto que tanto parecían haberse distanciado últimamente.

P. En la vida siempre tenemos que tomar decisiones ¿te arrepientes de alguna y por el contrario de cual te sientes más orgulloso?

R.  En esta vida se disfruta de los aciertos y se aprende con los errores. Soy quien soy hoy en día gracias a  ambos.

Orgulloso de haber sido siempre sincero conmigo mismo en cuanto he hecho, más allá de cómo hayan salido después las cosas. Orgulloso de haber intentado siempre dar la mejor versión de mí mismo en cuanto he hecho en la vida. Orgulloso de haber hecho en mi vida todo desde el corazón y lo que sentía. Perseguir utopías me ha permitido cumplir muchos sueños.

Con su familia al completo
Con su familia al completo

P. Entiendo que durante tu existencia habrás conocido a muchas personas, pero si tuvieras que compartir mesa y mantel con un personaje, bien del pasado o del presente. ¿Cuál sería y que le preguntarías?

R. Pues voy a apuntar alto, amigo Félix. Me sentaría a la mesa con Dios.
Me vendría genial, personalmente, para recuperar mi fe perdida con tanto estudio,  investigación y ciencia.
Lo primero que le preguntaría, es cómo fue tan inconsciente para darnos el libre albedrío a los seres humanos. Sólo hay que ver lo que estamos haciendo con él...
Lo segundo, si puede hacer que nuestros abuelos, nuestros padres, nuestros seres queridos... sean eternos.
Lo tercero, si voy al cielo y no me gusta, si me dejaría volver. Que una vida se nos queda muy corta.

P. Hablando de gastronomía, no sé si eres de ponerte el delantal y meterme entre fogones, de ser así, dinos tu plato estrella.

R. Pues sí que me pongo el delantal y, ahora jubilado, mucho más.  Mi mujer y yo siempre hemos llevado una vida sana, nos cuidamos con deporte y dieta saludable. Así que casi no comemos frituras.  Me he hecho un experto en realizar ensaladas de todo tipo y mucha plancha con poco aceite pero mucho aderezo con verduras y pescado. En mis últimos años como maestro  en Huelva tenía un alumno con un limonero en su campo, y ante tantos limones regalados, me acabé haciendo un experto en hacer tarta de limón. (risas)

Entre fogones
Entre fogones

P. Se suele decir “qué bien se está cuando se está bien”. ¿En qué momento te encuentras?

R. Me suena rara la palabra jubilado con cuarenta y seis años, la verdad. Pero no es el final, es un nuevo comienzo, con la mochila cargada de muchísimas vivencias que la vida me ha dado, y ante muchas nuevas aventuras que aún están por venir. Siempre optimista y con actitud positiva, otra cosa no sería muy útil.

Lo que llevo peor, como seres sociales que somos, son las dificultades para reconocer los rostros de la gente. ¡Perdón si no saludo! No es una excusa. Incluso me ha pasado alguna vez contigo, Félix, te prometo que me caes muy bien. (risas) Quién sabe; la medicina, la ciencia y la tecnología están avanzando a pasos agigantados y quizás algún día se pueda hacer algo con mis ojos. Aprovecho para agradecer al doctor Rafael Gil Piña que lleva más de veinte años luchando a mi lado, haciendo milagros con mis ojos, tanto que ya le considero un amigo. Me siento afortunado con la vida que tengo, cuántos darían lo que fuese por estar en mi situación, cambiar su salud por la mía.

Mi discapacidad no me define, estoy lleno de muchas capacidades. Así que a darle rienda suelta. Ahora mismo, aclarando los senderos a recorrer. Incluso he tenido que descartar algunos proyectos en ese intento constante por reinventarme, también es parte del proceso. Pero seguiremos sumando, siempre. Soy feliz. La vida, se mire como se mire, es hermosa. ¡Rendirse no es una opción, moral de victoria!

P. Estamos llegando al final y me gustaría darte las gracias por prestarme tu tiempo. Pero no sé, si te gustaría añadir algo más, que durante la entrevista no te haya preguntado.

R. Nada más, amigo Félix. Sólo agradecerte, como orgulloso onubense, el honor de poder pasar por este ‘Rincón Choquero’ por el que tanta buena gente ha pasado, y que nos acercas con tu magia en cada entrevista.
Fuerte abrazo para ti y para todos los que nos lean.

¡Viva Huelva!

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