viernes. 19.04.2024
El tiempo

Juan José Blanco: “El voluntariado tiene también algo adictivo, pues te devuelve con creces lo que das”

Para mí es un verdadero placer traer a esta vuestra sección semanal a un madrileño de nacimiento, aunque él se considera más de Huelva que un choco
Juan José Blanco: “El voluntariado tiene también algo adictivo, pues te devuelve con creces lo que das”

Para mí es un verdadero placer traer a esta vuestra sección semanal a un madrileño de nacimiento, aunque él se considera más de Huelva que un choco, no en vano llegó a nuestra capital en 1960 con tan solo cinco años.

De hecho, estudió primaria y bachillerato en el Colegio Colón HH. Maristas, aunque en 1972 al fallecer su padre marchó a hacer el COU al Colegio Santiago de huérfanos militares, en Carabanchel (Madrid).

Una vez finalizado el Curso de Orientación Universitaria, volvió al sur, concretamente a Cádiz, donde estudió la carrera de Náutica, para posteriormente navegar en buques frigoríficos, petroleros y de carga seca. Hasta que en 1988 decidió desembarcar definitivamente y dedicarse a otras actividades en tierra.

Precisamente en 1990 entró a trabajar como jefe de operaciones en la Sociedad Estatal de Estriba y Desestiba del Puerto de Huelva, Para en 1994 pasar a desempeñar la jefatura  de Servicios Marítimos y de Seguridad en la Autoridad Portuaria de Huelva, ocupando en el tiempo las responsabilidades de jefe de operaciones, director comercial, jefe de explotación, director en funciones durante un tiempo y adjunto a la dirección y relaciones institucionales hasta su jubilación el 30 de diciembre de 2018.

Pero si en lo profesional ha disfrutado de una larga y dilatada carrera, en su faceta humanitaria tampoco se queda atrás, ya que desde 1988 supo compaginar su trabajo con la de voluntario de la Cruz Roja. Donde también ha desempeñado varios cargos: comenzó como jefe de la Unidad de Voluntarios de Socorro y Emergencias, posteriormente asumió la presidencia local de Huelva, para más adelante ocupar la vicepresidencia provincial. Y desde 2022 ostenta la presidencia provincial.

Con todas estas pistas supongo mis queridos lectores que ya habrán adivinado quien es nuestro personaje de hoy, nuestro querido amigo Juan José Blanco Barbado.

Lo conocí hace aproximadamente 30 años y desde el primer momento pude observar que se trataba de una persona, afectuosa, íntegra, afable, orador, empático y tremendamente humanitario. Vamos... Una “güena” gente como se dice por esta bendita tierra de María Santísima.

Pero, para conocer un poco más su estilo y personalidad y saber cómo es su día a día desde su jubilación, nos pusimos en contacto con él. Y con esa amabilidad que lo caracteriza no dudó un momento en ponerse a nuestra disposición, así que sin más dilación, vamos al lío ya.

¿Desde cuándo y cómo comenzaste a colaborar con la Cruz Roja

Cuando desembarqué definitivamente, allá por el año 1988, tenía la inquietud de realizar algún tipo de actividad de voluntariado. En que aquellos tiempos ocupaba la secretaría provincial de Cruz Roja en Huelva un viejo amigo de juventud quien me ofreció participar en la transformación interna que se estaba fraguando para la democratización de la Institución y a la vez me ofreció la jefatura de la recién creada Unidad de Voluntarios de Socorro y Emergencia (UVSE). Así comenzó todo.

¿Cuál es la pócima para llevar tantos años al frente de la Cruz Roja y seguir dando el callo?

La pócima no es otra que el compromiso con la misión de Cruz Roja en nuestra sociedad y la satisfacción de poder ayudar en algo a las personas más vulnerables a la hora de superar sus circunstancias adversas. El voluntariado tiene también algo adictivo, pues te devuelve con creces lo que das.

Tras veinte años en la presidencia provincial de Cruz Roja en Huelva, cada cuatro años renovada tras el correspondiente proceso electoral interno, a ver si encontramos a una persona que quiera comprometerse y traiga aire fresco a la Institución en Huelva (Ahí dejo eso).

Entiendo que tu teléfono siempre está abierto, ante cualquier emergencia.

Si miras en mi estado de WhatsApp dice literalmente ¨De guardia¨. Será una herencia en mi vida profesional, pero, efectivamente, mi teléfono está abierto ante cualquier situación de emergencia que pueda darse y en la que yo pueda tener algo que aportar.

No obstante, he de decir que en Cruz Roja tenemos un equipo de personas muy cualificadas para atender cualquier demanda de auxilio y que están igualmente a la escucha las 24 horas del día, todas ellas bajo la organización de nuestra coordinadora Provincial, junto a nuestro secretario Provincial, seis presidentas y seis presidentes locales. Todo un lujo de equipo.

¿A cuántas personas atendéis actualmente?

La solidaridad, el compromiso y la generosidad son los motores que mueven el corazón de Cruz Roja en Huelva a través de la ayuda de 4310 personas voluntarias y 12.259 personas y empresas socias, que en 2021 sumaron una fuerza imparable para prestar atención a más de 93.450 personas que confiaron en que esta Organización contribuiría a cambiar sus vidas en un año aún marcado por la pandemia del coronavirus y sus consecuencias sanitarias, sociales y económicas. Que todavía hoy no han dejado de aumentar el riesgo de vulnerabilidad general y los problemas de quienes ya lo tenían difícil.

Entiendo que en otoño y con la crisis que se avecina el número se incrementará ¿Os veis capacitados para atender la demanda que se intuye?

Ciertamente los augurios no son los mejores puesto que las circunstancias no contribuyen a ser optimistas. Cruz Roja es una organización que se va adaptando y dando respuestas a las necesidades que tiene la población en cada momento, lo hemos demostrado en otras crisis y muy especialmente en la pandemia con una reacción rápida y efectiva a través del llamamiento ¨Cruz Roja Responde¨, al que se sumaron más de quinientas personas voluntarias exclusivamente para la ocasión.

Esperemos que la necesidad no sea tanta, pero, en su caso Cruz Roja estará ahí, en primera línea de respuesta, como auxiliares que somos de las administraciones públicas en cuestiones humanitarias.

¿Cuál es el tipo de ayuda que más os solicitan?

Las personas que participan en nuestros proyectos no llegan a Cruz Roja con una sola necesidad, no sólo necesitan pagar una factura, su bienestar puede depender de otros muchos factores, a los que también tenemos que prestar atención.

Una familia, además de necesidades básicas, puede también tener problemas para acceder a un empleo, o sus hijos sufrir fracaso escolar, o detectamos problemas de salud mental, o que su vivienda no es enigmáticamente eficiente... Por eso valoramos cada caso y proponemos una serie de actividades desde diferentes enfoques: social, laboral, educativo, de emergencia, desde la salud y desde el plano medioambiental, esas seis áreas de conocimiento que conforman nuestro objetivo último: la atención integral a las personas.

Con la invasión de Ucrania han sido muchas las personas que han tenido que salir de su país y han llegado hasta España. ¿Vosotros atendéis alguna de estas familias?

Sí, es otro de los grandes desafíos de Cruz Roja, trabajar en la integración de las personas que llegan a Huelva buscando una nueva vida lejos de sus países de origen huyendo de la guerra. Se les ofrece ayuda psicológica, clases de castellano, integración de los niños, búsqueda de empleo, vivienda, alimentación…

Haciendo un símil taurino, hagamos una larga cambiada. Hablemos de infraestructuras y qué tan necesitados estamos en esta ciudad. ¿Tú cuál dirías que es la más prioritaria?

Por cuestiones profesionales siempre miré las infraestructuras desde el punto de vista del transporte de mercancías, pero creo que en este caso puede ser coincidente con el transporte de personas: en mi opinión, a Huelva le falta fundamentalmente una buena vertebración de la provincia Norte–Sur, viaria y ferroviaria, de alta capacidad que nos acerque en tiempo a la sierra y a Extremadura. Facilitar ese intercambio puede ser muy positivo para la provincia de Huelva, desde el punto de vista socioeconómico, pues ahora toda la relación de la mitad norte se realiza con Sevilla. Tenemos ¨de facto¨ la provincia reducida a la Costa y poco más.

También me gustaría y por aquello que has trabajado mucho tiempo en la Autoridad Portuaria y has visto pasar por la citada institución muchos presidentes/as, supongo que tendrás muchas anécdotas. ¿Recuerdas alguna digna de mención?

Pues sí que han pasado algunos. Cuando accedí a trabajar en el Puerto de Huelva, en el año 1990, su presidente era Juan Arroyo Senra, designado entonces por el Gobierno Central, a quien sucedió Juan Peña Suárez con la entrada del gobierno de Aznar, quien al pactar con CIU la gestión de los puertos de interés general en Cataluña dejó en mano de las autonomías, la designación de los presidentes.

Así llegó Jenaro García - Arreciado Batanero, designado por la Junta de Andalucía, seguido de José Antonio Marín Rite, José Cejudo Sánchez, Manuela de Paz Báñez, Javier Barrero López, Luis Ramos Rodríguez y, ahora Pilar Miranda Plata, justo tras mi jubilación. Con todas estas personas he tenido una relación profesional y personal muy cercana. Todas ellas han trabajado poniendo los intereses portuarios y de Huelva por delante de otras cuestiones. Referirme solamente a algunas de ellas no sería justo.

Siguiendo en clave del Puerto, los onubenses siempre queríamos que Huelva mirase a la ría. Y es verdad que el Muelle de Levante y gracias a a la entidad Portuaria la zona ha tenido una gran metamorfosis. Para ti, ¿cuál dirías que ha sido la obra más importante?

Siempre se ha trabajado muy intensamente en la llamada ¨relación Puerto-Ciudad¨. Por cuestiones de proximidad geográfica entre los territorios ha sido muy importante la buena relación del Puerto con los términos municipales en los que se asienta.

Ello ha desembocado históricamente en una gran vocación de acercamiento en virtud de dicha aproximación la Autoridad Portuaria ha realizado importantes inversiones económicas, con sus costes de mantenimiento asociados, intentando suavizar la frontera y dotando espacios portuarios para uso y disfrute de la ciudadanía que, en la medida de los posible, tuvieran también una vertiente de desarrollo económico del entorno.

Todo ello acompasado a las inversiones de carácter puramente portuario que han hecho incrementarse notablemente los tráficos tanto tradicionales como la creación de nuevas oportunidades. Para mí, las obras más importantes son todas, pues unas no sirven sin las otras. No tendrían sentido.

Volvamos la vista atrás. ¿Cómo recuerdas tu infancia y qué soñabas con ser de mayor?

Mi infancia más tierna se repartió entre Madrid, donde nací, Toledo, Badajoz y Huelva, donde llegué contando cinco añitos de edad de la mano de mi padre, que era militar, y de mi madre que aún vive. Por consiguiente, Huelva es mi patria chica, donde comencé mis estudios de primaria en el colegio de los Maristas, cuando estaba en la calle San Andrés, de esa época aún conservo amistades.

Mis recuerdos de infancia y primera juventud me son muy gratos: partidos de fútbol interminables, excursiones por los cabezos, fiestas de San Sebastián con sus palmitos y los cacharritos en la Plaza de la Soledad, fiestas Colombinas en la Avenida Francisco Montenegro, playa de la Gilda, playa del Balneario de la Cinta, Punta del Sebo…

Mi padre me llevaba al puerto, a ver descargar los pesqueros al caer la tarde y a ver los mercantes. Creo que de ahí me provino mi posterior vocación por la mar que me hizo estudiar la carrera de náutica y alcanzar la titulación de capitán de la Marina Mercante, aunque de pequeño soñara con ser torero, como todos los niños de la época supongo.

Por cierto, ahora que estas jubilado del Puerto como es tu día a día.

La jubilación es otro capítulo de la vida que hay que intentar vivir y hacerlo con intensidad. Por ello me jubilé en cuanto pude, para ir avanzando, y ya llevo casi cuatro años disfrutando de este estado. El día a día de un jubilado es variopinto y diverso: desde dedicar tiempo a la acción voluntaria en Cruz Roja, sin molestar mucho, por supuesto hasta caminar una horita diaria, tareas domésticas, lectura, escritura, fotografía, cine, noticias, deportes, televisión...en fin no quiero poner los dientes largos a las personas que se encuentran en activo.

Me levanto a las siete de la mañana, llevo a mi mujer a su trabajo y la mañana es mía. Me encanta el ¨mañaneo¨, que es lo que no podía disfrutar trabajando. 

No sé si eres de los que te pones el delantal y de vez en cuando te metes entre fogones. Si es así, ¿cuál es tu plato estrella?

Pues claro que me pongo el delantal y me meto entre fogones. Desde que me jubilé mi mujer no pisa la cocina nada más que para corregirme... Jajaja, y enseñarme por supuesto.

No tengo un plato estrella en concreto, pero me gustan mucho los guisos y el cuchareo: un buen atún con tomate, unas papas con choco, un pollito en salsa, unas lentejas con chorizo o un pucherito con todos sus avíos...

Estamos llegando al final y me gustaría agradecerte que me hayas prestado tu tiempo. Y no sé, si te gustaría añadir algo más que durante la entrevista no te haya preguntado.

Pienso que ya ha sido suficiente y que la paciencia de los lectores tiene un límite. Solamente quiero agradecerte la oportunidad de contar lo que hacemos en Cruz Roja, que al fin y al cabo está compuesta por personas de la sociedad en la que se integra. Me reitero, muchas gracias.